viernes, 1 de mayo de 2009

Mis anécdotas en el ciclismo


Hola de nuevo. Hoy os voy a hablar sobre mis anécdotas en el ciclismo, sobre algunas que me han ocurrido tanto en marchas como encima de la "burra".Una una bastante graciosa fue en una marcha que fui con Bicizamora al Cristo de Valderrey. Ese día estaba lo que se dice oscuro y, además, nos había llovido. Nos paramos en la hermita que hay y había algunas cosillas rotas. Había una de las personas que la cuidan (me pareze) y nos dejó entrar para verla. Nada más entrar, había un pasillo en el que la luz parecía no haberse inventado. Cuando nos disponemos a salir despés de haber visto todo, pasamos por ese pasillo. Mi padre estaba delante y de me dijo: "Alejandro, cuidado aquí que hay un escalón". Yo respondía "vale". Cuando llegué al escalon no acabé en el suelo.

Estas dos siguientes me ocurrieron en el carril bici de Zamora, y también en una marcha de Bicizamora. Veréis, la primera fue una vez, en la marcha del Jueves Santo, me escapé en un tramo del carril bici en el que a un lado hay una acera por la que los peatones pasan. Pues llevaba yo ya un rato escapado y me suelto de manos. Pasé a un lado de un señor y el señor se me quedó mirando como si yo fuera un marciano o algo así solo porque fuera soltado de manos.

La otra que me ocurrió en el carril bici fue que me decidí a sprintar (me pareze que en solitario) y también pasé a un lado de un señor que me vio cómo sprintaba. Al verme, se me pone: venga, así, muy bien, sigue, o algo así que me dijo.

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