miércoles, 5 de junio de 2013

Tratando la base para crear deportistas

Se me ha ocurrido que hoy os puedo hablar sobre la profesión del deportista, aquel que, durante ciertos años, hace de su hobbie su trabajo, y la base de los deportes, donde, en muchas ocasiones, vemos situaciones que deberían ver después de varios años, como es el afán de ganar, olvidándose de otros factores que, a esas edades, son mucho más importantes.
Para poder entender el deporte profesional debemos centrarnos en la base. Los chicos  chicas más pequeños son los futuros campeones y campeonas del deporte español. Debemos plantearnos sus trayectorias deportivas para que, si quieren y les gusta competir, puedan llegar lejos, pero siempre teniendo en cuenta unos facotres que, o bien los padres o bien los entrenadores, no trabajan, y eso a ellos no les va a repercutir, pero sí, y mucho, a los chicos. Muchas veces exigimos a los Benjamines que ganen una carrera. Pero si son chicos que están sobre los siete años. ¿Esto cómo les afecta? Puede que, durante unos años, ganen en varias carreras, pero están creciendo, su organismo es igual que el de un atleta de 25 años. Si a los desgastes competitivos les sumamos el desgaste mental debido a la presión por ganar, el chico puede acabar quemado. Podemos llevar ya una planificación que pueda exigir algo de esfuerzo (muy, muy, muy controlado) a partir de Cadetes y durante la categoría Juvenil y poder llegar bien formados tanto muscular como cardiovascularmente a la edad donde realmente podremos exprimirnos, tener presión por ganar, ir a disputar carreras y, por qué no, pruebas como un Nacional.

Carlos Sastre durante una competición con el equipo Cervélo.

Muchas veces cometemos ese error y podeos tirar al traste una carrera deportiva. Esto no solo pasa en deportes como el ciclismo o el atletismo. Por ejemplo, estoy seguro de que en el fútbol muchos son los padres y entrenadores que presionan a los chicos a ganar. Esto solo conseguirá que quememos a los chicos que practican deporte.
Y, con esto, acabo este tema. ¿Qué es lo que realmente debemos buscar? Es muy importante que el chico o la chia se vaya haciendo poco a poco para que, dentro de unos años, pueda llegar a ser un gran campeón. Pero, para ello, debemos hacer que los chicos aprendan no a ser campeones, sino a ser grandes deportistas y personas. Debemos enseñarles a festejar los resultados de sus compañeros como si fueran los suyos propios. Según vayamos creciendo en nuestra vida deportiva nos tocará trabajar para algún compañero. El que no tenga esos valores y haya ido siempre de líder, lo pasará realmente mal. Tenemos el ejemplo en Carlos Sastre. Estuvo durante años trabajando de gregario para los compañeros. Ahora bien, cuando ha tenido al equipo trabajando para él, ha sabido cuánto y cómo exigir a cada uno. Él tuvo desde bien pequeño esos valores que le enseñó Víctor en la actual Fundación Provincial Deportiva Víctor Sastre y luego los ha ido solidificando con el paso de los años, hasta ganar un Tour de Francia. y si a esta forma de enseñar valores a los pequeños les decimos que la competición es solo un entrenamiento más, donde simplemente meteremos calidad y que, si no se gana, no pasa nada, ya habrá tiempo para eso.
Sergio Sánchez durante la disputa de un cross.
Pasemos a los profesionales, y aquí me centraré en los ciclistas y los atletas de forma especial. Muchas veces pensamos que los deportistas de élite son gente fuera de lo normal, casi inmortales. Si bien es cierto que son gente fuera de lo normal, también son personas como nosotros. En muchas ocasiones también han de demostrar ya una fuerza física superior, sino también una mental. Hemos visto en el giro de Italia cómo el pelotón al completo, desde el primero al último, se congelaban mientras iban disputando alguna etapa. Por mucha forma física que tengamos y aunque seamos unos portentos de la naturaleza, si la cabeza no va, las piernas y el corazón tampoco. En cierta medida, todo es cabeza. Esto mismo pasa en las pruebas de larga distancia del atletismo. Correr 42 kilómetros es una mezcla igual entre forma física y mental, más cuando tenemos que ir a un ritmo medio de 3:10 el kilómetro. Eso sin cabeza no se consigue.
Los deportistas profesionales también necesitan una preparación física adecuada para que consigan estar el máximo tiempo posible bien de forma. Y aquí volvemos a la época de la base. Si durante esa época han hecho lo correcto, seguramente ahora no tengan problemas musculares o lesiones crónicas. Sin embargo, si durante esa época los han estado machacando cosa fina, seguro que tienen varios problemas que no le dejarán rendir al 100 por 100. Todo está ligado.
Siguiendo con el tema de la forma física, está claro que los que están ahí dando pedales o encadenando zancadas tienen un organismo diferente al resto, con alguna parte más desarrollada que el resto, teniendo unas cualidades increíbles que cualquier otro mortal no tenemos. Pero nos sigue viendo como los que se dopan. Y eso está haciendo mucho daño a la élite del ciclismo y el atletismo. Eso desde luego no beneficia para nada a nuestros profesionales. Muchos aficionados de sillón y cerveza se ponen a hablar de que los profesionales seguro que han llegado hasta donde están por el tema del doping. Yo creo que por mucho doping, si no eres bueno y tienes cualidades, a profesional no se llega.

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