viernes, 5 de diciembre de 2014

A por más cross


Mañana, tras un año de ausencia, volveré a competir en el Cross de la Constitución en Aranda de Duero. Ya hablé ayer algo acerca de este tema con la intención de no comentar ya nada hoy, pero he logrado sacar un poco de tiempo para escribir unas pocas líneas sobre esta prueba de campo a través.
Esta carrera es, junto a Ávila y Cantimpalos, el cross que más me gusta. La verdad es que no puedo hablar de otros muchos crosses porque tampoco he hecho muchos, hablo solamente de los que he corrido durante estos años. ¿Por qué disfruto? Es cierto que lo de Cantimpalos fue un "amor a primera vista", en cuanto me puse en la línea de salida sabía que tenía algo especial. Una situación parecida me ha pasado con la prueba de Aranda, aunque quizá a un nivel algo inferior, pero tampoco mucho. El circuito  la verdad es que creo que no es el de un cross puro, pero, aun así, es un circuito que puede hacer algo de daño con la subidita que tiene (o que tenía el último año que lo corrí) y un pequeño tramo con curvas del cual el único recuerdo que tengo es que salía de esa zona mucho más cansado de lo que entraba por los cambios de ritmo... y también mucho más atrás en la clasificación. De hecho, en esa parte prácticamente perdí un puesto el primer año que corrí, pues mientras que el corredor de delante iba más o menos a un ritmo regular, yo iba dándome una paliza considerable para intentar darle caza, con los correspondientes cambios que tenía que hacer en las curvas. Claro, lo pasé y ya cuando pasábamos por detrás de las gradas para entrar a la zona de la meta me dio un cambio de esos que te dejan pensando: "¿Qué me ha pasado, una moto o un atleta?" Yo ya iba muy, muy justo.
En esta prueba debuté en 2011. Aquella edición la disfruté bastante, entrando entre los 10 primeros (no me arriesgo a decir la posición exacta por miedo a equivocarme, pero que estuve entre los 10 primeros yo creo que sí es fiable). Hizo bastante frío e incluso el campo de fútbol de la salida estaba un poquito embarrado. Una vez que salimos de allí conseguí ir remontando posiciones hasta llegar al atleta del que hablabba en el párrafo anterior. Ese año conseguí llegar con las fuerzas justas como para que, una vez que el atleta se me fue, intentar subir un poquito el ritmo, aunque no fue suficiente como para darle caza. Y, como anécdota, os contaré que, ya llegado a meta y abrigado, fuimos hacia donde estaba el resto del personal del Atletismo Zamora. Venía de frente un grupo de gente. Me aparto y, cuando quiero darme cuenta, hay un pequeño cruce de miradas con un hombre que tenía todas las pintas de ir a correr. Mientras seguía por mi camino me quedé pensando en que a esta persona yo la había visto en algún sitio antes. Enseguida caí en la cuenta: era Fabian Roncero. Me di la vuelta y salí directo a por él... no podía faltar la foto.
El segundo año llegué en muy buena forma. Era el segundo cross de la temporada (el primero había sido, como siempre, Atapuerca), y la verdad es que iba sabiendo que, aunque no para ganar, podía hacer algo decente. Se dio la salida y, con el paso del tiempo logré meterme en el grupo cabecero, sin saber muy bien cómo. Y aquí estuvo el problema. Me notaba tan cómodo y tan bien de sensaciones que se me cruzó el cable... y me marché yo solo. Claro, poco tardaron en darme caza tanto los atletas como el hombre del mazo, y poco a poco fui bajando el ritmo. Así, aquella edición se quedó como la del "ataque de Pantani". Aquel año, además, coincidí con Chema Martínez. Alli no pude hacerme una foto con él, algo que sí logré el fin de semana siguiente en Cantimpalos y más tarde en Villalpando, pero ésto son otras historias.
Qué batallas. Ahora, sin embargo, soy consciente de que no puedo hacer todo aquello. Mi estado de forma bastante flojo si lo comparo con aquellas ediciones no me deja correr todo lo rápido que me gustaría, aunque aun hay tiempo, primero en febrero y luego en mayo, con el Cross de Valladolid y El Salvador. Pero, por ahora, hay que ir centrándose en lo que va viniendo. Todo esto viene incluido en el paquete para Valladolid, pero hay que ir mirando poco a poco. Por ahora, mañana toca ir a hacer un pequeño test a Aranda a ver qué sale. Viendo los tiempos de las series del miércoles, no estaría mal quitarme un poco la espinita y conseguir ir a 3'30", pero no me arriesgo a decir un ritmo concreto porque no sé cómo puedo reaccionar. Lo que sí tengo claro es que tengo que salir bastatante delante porque corremos Junior y Veteranos juntos, y salir en un mogollón tan grande puede ser bastante incómodo. Así, aunque me toque quedarme luego un poco más atrás, me quito de tener que ir remontando. También correré con los clavos, aunque sigo sin saber qué medida pondré.
Así, ahora solamente toca esperar que mañana podamos correr sin problemas y disfrutar de una buena mañana atlética, aunque el estado de forma no sea el deseado. Pasado este cross, toca pensar ya en Venta de Baños, Ávila y Don Bosco antes de afrontar el primer objetivo de la temporada, el Cross de Valladolid. A partir de ahí comenzaré el plan para El Salvador, pero hay que lograr antes estos primeros objetivos deportivos.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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