martes, 24 de marzo de 2015

Atletismo y música

Si ayer escribía contento porque tenía una idea para escribir, hoy vuelvo a escribir un poco enfadado porque no se me ocurre nada. Vale, lo mismo soy demasiado espeical para esto de la escritura y no me guste reconocer que no siempre tenemos ideas. Puede que sea eso, pero me cuesta reconocerlo. De entre mis aficiones, que no sé si serán muchas o pocas, están el deporte de fondo, la escritura, la música (para escucharla) y, cuando no estoy muy cargado con los estudios, la lectura. Esto último es así porque ya bastante saturados acabamos de leer una y otra vez lo que nos entra en los exámanes como para poneros luego a leer. Aunque es cierto que a mi me encanta y si un libro me engancha no paro hasta que no me lo "ventilo". Supongo que, por el resto, se explica la necesidad de ponerme a escribir sin ideas, igual que cuando nos ponemos a correr sin objetivos claros. Igual que mi cuerpo me pide ponerma a correr cada día unos cuantos kilómetros (cuantos más mejor), también me pide juntar unas cuantas líneas, y creo que en ambas ocasiones, quizá, por el mismo motivo: olvidarme un poco de la rutina del día a día. Me gusta correr porque me permite olvidarme de todo durante un rato, me gusta escribir porque me deja contar lo que quiero a todo aquel que le apetezca leerlo, y me gusta escuchar música por el simple hecho de escucharla. 
Miguel Ríos.

Del atletismo hablaré más abajo, pero voy a hablar de música. La verdad es que soy muy especial con este tema. Me gusta escuchar a cantantes que me digan algo, que me transmitan unos sentimientos, que me cuenten unas historias, aunque también hay cantantes o grupos musicales que me gustan por el ritmo de su música. Dentro de nuestra geografía me encanta el granadino Miguel Ríos. Aunque muchos de los temas que interpretó a lo largo de casi medio siglo de vida dedicado a la música no fueron suyos, sí tuvo otras canciones hechas por él. Es el caso del tema "Boabadil el Chico (Se va al Norte)", uno de mis temas favoritos de Miguel. "Aun recuerdo Granada en la brume de mi niñez, yo era Boabdil, jugando a perder..." Este tema me transmite sentimientos por algo que se deja atrás, por dejar parte de tu vida atrás por ir en busca de lo que es un sueño, pero a la vez sabiendo que, tarde o temprano, volverás a tu lugar de origen. Preciosa canción, muy recomendable. El "Blues del autobús", en la cual, si no me eqivoco, participó en su elaboración Víctor Manuel, es un tema que también cuenta una pequeña historia acerca de los viajes y vivir en la carretera. "Cada día despierto en distintia habitación..." Otro buen tema, para mi con cierta poesía, al igual que la de Boabdil, es "El río". Genial tema del granadino, también muy recomendable. Y soberbia su interpretación de "A todo pulmón", con una frase que me encanta: "Defender mi ideología, buena o mala, pero mía, tan humana como la contradicción". Y cómo no, el Rock&Rios. ¡Vaya conciertazo y menudas interpretaciones! Muchas de esas canciones se han convertido en un icono. Creo que desde entonces un concierto de Miguel sin "Bienvenidos" ya no es lo mismo. Otro tema que me encanta es el de "Cosas que siempre quise contarte", canción que escribió para su autobiografía, con el mismo nombre. Tengo también otros músicos españoles que me encantan. Nino Bravo es otro de ellos. Menuda voz tenía. Sergio Dalma también me gusta, con esa voz caracterísitca suya. De Camilo Sesto me quedo con unos cuantos temas también. "Getsemaní" me encanta, quizá la canción suya que más me gusta. Gente como Joan Manuel Serrat también tienen interpretaciones que me gusta escuchar. "Mediterráneo" es un buen tema. En concreto, Serrat me gusta por cómo canta los temas. Sabina tampoco me disgusta, aunque para él soy más selecto y solo me gustan un grupo muy concreto de temas. Y ahora estoy descubriendo a Antonio García de Diego. Guitarrista con Miguel Ríos en alguna ocasión, por ejemplo en el Rock&Rios, el otro día descubrí una interpretación de "Amor se llama el juego", un tema de Sabina. La verdad, me impresionó su forma de cantar transmitiendo sentimientos, y su forma de tocar el piano. 

Los anteriores son unos cuantos de los españoles que me gustan. Del extranjero, indudablemente Queen es mi grupo predilecto. ¿Por qué canción me decanto? Muy complicado elegir una sola. Además, con este grupo me sucede algo curioso. Si bien, quizá, solemos tener una tendencia a favoritimos en los grupos musicales (a uno le gusta más el guitarrista, a otro más el cantante...), a mi con Queen me sucede lo contrario: me gustan todos. Freddie por su voz y la capacidad para llamar la atención del público; Roger Taylor por su forma de tocar la batería y, en alguna ocasión que le he visto cantar, por su forma de hacerlo; John Deacon, por su forma de ser, aparentemente callado y tímido, pero creo que fundamental en el grupo, y Brian May por su forma de tocar la guitarra. Y, en conjunto, porque creo que era un grupo musical formado por cuatro genios. Aunque es cierto que tengo la sensción de que los músicos son, en cierta medida, todos unos genios. De los extranjeros, solo me gustan estos. Por cierto, a Knopfler no lo puedo ni ver, y a Blackmore menos. Manías que coge uno...
Brian May.
Ahora toca hablar de atletismo, algo que domino más que la música. Ayer os comentaba que se me han cruzado los cables y me ha dado por volver a competir, con algún otro matiz, pero volver a la competición. ¿Qué me ha llevado a volver a meterme en estos sitios? Pues, realmente, una cruzada de cables. Fuera bromas y siendo sincero, tenía la sensación de encontrarme con ganas y un poco mejor de forma (aunque con muchísimo por mejorar), así que, aprovechando esta situación, y antes de "arrepentirme", he decidido probar otra vez a tomarme las competiciones como me las he tomado hasta hasta hace año y medio, es decir, saliendo a sufrir desde el metro uno. Ahora creo que mi corazón ya no está como antes, ya no voy a 200 pulsaciones como en la Carrera de la Guardia Civil o en el 5000 de Moraleja del Vino. Ahora mismo voy algo más bajo, es más, me cuesta mucho llegar a las 190 pulsaciones entrenando, unas pulsaciones a las cuales antes llegaba en cualquier entreno de series. Sin embargo, ahora estas las hago sobre 180-185 pulsaciones, esporádicamente paso las 185, pero me pongo, como mucho, a 186/187. Las 189 o las 190 las he tocado en alguna sesión de cuestas, pero de forma esporádica. Pero, como bien sabéis los lectores que sois un poco antiguos en el blog, cuando decidí parar estaba sacando sobre las 197 medias, una barbaridad. Pongo el ejemplo del 5000 de Moraleja. Allí saqué ese pulso medio, pero llegué hasta las 203. Tengo la imagen de ir corriendo por las calles del pueblo e ir viendo en el pulsómetro 199, 200 pulsaciones, e ir pensando que esta vez el pulsómetro no iba mal, el que iba para reventar en cualquier momento (bueno, mejor dicho, iba ya hecho una piltrafa) era yo, y es que, cuando vas más alto de tu pulso habitual, se nota, todos lo sabemos, más cuando estamos hablando de 200 pulsaciones, una auténtica barbaridad. Pero ahora creo que ya no estoy para mantener ese pulso, algo que creo que puede ser positivo. Mirando las pulsaciones medias que he sacado en Fuentesaúco, por ejemplo, veo que fueron 189 medias y máximas 196, lo que llegó a ser mi pulso medio fue el máximo en esta competición. Pongo este ejemplo, pero podemos hablar de otras competiciones de la pasada temporada y se puede ver que iba muchísimo más bajo a ritmos muy semejantes. 
Uno de los mejores fondistas de nuestro país, Chema Martínez.

Este tiempo alejado de las competiciones me ha servido para aprender muchas cosas. Quiero volver a competir, a entrenar como entrenaba y a comarme las carreras como me las tomaba antes. Mantengo que la competición es un vicio como otros muchos, pero nos gusta y, como solemos decir, para uno que tenemos... He criticado mucho eso, esa pequeña adicción que provoca el aplauso del público en las competiciones, el ir a bajar una marca, el ir a ganar una carrera... Y gente como yo, picona, pues acabamos volviendo. No sé hasta qué punto será malo competir, estoy seguro que no es muy beneficioso, pero creo que, dentro de lo malo, no es de los peores vicios que hay. Eso creo. 
La idea es volver a preparar la temporada de campo a través, que tanto me gusta, pero mi vuelta a las carreras no se va a hacer esperar. Aunque quizá no estoy en el mejor momento de forma, el próximo día 12 de abril nos veremos en la primera carrera de mi regreso, el I Cross "Villa de Moraleja del Vino", sobre 11700 metros. Esta competición tiene su punto especial para mi. Ese mismo día se celebra una marcha en homenaje a Paco, un compañero ciclista que nos dejó mientras hacía lo que más le gustaba, pedalear. Fui con él en aquella salida y fue un palo muy gordo. Estaba muy vinculado a Moraleja del Vino, por eso para mi es tan especial hablando de temas de sentimientos competir en este pueblo. El domingo 12 tocará correr todo lo rápido que pueda para dedicarle un buen puesto. Siempre tengo a dos personas presentes cuando compito en cualquier carrera, uno de ellos es él. ¡Va por vosotros! ¡Sois grandes!
Kenenisa Bekele.

Sobre los entrenamientos, ya comenté que ayer tocó la primera sesión de series del plan. Fueron cinco kilómetros para calentar y luego, 1x3000, 1x2000 y 1x1000 recuperando tres minutos, acabando con 5 minutos de rodaje cómodo. La primera serie la pasé en 9'43", pasando el primer mil a 3'04" (con aire a favor), la segunda la pasé en 6'46" y el 1000 en 3'18". Para soltar, otros cinco minutos. Al final completé algo más de 12,10 kilómetros en 47'07", a 3.53 min/km. Para hoy tenía previsto hacer algo de rodaje, así que me puse manos a la obra, repitiendo parte de la ruta de ayer, para luego meter un nuevo tramo, completando así 11.90 kilómetros en 47'53", a 4.01 min/km y 162 pulsaciones medias. Ahora, me toca seguir entrenando para seguir mejorando poco a poco. Mañana, tras el rodaje de hoy, está programado un entrenamiento que me gusta bastante: 6x1000 con dos minutos de recuperación. Mañana voy buscando ver qué tiempos hago en esta distancia. Me gusta tomar como referencia los tiempos en este entrenamiento, la verdad. Luego, el jueves toca un rodaje de 55 minutos a ritmo libre, el sábado 13 kilómetros con cuestas y el domingo 60' de carrera continua cómodos, sobre 155/160 pulsaciones. Así está programada esta semana. Pero vayamos poco a poco y hay que cumplir los miles de mañana. Y luego, a por unos buenos entrenamientos, de los que a mi me gustan, con volumen.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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