domingo, 4 de enero de 2015

Historietas para contar

Una vez más, vuelvo a hablar sobre atletismo. Tengo algunos temas en mente pero ninguno completamente desarrollado, lo que provoca que haya decidido juntar todo en el mismo artículo y ver qué es lo que sale. Quizá algunas cosas suenen repetitivas y otras quizá no, pero como este es mi blog más personal, aprovecho para contar lo que se me viene a la cabeza, quizá en muchas ocasiones sin ver si resulta o no repetitivo, algo que quizá sea un poco negativo, pero bueno...
Creo que voy a comenzar dando un poco la brasa de nuevo con el tema de las preparaciones. Por ahora ya tengo prepradas las próximas cinco semanas de entrenamiento de cara a Valladolid, pero la verdad es que tengo mis dudas sobre las sesiones de series. En un principio he programado un par de días con ellas, lunes y miércoles, pero he de reconocer que el hecho de estar preparando una prueba federada no acaba de motivarme lo suficiente como para ponerme a metros rápidos. Está claro, y esto todos lo sabemos, que para mejorar en esto hace falta hacer series y que sin ellas llegará un momento en el que nos estancaremos, sin tener ninguna mejora, y ahora que empezaba a ver unos tiempos interesantes en el GPS (hoy mismo he conseguido hacer tres kilómetros seguidos a 3.45, 3.42 y 3.46) no es plan de perderlos, pero la verdad es que es más complicado de lo que yo creía sumar días de calidad. Había quien me había comentado que le costaba sumar sesiones de calidad cuando salía a entrenar y me costaba entenderlo; sin embargo, ahora eso me pasa a mi y, como muchos fondistas, tiendo a caer en el error de sumar kilómetros a ritmo de rodaje (salvo alguno donde me emociono y voy más rápido de lo indicado, con el correspondiente bajón de fuerzas en los últimos kilómetros...), lo que provoca una situación que muchos no se creen: si bien es cierto que ahora he hecho rodajes a 4.10 min/km o incluso alguno a 4.00, me cuesta hacer un kilómetro a un ritmo de 3.20, un tiempo al que cuando metía series o cambios de ritmo en condiciones solía hacer unos cuantos kilómetros seguidos. Esto es algo habitual entre los que somos fondistas trotones, algo en lo que me he convertido tras decidir ser mi propio entrenador. Reconozco que es un error muy grande, pero también creo que las series pueden resultar casi un martirio y que no todo el mundo disfruta haciéndolas; desde luego, hay muchísimas gente a la que le gusta correr rápido, rápido, y para ellos las series son como para mi los rodajes, algo con lo que disfrutar, dando igual la distancia que toque haccer en ese entreno de calidad, si son largas o cortas, lo importante es poder correr todo lo rápido que se pueda. En mi caso, reconozco ser una persona picona y no me gusta ir a las carreras a perder el tiempo, pues cuando me pongo en la línea de salida tengo que llegar a la meta con la sensación de cansancio suficiente como para decir que he hecho algo, pero de ahí a lo ir a disputar en las federadas no me motiva, lo que me provoca que con esto de las series muchas veces me cueste ser estricto. Aunque muchos diréis que qué hago diciendo con mi edad eso de que soy atleta jubilado, pero el hecho es que he perdido ese afán que tenía por disputar las federadas y únicamente me motiva darme caña en las populares. 
Bueno, el hecho es que ahora, en teoría, comienzo unas semanas donde meteré días de calidad y, a la vez, rodajes. Sobre estos últimos, toca bajar un poco la intensidad para llegar algo más fresco a las sesiones de calidad (como podéis entender, todo esto es la teoría, lo de la práctica más o menos viene explicado en el párrafo anterior; hago esta explicación para que este párrafo no suene contradictorio), las cuales deberían ser algo más fuertes de lo habitual. Los ritmos para estas sesiones de calidad creo que deberían estar sobre lo 3.20 min/km y en los rodajes hacer alguno un poco más vivo, pero por norma general ir entre 4.15 y 4.30 min/km. Respecto a los días previos a la carrera, he modificado lo que tenía pensado hacer antes en los días anteriores a las citas previas para Valladolid. Finalmente, los sábados (las carreras coinciden en domingo) tocará rodar entre 30 y 40 minutos muy cómodos y hacer unas pocas progresiones para activar un poco. Con eso será suficiente para ir a darme caña el día de la carrera.
Este domingo será el Cross de Ávila, una prueba a la cual le dedicaré un artículo extenso a finales de semana. Por ahora solo comentaré que la idea es ir a darme caña, aunque quizá lo de mejorar el tiempo del año pasado esté un poco complicado, aunque habrá que intentarlo desde el primer metro de la carrera. El día previo tocan 40 minutos muy, muy suaves y unas progresiones para activar un poquito las piernas; con eso será suficiente para que las patas estén a tono en el cross abulense, uno de los mejores que he corrido. No estaría mal que el tiempo respetara más que el año pasado, porque menudo día tuvimos para competir, con todo el circuito cubierto por una nevada. ¿Ganar (por supuesto, en mi categoría)? Lo veo complicado, pero aun así habrá que ir a luchar. Esta si es una carrera que me motive para darme bien de caña, aunque serán mis piernas y el propio cross los encargados de ponerme en mi sitio dentro del pelotón de atletas que formemos esa carrera.
Y, para cerrar el artículo, cambio un poco de tercio, pero solo un poco, pues lo que tengo pensado comentar ahora está relacionado con todo lo anterior. ¿Por qué entrenar si, en cierta medida, no busco competir? Ésa pregunta me la hacen muchos conocidos, comprendiendo unos mis respuestas, mientras que otros deciden aferrarse a la competición pura y dura. Cada uno tenemos nuestros puntos de vista, y el mío es que corro porque me gusta, porque me lo paso bien. Soy consciente de que no voy a poder dedicarme a esto de forma profesional, sino con lo que estudie. Además, a mi me motiva más la mentalida del atleta popular, la de tomar parte de una carrera por el simple hecho de poder salir; si luego voy unos puestos por delante o unos puestos por detrás no me importa si he cumplido con lo de disfrutar y no haber desperdiciado el tiempo (desde mi punto de vista, claro). Pero es evidente que, como dije, cada uno tiene una forma diferente de ver el deporte y la mía no tiene por qué ser válida para otros. Entonces, ¿he vuelto o no a la competición? No he dicho que yo haya vuelto aunque tenga mi licencia renovada. De haber vuelto estoy seguro de que ahora mismo estaría cumpliendo un plan de forma mucho más rigurosa a como lo sigo ahora, y debería correr mucho más rápido de lo que voy ahora. No estoy de vuelta, de volver algún día a competir en serio entrenaría de forma diferente, con más series a más intensidad. Pero por ahora sigo siendo un popular machacón, pero esta vez metido en pruebas federadas.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

No hay comentarios: