jueves, 14 de noviembre de 2013

Entrenando por Villadepera


Agustín Ruiz (Vino de Toro), Jorge Rodríguez (Atletismo La Bañeza) y
Pedro Rodrigues, (Braganza).
El domingo se celebró la X Carrera Arribes del Duero, con un circuito de asfalto muy interesante: Villadepera-Pino-Villadepera. Aprovechando que podía estar en la categoría Absoluta, me inscribí para ir a tomar parte de esta prueba y disfrutar del ambiente de las carreras populares. Mi idea no era disputarla, sino simplemente ir a hacer lo que llevo haciendo creo que cuatro semanas: rodar, aunque quizá en esta ocasión fuera más rápido que lo que normalmente he estado haciendo.
El circuito me venía de perlas, aunque tenía el inconveniente de ser todo por asfalto, algo dañino para las rodillas, pero no todo será perfecto y, para los que quieran rodar rápidos, ésta es la mejor opción si podemos elegir entre caminos y carreteras, aunque sea más aconsejable la primera opción. En lo que a distancia se refiere, me encantaba la idea de que fuera larga, según la organización algo más de 11 kilómetros (aunque luego, según el Garmin, salió justo un kilómetro menos de lo marcado) y con bastante desnivel, algo que destaca en todas las ediciones de esta prueba.
Ultimando preparativos. Lo mejor de todo, la camiseta.

En esta ocasión, a diferencia de otros días de entrenamiento, sí que calenté previamente. No quiero decir que cuando voy a entrenar salga sin más, pero el calentamiento me forma parte del rodaje, algo que, todo sea dicho, llevo haciendo decentemente desde hace precisamente cuatro semanas. Estoy arrancando a ritmos de 5:00 o 5 y pico el kilómetro y voy bajando según pasan los kilómetros, y luego me quedo según me pida el cuerpo, unos días es a 4:20, otros a 4:15, otros me da por ir fuerte y voy a 4:00 o incluso algún día consigo bajar de ahí (cada vez me cuesta más, y me alegro de ello, aunque no os lo creáis). Los ejercicios de hoy consistieron en trotar muy, muy suave, hacer algún estiramiento, algún ejercicio levantando las piernas y alguna progresión. Ese fue todo mi calentamiento previo.
Ya en la línea de salida me quise colocar más bien tirando hacia el medio, evitando posibles piques, pues había dos razones muy concretas para no hacerlo: el circuito y mi actual estado físico, provocado por el estado físico que he tenido durante los últimos cuatro años, y además, motivo incrementado en los últimos meses. La salida sería esta vez era cuesta abajo prácticamente hasta el Puente de Requejo, donde comenzaríamos a subir hasta Pino. A la salida de Villadepera teníamos un tramo bastante pequeño con cierto llaneo, pero enseguida la bajada volvía a pronunciarse.
Este año se estrenaba el Puente de Requejo, pues había estado en obras y lo han abierto hace poco tiempo. El suelo estaba de algo parecido a cemento. Allí me surgió una pequeña anécdota. Había cogido a un grupo de corredores que, si bien no era muy grande, llevaban el paso que a mi me venía bien para ese momento. Curiosamente, venía una furgoneta de la organización detrás de nosotros, la cual había estado pasando a los participantes desde la cola. A nosotros justo nos fue a pillar cuando teníamos que coger la curva para entrar en puente. No había sitio material, por lo que tuvo que quedarse atrás y esperar a que entráramos en el Puente de Requejo. Curiosa situación, ya puedo decir que he ganado a un coche mientras iba corriendo... Bromas aparte, le dejamos pasar nada más que entramos, poniéndonos en fila de uno hasta que ya iba por delante. En este grupo iba también Bernardo, compañero de rutas en bici y también corredor del Atletismo Zamora.
Foto de grupo. Representantes del Atletismo Zamora.

A la salida del Puente de Requejo, ya en cuesta, cada uno nos agarramos a nuestro paso y hacia arriba. Llevaba un rato que notaba la zapatilla algo floja. Otra vez se me había aflojado. ¡Manda narices! No me iba a parar, más que nada por no partir el ritmo, así que decidí seguir con ella así. Esta primera subida decidí no hacerla a tope, ya me habían advertido antes en una sesión de estiramientos en Valorio cómo sería el circuito y cómo había que tomárselo si no queríamos tener que parar antes de tiempo. Fui enganchado con distintos grupos, si iba con fuerzas los pasaba y, sino, me iba con ellos un rato y, si veía que iba bien, iba hacia delante. Llegando a Pino, donde girábamos para volver por donde habíamos ido, ya empezaron a venir de frente los primeros clasificados, encabezados por Agustín Ruiz y a unos metros Jorge Rodríguez, seguidos por el portugués Pedro Rodriges. En Pino cogí a un grupo de tres integrantes, con los que fui hasta el giro en el pueblo. Desde allí hasta el Puente de Requejo teníamos una bajada. Mi idea era hacer desde Pino hasta Villadepera a un ritmo más alto que a la ida. No sé si lo hice, pero más cansado sí que llegué. La bajada la hice bastante rápida para lo mal bajador que soy (corriendo soy tan malo como en bici, y mira que es difícil). Tenía ganas de que acabara ese tramo, llevaba una sensación muy incómoda en las piernas. No es que se me agarrotaran, pero habitualmente apenas bajo cuestas, y creo que me pasó factura. Pasado el Puente de Requejo comenzamos otra vez a subir. Me diréis que estoy loco, pero ¡qué alivio! Ya era desde ahí hasta Villadepera todo hacia arriba, sin un metro de descanso. Fui cogiendo grupos y enganchándome según iba de sensaciones. Ahí remonté las últimas posiciones. En una de las últimas curvas de la subida hacia Villadepera estaba mi padre sacándonos fotos mientras pasábamos corriendo. Reconozco que en esa parte del circuito íbamos todos muy cascados de todo lo que llevábamos de antes, y yo no era menos. Justo en esa curva di caza al último corredor que pillé. Ya en Villadepera teníamos que coger un giro y un último repecho que nos llevaría directos a la meta.
Al final por entrar en la décima posición me llevé un chorizo.

Las sensaciones fueron geniales en esos 10,600 kilómetros de recorrido, que tardé en completar 40'22", a 3:48 el kilómetro. Más pruebas así tenía que hacer. A través de este enlace podéis ir a ver la ruta que hicimos en esta X Carrera de los Arribes del Duero. La prueba Absoluta masculina la ganó Agustín Ruiz, haciendo lo propio en la femenina la zamorana María Díez, del Correcaminos del Duero.
El domingo que viene tenemos cita en Atapuerca con su cross, donde iré a rodar como hice el domingo pasado en Villadepera, y a disfrutar de esos 5000 metros que corremos los Juveniles. Ya os contaré cómo es la experiencia, que espero que sea positiva. No voy a disputar. Tras esta experiencia tan bonita en Villadepera, ¿quién quiere volver a darse codazos con los delante? Yo, desde luego que no.
Nos vemos... haciendo deporte.

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