miércoles, 26 de marzo de 2014

Comentando, pensando y escribiendo

Hoy son dos los motivos por los que me animo a escribir estas líneas. Quizá os encontréis algo aburridos de leer siempre sobre el mismo tema, pero he de reconocer que pocas ideas tengo y que, por otro lado, no es que me vea en la necesidad de decirlo, pero sí que quiero hablar de algunas cosas que ya os he comentado y que, aunque los hay que no lo entienden, seguirá formando parte de mi carrera deportiva.
Comienzo primero hablando algo delos entrenamientos. Os comenté que esta semana todo dependía del lunes, si las piernas iban decentemente haría algún día de cambio, y si las notaba pesadas me dedicaría exclusivamente a rodar. El lunes respondieron bastante bien a los 50 minutos de rodaje que les metí para las piernas, así que el martes me animé a hacer los 15 minutos fuertes que tenía pensado tras rodar suave otros 15 minutos. En esos fuertes me salieron sobre 4,5 kilómetros, algo que francamente no esperaba. Claro, en mi defensa diré que tuve sobre un par de kilómetros con aire a favor y que, además, en los que me daba en contra iba mi padre con la bici delante. Para hoy me plantee rodar 14 kilómetros suaves, los cuales completé en 58'02", a 4:09 el kilómetro y un pulso que me ha sorprendido, 157 pulsaciones medias. Para mañana, si la cosa va bien y veo que el cuerpo lo tengo decente (que por ahora parece que sí) aprovecharé para dar zapatilla en uno de las sesiones que más gusto le he cogido desde que he dejado de entrenar tan específicamente. Para el fin de semana toca combinar correr con bici mientras que el viernes descansaré. Pero eso os lo dejaré para cuando acabe la semana.

Ahora me noto bastante bien físicamente. Ahora, sin lo que supone ese agobio de las series, del que me doy cuenta que no me gustaba gran cosa, estoy pasándomelo mucho mejor. Estoy haciendo lo que más me gusta, que es rodar, algo de lo que creo que muchas veces nos olvidamos en favor de las series. Las sesiones de cambios que estoy haciendo me sirven para cambiar algo la rutina, y solo las hago si veo que el cuerpo está preparado, sino prefiero no hacerlas. Y, si os soy sincero, mi intención es estar así durante mucho tiempo. ¿Una vuelta a la competición? De eso tratarán las siguientes líneas.
Los hay que solo viven para competir. Yo también fui de esa línea. Nos puede gustar más o nos puede gustar menos competir, pero debemos saber cuál es el límite. Yo personalmente no lo supe y no se me paró, hasta que el pulsómetro dictó sentencia y menos mal que lo hizo. Yo, personalmente, no tengo ninguna intención de volver y os voy a explicar por qué. Si tengo cualidades o no, no lo sé. Bueno, desde mi punto de vista sí lo sé, pero creo que no voy a comentarlo ahora. Lo que tengo claro es que yo estaba destrozado. Quise andar bien en todas las carreras, ir a disputar una sí y otra también, y no sabía lo que era ir a una carrera simplemente por entrenar, por ver cómo es un grupo popular. ¡Nunca lo había hecho! Era solo entrenar para competir y competir para ganar. No había más. Ahora veo eso y si os digo la verdad, no me llama para nada la atención. Una cosa es que me guste darme caña entrenando, que me gusta, y otra es que quiera competir. Son dos cosas completamente diferentes. Acabé muy harto de las carreras y, siendo sincero, no las echo de menos. Los hay que me dicen que menudo cambio, con lo que a mi me gustaba competir. Fui un adicto a las carreras igual que otra mucha gente.

Los hay que no entienden mi mentalidad por mucho que se la explique. También los hay que intentan hacerme cambiar de opinión e intentar que vuelva al deporte federado. Tengo muy claro que la decisión que tomé en la Subida a Balborraz sigue igual casi medio año después, y seguirá así durante mucho, mucho más tiempo. No sé si volveré, pero tengo muy claro que no será ahora ni la temporada que viene. Quiero aprender a vivir otra clase de deporte. Machacarme en los entrenamientos sí, pero hacerlo con un dorsal puesto ya no me atrae nada. Me vine abajo física y mentalmente. Físicamente me veo al 85 por ciento, pero mentalmente me veo a un 70 por ciento, que no está mal si tenemos en cuenta que cuando lo dejé yo creo que estaba a un 40 por ciento.

¿Malos recuerdos de las carreras? La verdad es que he tenido experiencias buenas, algunas incluso que me permitieron tener una sonrisa durante tiempo, pero no me atrae en absoluto ese sufrimiento. Toqué techo mucho antes de lo que yo creo que teníamos previsto y quizá, por lo menos personalmente, no nos quisimos dar cuenta. ¿Debía pasar esta fase para llegar a otra donde sí habría mejoría? Pues prefiero quedarme con la duda antes que haberlo experimentado. Para este año las ideas que teníamos propuestas tenían muy buena pinta, pero vistas desde mi actual perspectiva, ¡no me arrepiento de nada de lo que he hecho durante este medio año! Es más, quiero y espero seguir así mucho tiempo.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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