martes, 10 de septiembre de 2013

Y seguimos

Tengo en mente escribir un artículo sobre un tema deportivo (claro, ¿de qué iba a ser sino? Esto mío es vicio, pero qué le voy a hacer), pero como aún no lo tengo acabado, os voy a contar otra vez cómo van los entrenamientos, las sensaciones y demás historias de estos últimos días atléticos.
Bueno, este primer mes de entrenamientos se trataba de rodar, acumular kilómetros para ir haciendo las piernas de nuevo a las zancadas después de un mes justo de parón. Poco a poco he ido cogiendo el ritmo y, sin contar las dos competiciones en las que he estado, ya he conseguido hacer algún kilómetro por debajo de 3:40. Poco a poco se iba acercando el momento de hacer series. Ya ayer me llamó Teo, pero, en teoría, hasta la semana que viene no meteré ninguna en condiciones. Esta semana, aprovechando que aún tengo vacaciones, intentaré salir a entrenar (ahora sí que es entrenar) por la mañana, así que hasta que Teo no pueda controlar el ritmo de las series no meteremos ninguna. Por ahora supongo que esta semana meteré algo de rodaje, unos días más, y otros menos, unos días más rápidos y otros más lentos.
Por ahora, ayer fue el último entrenamiento de rodaje "improvisado" por mí. Salí con intención de hacer sobre 40 minutos rodando. No tenía pensado forzar, pero aquí a uno no sé qué le pasa, pero una vez cumplidos los primeros 10 minutos, cambié de mentalidad y, poco a poco, fui tensando. El recorrido fue bastante interesante, por la zona de mi querido bosque de Valorio y alrededores. El kilómetro 10 me cuadró entre el Puente de los Poetas y el de piedra. Ése fue el más rápido, a 3:25 min/km. Seguí rodando hasta el minuto 40, aún faltaba algún segundo. Al final poco más de 10 en el tiempo previsto. Poco después de llegar a casa me llamó Teo, así que por la tarde, vestido de calle, bajé a la pista para hablar con él y, aprovechando que él en estaría por allí entrenando a los que bajaran, me llevé los clavos y estuve caminando por allí haciéndome a ellos. No pegaba mucho vestido de calle con esas zapatillas, pero bueno... Le comenté que esta semana intentaría seguir entrenando por la mañana, así que ya me dejó trabajo para hoy: una hora de rodaje. Así que esta mañana, después de dejar a mi hermano en el colegio y hacer algunas tareas, me puse las mallas, me calcé las zapatillas y, con la compañía de mi padre en bici (como ayer) salí a rodar el tiempo previsto. Me planteé ir a sobre las 160-165 pulsaciones, al final acabé con 164 pulsaciones medias en estos 60 minutos, así que objetivo cumplido. Por el resto, cumplimenté los primeros 4,5 kilómetros por el carril bici porque es una zona llana y así podía calentar más cómodamente. De allí hacia el puente de piedra para ir a rodar la vuelta entera a Olivares, la zona que más me gusta de Zamora. Fui rodando por el camino para poder coger el mayor número de kilómetros por tierra. De allí otra vez vuelta hacia el puente de piedra para ir acabando el entrenamiento. Al final algo más de 14,50 kilómetros en una hora justa y una sonrisa por las sensaciones.

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