martes, 10 de diciembre de 2013

Parece mentira

Aquí estoy otra vez, comentando un poco cómo van estos días de rodajes, aunque suene repetitivo, pues últimamente es lo que estoy haciendo. Espero que no os aburra.
Menudo puente de frío hemos tenido. El viernes parecía que hacía mejor, no os lo sé decir muy bien porque ese día tocaba descanso y, al no ir vestido de corredor por la calle, no fue tanta la impresión que me causó el tiempo. El sábado ya os comenté que nos lenvantamos con esta niebla algo asquerosa que tenemos en Zamora, pero llego a saber cómo se iban a presentar los dos próximos días y había preferido quedarme como estábamos. El domingo Zamora se levantó con mucha niebla y, además, todo blanca. Mi idea era salir a rodar pronto, pero, tras ver el frío que hacía y que tenía que hacer algunas cosillas por casa, decidí esperar al mediodía para salir a rodar. A eso de las 13:30 me puse las mallas  y salí a acumular algún kilómetro. La idea era ver cómo me reaccionaban las piernas y, si las notaba bien, tensar un poquito. Pero las tenía aún pesadas, así que opté por hacer nueve ilómetros rodando, sin ningún cambio. Cuando el Garmin pitó esa distancia paré, con un tiempo de algo más de 37 minutos, a 4:10 el kilómetro. Me encontré bastante bien a pesar de la sensación de pesadez de las piernas. El lunes, aprovechando que era fiesta, mi intención también era salir a rodar por la mañana y dejar el resto del día para estudiar. Pero el tiempo tiene en poca consideración a deportistas como ciclistas y corredores, así que nos levantamos igual que el domingo. No lo dudé lo más mínimo: ¡a rodar a mediodía! Me encontré bastante bien de sensaciones y muchísimo mejor de piernas que los dos días anteriores, al fin y el día de descanso y los dos siguientes rodajes sin cambios habían dado su efecto. Arranqué como suelo hacerlo habitualmente, despacito para calentar y, con el paso de los kilómetros, ir cogiendo el ritmo con el que encontrarme cómodo mientras rodaba. El último kilómetro lo hice tensando para ver cómo me reaccionaban las piernas y, aunque aún había pesadez, me notaba muchísimo mejor. Al final acabé con algo más de 45 minutos de rodaje. En lo que respecta a lo de hoy, la verdad es que he disfrutado bastante del rodaje, aunque en algún momento, supongo que debido a la falta de una planificación específica (que, todo sea dicho, no echo de menos) me tocó dejar de hablar, respirar bien y seguir hablando. Salí con Diego. A él le tocaban entre 40 y 45 minutos de rodaje, así que me uní a él. La idea era rodar por algún sitio con luz, así que nos decidimos a tocar algo de asfalto aunque, sobre el kilómetro seis, acabamos rodando por la orilla del Duero porque nos quedaban pocas alternativas posibles si no queríamos dar más vueltas por el Puente de los Poetas.  Durante alguna parte del rodaje fuimos comentnado circuitos de algunas pruebas de cross y, supongo que porque él está entrenando para competir y yo ya las dejé hace tiempo, pero me costaba mantener la respiración mientras le hablaba, de ahí que algunas frases las dejara a medias para poder coger algo de aire. Al final hemos acabado con 10 kilómetros en 42 minutos, a 4:12 min/km.
Por ahora estoy disfrutando como hacía tiempo que no lo hacía. Las sensaciones van siendo las que deberían ser, las correctas, y creo que el hecho de no competir también ha tranquilizado un poco mis ansias también de competir mientras rodamos, aunque éso no quita para que me pique cuando llevo a alguien delante si es que las piernas me lo permiten. Lo de hacer cada día lo que me apetece es muy interesante. Si un día quiero rodar 40 minutos y tengo malas sensaciones, acabo con 35 minutos y ya está. Sin embargo, si me veo bien, puedo bordear hasta el 45. Ésto de mter cada día lo que quiero es entretenido,  no me preocupo por lo que me toca cada día, solo tengo dos cosas que me deben y tienen que preocupar, pero creo que son más o menos las que tenemos todos los deportistas: no lesionarme y poder seguir rodando mucho tiempo. Con tener esas dos cosas, ya soy feliz.
Respecto a las pruebas populares, poco tengo que contar. En Villadepera quedé muy contento, pero en Atapuerca me di cuenta de que ya no necesitaba tanto la competición como hasta ahora. No tengo muchas ganas de colgarme un dorsal por ahora; éso sí, tengo en mente estar en el Cross de Ávila, que más o menos es lo que me motiva para seguir encadenando zancadas porque, aunque ya no voy a disputar a las pruebas y de llegar con algún pico de forma a las pocas carreras en las que estoy presente ya no me importa tanto, sí que quiero llegar con ciertas condiciones para saber que voy a ser capaz de aguantar hasta la meta a mi ritmo habitual de entrenamientos. El circuito me han comentado que es durillo, con algunas cuestas y varios giros. Entiendo poco de preparaciones pero creo que haciendo rodajes como hasta ahora podré mantener la forma que ahora tengo hasta entonces. Lo único, debemos ser capaces de desafiar a este tiempo que estamos teniendo. Eso forma parte de la vida de los que practicamos deportes como el ciclismo o el atletismo, así que solo tenemos dos opciones: aprender a convivir con ello o dejar de hacer deporte. Yo me decanto por lo de acostumbrarme. Si soy capaz de hacer esto, el resto vendrá solo. Respecto a otras pruebas, quizá la de Don Bosco en Valladolid, una prueba muy bonita y, desde mi punto de vista, muy popular, apta para todo tipo de atletas, desde los que van a disputar (hace poco diría que vamos a disputar) hasta los que corren por el mero hecho de correr. Luego no sé si surgirá alguna popular más, de eso os iré informando según sucedan los acontecimientos. Éso sí, haré todo lo posible por estar en la carrera de Moraleja del Vino si es que hacen la prueba del 5000 como en este verano. Creo haber comentado ya que quedé enamorado de esta prueba. En verano hay otra interesante de la que os hablaré más hacia el verano, y la de Morales del Rey, una prueba preciosa, pero hay que tomárselo con calma y organizarse bien. Por ahora, intentaré poner todos los medios posibles para estar en la de Moraleja.
Como ciclista (no todo es correr) ahora más bien poquito. Con este frío prefiero acumular kilómetros de rodaje a pie, ya tendré tiempo más adelante de pedalear. A partir de finales de enero o en febrero, si el tiempo está bien, volveré a coger la bici, tanto de carretera como de montaña. Este año cogí la costumbre de salir un día a la semana, los sábados o los domingos, y la verdad es que para correr me solía dejar las piernas muy bien, sobre todo los primeros días. Mientras esté corriendo no me gusta salir más de un día a la semana a no ser que sea estrictamente necesario (es decir, una lesión), pero cuando acabe la temporada, como es costumbre, intentaré salir más regularmente, pues creo que la bicicleta es el mejor deporte para el corredor, no es lesivo y trabajamos el corazón de forma parecida; además, no sé si es solo a mi o también al resto, pero me deja las piernas "reparadas" para ponerme a correr. Creo que a la bici le debo mucho del fondo atlético que tengo y de las buenas sensaciones en las piernas que me ha dado el ciclismo a la hora de encadenar zancadas.
Bueno, yo creo que es buen momento para dejar de escribir, que menudo "testamento" me ha salido. Nos vemos... haciendo deporte.

No hay comentarios: