sábado, 5 de junio de 2010

El atletismo: un deporte muy duro

En septiembre, en una de las marchas que organizaba el Ayuntamiento de Zamora en las Jornadas Zamoranas de la Movilidad Sostenible, estuve hablando con Bernardo Cabañas sobre si conocía algún club de atletismo. él me dijo que conocía uno (al que pertenecía) que se llamaba Club Atletismo Zamora y el entrenador era Teo de las Heras, amigo suyo. Me presenté el día siguiente allí (un martes) con la bici y estuve hablando con él sobre lo que hacían. A los dos días me presenté allí, dispuesto a entrenar con ellos. Aquel día apenas hicimos y no acabé muy cansado; el problema fue cuando vinieron las series, las cuestas y demás la semana siguiente. Desde entonces, me he dado cuenta de que este es un deporte durísimo. En mi primera competición, en Benavente, vi una cara del deporte que nunca había vivido: la motivación que se siente en carrera, pero eso vamos a dejarlo para otro artículo. Después de estar cierto tiempo con el Club, los tiempos y las distancias en las series me empezaron a preocupar más y volví a ver una cara muy dura del atletismo (desde luego, para mí, la más dura).Recuerdo un día que me corrí 9,13 km en 35 minutos y pico, otros tres días en 37... Y se me ocurrió pensar que si yo, que soy Infantil de 2º año lo paso así de mal cuando me pego esas palizas... ¿cómo lo pasarán los senior, por ejemplo? De los profesionales prefieron no hablar...
El otro día, hablando con un padre de un chaval de los del Club, me decía que el atletismo, junto con el ciclismo, eran los dos deportes más duros que había. Y tiene toda la razón del mundo: correrse una maratón en 2:40, por ejemplo y subirse el Tourmalet a rueda de Contador son ambas cosas muy duras...

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