domingo, 29 de diciembre de 2013

Hay algo más allá

Si hace no mucho tiempo me hubiesen dicho los problemas que ahora yo le veo a la competición, no me los hubiera creído. Sin emrgo, ahora me doy cuenta de que la compeición pura y dura puede causarnos, desde mi punto de vista, varios problemas físicos como algunas lesiones de las que luego nos costará muchísimo recuperarnos.
Carlos Sastre en su época de ciclista defendiendo los colores
del Cervélo.
La competición en sí es muy lesiva por varias circunstancias. Evidentemente a nadie nos gusta arrastrarnos cuando salimos a entrenar, mucho menos ir cerrando el grupo por el tema de que puede parecernos que estamos haciendo el ridículo. cuando estamos colocados en una salida y con un doresal, esa sensación de no querer ir cerrando el grupo se acentúa porque estamos en grupos grandes y, además, nos sentimos más motivados al haber más gente animando a lo largo del circuito. Por elo precisamente nos solemos obligar a llevar una preparación más o menos específica, con más o menos series y días de fondo para llegar en un momento de forma envidiable y poder ganar a algún compañero del grupo de entrenamiento o a algún vecino. Esos piques más o menos los puedo enender porque piques tenemos todos pero debemos saber cuándo estamos dejando de lado eso para empezar a ir a las carreras para disputarlas y llevarnos la victoria. Es entonces cuando, desde mi punto de vista, esto pierde la emoción porque pasa a ser una adicción. Unos pueden vivirlo como una forma de vida y otros como algo novedoso porque llevan poco tiempo haciéndolo, pero no deja de ser una adicción que, si no se sabe controlar, puede acabar con toda una vida deportiva.
Salida del Cross de Venta de Baños del 2012.

Muchos no entienden el por qué entrenar si no se va a competir y por qué colgarse un dorsal si no es para estar luchando por el primer puesto. Si os digo mi opinión, esto no tiene ningún sentido. Jugarnos nuestra propia salud por un simple puesto en una carrera no tiene sentido. Para competir está claro que necesitamos ser estrictos y regulares con el entrenamiento y que debemos saber sufrir más que el resto para ganar, no hay duda. Y ese agobio y esa fatiga pasan factura con probkemas de salud y con lesiones. Pero hay quien se sigue empeñando en que, si no es para ganar, mejor quedarse en casa sentado en el sofá. Vamos a ver, a mi lo que me gusta es hacer deporte por lo bonito y entretenido que es, no para llegar medio muerto después de correr cinco kilómetros de competición. Después de haber visto cómo están mis piernas tras un esfuerzo de ese tipo, que a lo mejor a algunos les parece hasta normal pero que para mi fue algo de lo que me costó recuperarme más de lo debido, y ver cómo estoy ahora que en cuanto veo que mi cuerpo va más castigado de la cuenta bajo el pistón, está claro que me quedo con la segunda opción. Y volvemos a lo de antes. Yo de eso no entiendo, pero mi impresión es que nos pone mos a sufrir y somos cabezones y masocas: cuanto más sufrimos, más apretamos y más picados estamos. Para mí eso ya es ser un adicto. Hace poco comentaba con un corredor en una sesión de rodaje sobre este tema: "Mira, ya de por sí esta forma de entender el deporte es adictiva, pero es que la competición es como el tabaco". Yo no soy fumador, pero conozco a gente que sí lo es y tiene síntomas muy parecidos a los de un deportista si no hace ejercicio, lo que habitualmente denominamos "el mono".
Y qué queréis que os diga, son muchos los que se aprovechan de esa circunstancia para muchas cosas. Por ejemplo, los intereses de los equipos. Ahí pasamos a ser marionetas a merced de un director deportivo, mananger o patrocinador, que hacen con nuestras vidas deportivas lo que les da la gana. Son gente que, por lo general, únicamente velan por su equipo sin centrarse en el propio corredor, que al fin y al cabo es el que sufre. Son muy pocos los que realmente intentan buscar un equilibrio y evitar problemas de salud y muchos los que buscan que haya representación de su equipo en todas las carreras posibles y siempre en los puestos cabeceros. Solo les interesa una cosa, y es aparecer en los medios de comunicación. Para ello los deportistas deben mostrar siempre un correcto nivel físico para estar delante. Si sois de los que organizáis bien, pido un aplauso para vosotros, porque seréis los que obtengáis resultados.
Unos cuantos corredores del Euskaltel-Euskadi.

Ojo, tampoco seais drásticos hasta el extremo. Mi intención es criticar la competición pura y dura, de la que, vista con la perspectiva del tiempo, me doy cuenta de que me ha servido solamente para acabar hecho polvo y tardar un par de meses largos en empezar a ver los resultados de la desaparición de la fatiga. Yo lo he acabado cogiendo asco a eso de disputar. Aún competí en el Cross de Atapuerca y me di cuenta de que seguía teniendo una sensación muy extraña a las pruebas federadas, simplemente porque a ellas hay que ir con una mentalidad clara: a darse codazos porque, sino, te mandan al fuera de control y, ya que nos hemos puesto a correr, no vamos a permitir un fuera de control y en estas pruebas no hay término medio, es un "o te reviento o me revientas", no hay más. Éso no suele pasar en las pruebas populares y, más rápido o más despacio, nos planteamos objetivos con los colegas de la grupeta, y entrenar para ello pero sin la intención de ganar ni de meter los codos.
Nos podemos planetar una media maratón para hacerla en 1h24'. Éso para los que salgan todos los días con una preparación adecuada con series (yo las odio), cuestas, fartlek (ésto me gusta más) rodajes (¡me encantan!) y demás, siguiendo una estructura muy concreta de entrenamientos y hasta con entrenador (o como queráis llamar a esa persona que se encarga de llevar preparaciones físicas) seguro que ese tiempo, que es a 4:00 el kilómetro, le sea un entrenamiento más y perfectamente la pueda hacer en un tiempo más cercano a la 1h10 o la 1h15. Pero no estamos hablando de esa gente. Yo hablo de los que si una semana pueden salir tres días, pues salen y si otra pueden salir cinco, pues acumulan kilómetros esos cinco días, y su preparación física es combinar rodajes con algún día de cambios para no aburrirse de hacer siempre lo mismo. Para alguien que no puede entrenar todos los días y llevar una planificación concreta, hacer ese tiempo que comenté antes puede ser comolicado. Por esa razón esos deportistas tienen mucho más mérito que los que tenemos la oportunidad de salir a rodar a diario y que los que entrenan casi de forma exclusiva para ganar.
I Subida a Balborraz.

¿Y a cuento de qué viene todo esto? Llevo mucho tiempo fijándome en que hay gente que vive solo para las carreras y se olvida de lo que realmente puede aportar esto si lo sabemos tomar como un juego. Debemos ser estrictos con nuestros entrenamientos pero no obsesionarnos porque tenemos todas las de acabar fundidos. Debemos dejar que sea el propio cuerpo el que mande, al fin y al cabo nadie mejor que él para ver cómo estamos. no pasa nada si un día teníamos pensado hacer series y nos sentimos fatigados por circunstancias externas a los entrenamientos o porque los hemos asimilado mal. En ese caso podemos meter algún fartlek si nos da miedo dedicarnos a la carrera continua suave para recuperar, que es lo que yo veo lógico.
Estas solo son las opiniones y el punto de vista de alguien que, si nunca llegó a ganar nada importtante, alguna vez lo intentó y, por exceso de entrenamientos y quizá por ser un desastre en la elaboración de su calendario de carreras acabó hast alas narcies de todo lo relacionado con las carreras federadas y los codazos.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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