domingo, 25 de octubre de 2015

Carbajales y semana 1

Hoy me pongo a escribir para tocar diferentes temas. El primero, y seguramente el principal, es el de la competición de hoy en Carbajales de Alba. Pero también me gustaría tocar otros temas, vinculados al atletismo, por supuesto. Vamos a ver qué sale. 
Esta mañana tocó calzarse de nuevo las zapatillas para participar en el II Cross Solidario "Villa de Carbajales", sobre 8000 metros. La competición se presentaba bastante interesante, con unas cuantas liebres en la línea de salida. Yo seguía pensando en mi objetivo de salir con el grupo de delante e intentar aguantarles todo lo que pudiera. Dada la salida, el ritmo durante los primeros metros fue relativamente cómodo. En estos primeros metros fuimos un grupo bastante grande de atletas encabezando la prueba, aunque poco a poco, con el paso de los kilómetros, fueron reduciéndose las unidades que formaban parte de este grupito, para quedarnos finalmente los cinco primeros clasificados: José, Marco, Luis Alberto y Héctor. Este grupo también tardó más bien poco en deshacerse. Yo fui el primero en descolgarme, en una bajada con piedrecillas sueltas y un camino algo estrecho. A partir de ahí, el grupo que iba delante aguantó algo compacto, pero tampoco demasiado tiempo. Josico y Luis Alberto tiraron para delante, Héctor se mantenía a una distancia y Marco a una de éste, y éste a una de mi. Logré darla en un tramo en subida. Al pasarlo, intentar que no me cogiera. Miré hacia delante. Veía a Josico con Luis Alberto varios metros delante, y a Héctor unos metros más adelante. ¿Y si me pongo...? Lo mismo hasta puedo luchar por el podio. Eso era lo que se me iba pasando por la cabeza. Seguí, por supuesto sufriendo. Y me encuentro con la cuesta más dura de la competición. Algo más de un kilómetro en cuesta, donde me iba a tocar sufrir mucho más de lo que tenía pensado. Van pasando los metros y, tras coger la curva de la mitad, me encuentro con que Luis Alberto sigue delante, pero Josico se va quedando. Esto sí que no me lo esperaba. Le paso y le pregunto qué es lo que pasa. Entre la sorpresa, la cuesta y el esfuerzo tampoco dio para mucho, solo entendí algo de la subida. Yo seguí a lo mío, tirando como podía por mantener lo que llevaba. Siguiendo, también había logrado dar caza a Héctor, a quien debo agradecerle el que aun no esté dando vueltas por Carbajales. Al darle caza se vino conmigo hasta la misma meta. A la entrada en el pueblo debo reconocer que no sé si por el esfuerzo (esto es lo que tiene ir a casi 200 pulsaciones) o porque el circuito no estaba bien señalizado (esto último me lo ha comentado también algún compañero), o por la suma de ambos factores, el hecho es que empecé a tener un despiste tras otro con los cruces. Héctor, que venía bien pegado, me iba corrigiendo en cada curva. ¡Gracias, compañero! En mi primer despiste, al cogerme, me comentaba que siguiera delante, pues era el puesto en el que iba antes de verme obligado a frenar por no tener claro por dónde tenía que ir. Le comenté que no, teníamos que llegar los dos al sprint y que llegara primero al que le correspondiera por la carrera. Así, a falta de pocos metros, me sobrepasó. Yo ya llevaba las piernas y el corazón al límite, así que no tuve opción: ver cómo se me iba. El corazón iba a casi 200 pulsaciones y las piernas, rotas de todos los repechos (daba pena verme subir el último repecho que teníamos, ya en el pueblo). Lo que sí tuve que hacer fue ver a qué distancia venía el siguiente atleta, para, por lo menos, mantener el podio. Finalmente logré colocarme tercer clasificado en la categoría Absoluta y segundo en la categoría Senior. Los datos del Garmin fueron: 8220 metros en 29'01, a 3.32 min/km y 191 pulsaciones medias.  
En el tema competitivo, la verdad es que llegué bastante contento por cómo me había notado. Aunque me he llegado a poner a 200 pulsaciones y las piernas estaban tocadas por las cuestas, me he notado genial de sensaciones y, lo mejor de todo, he vuelto a verme competitivo, con ganas de sufrir para ver hasta dónde podía llegar. He ido, además, compitiendo con buenos atletas y amigos. La verdad es que, en este aspecto, la moral me ha subido muchísimo. Otra cosa es lo que tiene que ver con el circuito. La organización, en temas generales, me ha parecido que estaba bastante bien, pero el circuito no me ha parecido del todo apropiado para una carrera popular. Me explico. He corrido en pruebas por caminos que parecían carreteras recién asfaltadas de lo cómodo que se corría por ellas, y también he corrido pruebas (en ambos casos hablo de populares) por caminos ciertamente incómodos para correr, pero que, mirando, permitían seguir corriendo al ritmo de la carrera. Sin embargo, hoy me he notado especialmente incómodo en el circuito de la carrera. No ha sido por las cuestas, sino por el piso por el que ha transcurrido la prueba. Muchos tramos teniendo que correr sobre hierba porque sobre el camino era casi imposible, o tramos con un montón de piedrecitas sueltas, donde di más de un patinazo, incluso algún tramos con piedras que, aunque clavadas en el suelo y con algo de tierra por encima, me provocaron algún resbalón. Lo del barro, pues era algo inevitable, las cosas como son.  Respecto a la señalización, a parte que hacíamos fuera del pueblo estaba bastante bien marcada, pero a la entrada del pueblo, ya comenté que no sé muy bien si por el esfuerzo o porque no estaba bien señalizado, el hecho es que si no es por Héctor, aun estoy dando vueltas por allí. 
Con la competición de hoy, completo la primera semana del plan de entrenamiento que me preparé con el objetivo de bajar de 34 minutos en 10.000 metros. De esta semana creo poder sacar bastantes buenas conclusiones. He conseguido completar lo marcado prácticamente todos los días, a excepción de lo que tenía ayer, pues estaban marcados 30 minutos y unas rectas y acabé haciendo 11 kilómetros a ritmo cómodo y las rectas. Pero, aun así, mirando todos los entrenamientos creo que puedo sacar buenas conclusiones. He cumplido con las series y con los rodajes, y hasta he tocado ritmos que hacía un montón de tiempo que no tocaba, como fue el caso del jueves, haciendo un 1000 en 3'15 y un 2000 en 6'43. Además, con la competición de hoy en Carbajales también me he dado cuenta de que me voy notando cada vez mejor a ritmos que no hace demasiadas semanas me veía bastante atrancado y, encima, hasta me he visto competitivo. Vamos, que acabo contento, en resumidas cuentas. En total, esta semana he sumado 75 kilómetros. 
Ahora, toca seguir con el plan de entrenamiento. Mañana comienzo la segunda semana. Mirando por encima, se presenta interesante. En resumidas cuentas, mañana toca un rodaje a ritmo cómodo para comenzar la semana, el martes 12x500, el miércoles 16 kilómetros de rodaje, el jueves 4x2000, el sábado cuestas y el domingo la tirada larga de 18 kilómetros. En los rodajes del miércoles y domingo he incluido algún matiz para los últimos kilómetros, que tocará hacerlos un poquito ágiles, pero vamos, siendo breves, eso es lo que tocará entre mañana y el domingo. ¿A qué conclusiones llegaré el próximo domingo tras completar la tirada larga? 
Algo que he aprendido esta mañana es algo que llevo aprendiendo desde que comencé a competir esta temporada en La Zarza de Pumareda. La verdad es que sigo descubriendo las carreras populares, y cada vez que corro una me enganchó un poquito más al ambiente que hay en estas carreras. Da gusto juntarse con todo tipo de deportistas, desde los que salen a ganar y entrenan todos los días con entrenador y demás, hasta los que entrenan uno o dos días sin un plan establecido, que solo corren por estar un poco en forma, y cuyo único objetivo es llegar a meta, dando igual el tiempo o el ritmo, solo el llegar y verse en la clasificación. Me encanta, además, mezclarme con los conocidos tras la prueba y comentar cómo nos ha ido la jugada, y nuestras opiniones sobre la prueba. Para mi eso es una gozada. Poco a poco, me voy enganchando a esta forma de entender el atletismo. Y la verdad, tan rápido como me estoy acostumbrando a esto, me estoy olvidando de la competición federada. Cuando acabé la pasada temporada tenía previsto hacer alguna cosilla federada, pero la verdad es que todo se quedó en un pequeño calentón y ahora sigo pensando igual que hace un par de años, prefiriendo mil veces el deporte popular. Sé que estando bien de forma puedo andar bien, pero también soy consciente de que no voy a poder llegar nunca a la élite del atletismo, así que creo que lo de ir a pruebas federadas no está hecho para mi. Quizá mi mentalidad tenga algo que ver, pues, como ya he comentado en varias ocasiones, pienso que en las populares puedes salir o a disputar, o a disfrutar, mientras que en las federadas solo se puede salir a disputar, o a por una marca determinada que nos de el billete asegurado para otra más importante. Ésos no son mis objetivos. Quedo conforme con hacer carreras como la de esta mañana. Por ejemplo, en León salí con la idea de bajar mi marca en 10.000. Tenía 34.40 y quería hacer menos. Bueno, llegué a meta con 36.20. ¿No sale hoy? Pues bueno, no ha salido. Sé que no me va la vida en ello, así que no me agobio, sigo con mis entrenamientos y si no es en León, pues será en otro sitio o sino, nunca bajaré esos 34.40. Eso es solo un objetivo personal, no una obsesión para poder seguir manteniendo mi patrocinio. Así que sigo en mi idea de no forma parte de ninguna prueba federada, solo hacer carreras populares. En estas dos temporadas anteriores seguí corriendo en Atapuerca y la temporada pasada (bueno, ésta, que la nueva empieza en noviembre) tomé parte de esa y, además, Aranda, Venta de Baños y Valladolid, pero las tenía programadas. Sin embargo, ésta temporada no quiero saber nada de todas ellas, porque no entran dentro de los objetivos que tengo en mente. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

jueves, 22 de octubre de 2015

Entrenamientos y Carbajales

Hoy me pongo a escribir con la idea de hacer un balance de cómo han sido los entrenamientos de esta semana y comentar algunos temas sobre la competición del domingo en Carbajales de Alba, entre otras cosas. 
Los entrenamientos van pasando, y creo que esta semana puedo hacer un balance bastante positivo sobre estos. Me ha tocado sufrir en alguna ocasión, pero la verdad es que he conseguido algo muy importante durante estos cuatro primeros días, disfrutar corriendo. La semana la comencé con un rodaje a ritmo cómodo. Con las piernas bastante cargadas del fin de semana, logré completar poco más de 10.20 kilómetros en 48'02, a 4.42 min/km y 155 pulsaciones. El martes me calcé las zapatillas para hacer unas series cortas. Tras completar los primeros cinco kilómetros de calentamiento, me puse manos a la obra con las series, 14x400 recuperando un minuto entre cada serie. Los tiempos fueron: 1'16, 1'17, 1'16, 1'14, '16, 1'15, 1'15, 1'15, 1'16, 1'15, 1'15, 1'17, 1'17 y 1'17. Para acabar, un par de kilómetros para soltar. Así, completé 13.6 kilómetros en 54'33", a 4.01 min/km y 162 pulsaciones medias. El miércoles tocó hacer un rodaje por sensaciones. Así, me fui a dar de nuevo la vuelta a Cabañales, aprovechando los últimos días con luz. Acabando especialmente contento por las buenas sensaciones, completé un total de 16 kilómetros justos en 1h09'47", a 4.22 min/km y 161 pulsaciones medias. Y siguiendo con el plan, hoy completé la segunda sesión de calidad de esta semana, esta vez con la colaboración en bici de mi padre y, en dos series, también de Tito. Así, completé los primeros cinco kilómetros de calentamiento. Hecha la primera parte del entrenamiento, tocó ponerse serios y comenzar a sufrir. Tocaban series en pirámide, 1000-2000-3000-2000-1000 recuperando tres minutos entre cada serie. Los tiempos fueron: 3'15-6'43-10'23-7'10 y 3'29. Para acabar, completé un par de kilómetros a ritmo cómodo para soltar. Así, he completado otros 16 kilómetros en 1h01'32, a 3.50 min/km y 167 pulsaciones medias. Hoy la verdad es que me he notado especialmente bien de sensaciones. Aunque me ha tocado sufrir en las series (he llegado a 190 pulsaciones en las series), me he visto relativamente cómodo a los ritmos a los que he ido. La verdad es que me gustaría tener más días de series así.
Completadas las series de hoy, toca empezar a relajar de cara a la competición del domingo. Así, en un principio mañana está planteado el día de descanso y el sábado, 30 minutos de rodaje a ritmo cómodo y unas rectas para activar las piernas, antes del plato fuerte que me espera el domingo en Carbajales de Alba.
Hablando de Carbajales, la verdad es que tengo ganas de correr en esta prueba. Aunque sí conozco la zona de haberla transitado en bici, nunca he competido por allí, así que ésta es una buena oportunidad para conocer esta zona con las zapatillas. Por lo que me han comentado, el circuito debe ser casi todo por tierra y con bastantes toboganes a lo largo de sus ocho kilómetros de circuito, así que, en este aspecto, supongo que tendré que controlarme un poco para evitar fastidiar la carrera en los primeros repechos. Por lo demás, la verdad es que apenas he mirado los inscritos. Sí he visto por encima alguna buena liebre, y algún conocido (y galgo) me ha confirmado que nos tocará vernos en Carbajales. Mi objetivo principal para esta competición serán varios. El principal, disfrutar de la carrera. Ése para mi será el más importante. Por lo demás, ahora parece que estoy algo más animado para competir y demás, así que habrá que intentar forzar un poco para ver hasta qué punto aguanta el cuerpo con los primeros de la clasificación. Me planteo intentar aguantarles todos los metros o kilómetros que pueda.
Poco a poco voy intentando centrarme con los entrenamientos. Mentalmente me voy viendo mejor, aunque sigo teniendo días de tener muchos días de sufrir con otros donde lo único que quiero es salir, rodar mis kilómetros, cuantos más mejor, eso sí, pero sin sufrir. Voy intentando superar esos días lo mejor que puedo e intentar cumplir con las series que me van tocando en los días marcados. También me intento planear objetivos deportivos para intentar motivarme para hacer las series. Entre uno de esos objetivos está el de volver a encontrarme igual de bien que cuando gané en Bañobárez. Éso esta dentro de mis planes, pero al verdad es que lo veo poco factible. Mi cuerpo, supongo que por los entrenamientos tan voluminosos a los que suelo someterle, tiende a quejarse con cierta facilidad, y ya me parezco a los compañeros que se quejan de molestias entre el cuello y los dedos de los pies. Yo también tengo abanico de quejidos del cuerpo que voy ampliando según van pasando los entrenamientos. Pero, si os digo la verdad, y esto ya lo he dicho en otras ocasiones, puedo decir que estoy disfrutando de una nueva vida deportivo que comenzó hace ya un par de años. No sé cuánto va a durar, pero intentaré disfrutar de esto todo lo que pueda. ¿Y tengo algo previsto si tuviera que dejar de correr? Pues bueno, aparte de correr y esas cosas, también estudio, y ya he dicho en varias ocasiones que no me voy a ganar la comida con esto, sino con mis estudios, así que, aunque siga entrenando, ellos seguirán siendo quienes, en un futuro, me permitan ganarme un sueldo. Pero, aparte de ello, y solo en el caso de que no pudiera seguir con el deporte, rellenar todo el tiempo que le he empleado a él a intentar aprender algo de música, por ejemplo. Pero bueno, por ahora el cuerpo me permite seguir corriendo mis seis días semanales y seguir dándole tralla, así que vamos a aprovecharlo.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Dopaje

Estamos viviendo una época en la que se nos mete el éxito por los ojos. Parece que hemos llegado al mundo solo para una cosa: triunfar. Bueno, triunfar y ganar dinero. Eso sucede en muchísimos ámbitos de nuestra vida. Y es una lástima que el deporte no esté apartado de estos problemas.  
Lograr el éxito es algo relativo. No siempre es llegar el primero. Hay ocasiones en las que lograr el éxito es no caer en ciertas tentaciones. Una de esas tentaciones dentro del deporte son las ayudas externas para mejorar nuestro rendimiento. Con estas ayudas no me refiero a un masaje, sino a una serie de sustancias cuyo uso está prohibido en la práctica deportiva, pues suelen utilizarse para mejorar nuestra recuperación y poder llegar a un mejor estado de forma. Vamos, lo que viene siendo ser un tramposo, con menos palabras.  
El doping es una lacra para el deporte, pero también un tema de lo más relativo. Cuando un deportista se dopa, ¿lo hace para poder cubrir las exigencias de su trabajo o porque el hecho de ganar mucho dinero o de vencer le puede? No busco explicaciones para los deportistas dopados, es más, soy de los que piensan que deben tener un castigo, pero sí debemos entender las situaciones individuales de cada uno para buscar una explicación a ese engaño a los aficionados y a él mismo. Cuando hablamos de la élite del deporte, o a unos niveles quizá no de profesionalismo pero sí de deportistas amateur con posibilidades de dedicarse a esto de una forma profesional, debemos entender que tienen unas exigencias físicas impresionantes, y que su sueldo depende de esto. Pero no nos olvidemos que un médico, un profesor, un albañil, un periodista o un peluquero también tienen unas exigencias muy altas dentro de su vida profesional y que, por lo tanto, quizá eso no sea motivo suficiente para justificar el hecho de tomar unas sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento. Exigencias tienen los profesionales de todos los trabajos, no solo los deportistas de élite, aunque sí es cierto que físicamente, el deporte de alta competición supone un desgaste físico y mental considerable. El desgaste físico suele ser la causa por la cual los deportistas tienden a utilizar las sustancias dopantes, poder aguantar esos duros entrenamientos y poder asimilarlos de cara a las competiciones. Puede que ésta sea una causa. La otra es el de ganar y ganar. Yo pienso que, realmente, cuando alguien acude al dopaje está involucrado en ambas causas. Por un lado, intenta aguantar lo mejor posible sus entrenamientos diarios, pues estamos hablando de gente que  no puede fallar ningún día, pues necesitan estar al cien por cien en la competición, y, por otro lado, el querer más ganar, esa ambición que está bien tener, pero dentro de unos límites.  
Pero, antes de cambiar un poco de tercio, me gustaría hacer un pequeño inciso. Por mucho que uno se dope, debemos tener en cuenta una cosa. El dopaje no sustituye las cualidades físicas que uno pueda tener para llegar a la élite. Es decir, yo, por mucho que me atiborre a EPO, nunca llegaré a la élite del atletismo porque no tengo cualidades suficientes para llegar a ser profesional. El deportista de élite se cuida como el que más e incluso aunque se dope, tiene que sacrificarse como el que más para poder mantenerse en la élite. Otra cosa es que, dentro de ese sacrificio que todos los deportistas profesionales tienen que hacer, unos hagan trampas para poder aguantar más, pero el dopaje nunca podrá sustituir las capacidades físicas y de sacrificio. Porque, ojo, uno puede doparse mucho, pero si no se entrena a diario no ganarán nada aunque se atiborren a pastillas, y tampoco el dopaje puede vencer a la pareza, pues si un deportista de élite no sale a entrenar porque hay niebla, o en su ciudad estén a -5 grados, o esté helando. Con eso el dopaje no puede. Con lo único que puede el dopaje (y no es poco, ojo) es, primero, con la mejora del nivel deportivo y, segundo, puede acabar con nuestra vida deportiva. 
¿Qué hacer con el deportista que recurre al doping como vía fácil para lograr victorias o ir mejor que sus rivales? Pues un castigo. He leído que hay gente partidaria de la sanción por dos años y otros de la sanción de por vida. Yo soy partidario de la sanción por dos años, pero solo en algunos casos. Me explico. Si un deportista da positivo, creo que estaría bien sancionarle con los dos años, pero le daría una oportunidad para volver a la competición, eso sí, teniendo en cuenta que ha tenido problemas de dopaje. En el caso de que no volviera a dar positivo, pues que siga compitiendo hasta que se retire. Pero, ojo, si diera positivo una segunda vez, sí soy partidario de la sanción de por vida. Pero, claro, luego son las organizaciones de cada deporte quienes deciden la sanción que le corresponde a cada deportista. De lo que no soy partidario es de lo que se ha hecho con deportistas como Roberto Heras. Se tuvo que retirar sin una Vuelta a España en sus palmarés que había ganado. Vale, se la quitaron por un positivo. Pero luego resulta que, unos años después, se la devolvieron y la quitaron la sanción por EPO. En fin, no veo lógico que un deportista se dope, pero tampoco veo muy lógicas algunas de las decisiones que se toman por parte de las organizaciones deportivas. 
Pero el dopaje no solo acaba creando problemas para el propio deportista, sino que también provoca reacciones negativas hacia el deporte. Para mi, uno de los principales problemas de la crisis que  hemos tenido con la base en el atletismo y el ciclismo han sido los casos positivos de atletas y ciclistas. Cuando los padres están metidos en este mundillo, ya saben qué es lo que se cuece dentro y cómo funciona todo, pero, visto desde fuera, en muchas ocasiones damos la impresión de ser unos dopados, y los padres que no estén aquí metidos prefieren que sus hijos hagan otros deportes donde, a pesar de que hay controles y tal, los pocos (mínimos) casos positivos no son dados a conocer. Así, los padres prefieren que sus hijos hagan esos otros deportes. Así, para mi ese es uno de los motivos por los que el fútbol, por ejemplo, tiene muchos más niños que el atletismo o el ciclismo. Ése, repito, solo es uno de los motivos. Yo sigo manteniendo que, a pesar de todo, las zapatillas y las dos ruedas siguen dando unos valores que muy pocos deportes aportan.  
En mi caso personal, como habéis podido ver a lo largo del artículo, no soy nada partidario del dopaje. Nunca se me ha pasado por la cabeza tomarme unas sustancias que me ayuden a mejorar mi rendimiento. Soy partidario del entrenamiento diario como única vía para mejorar nuestro rendimiento, y considero a los deportistas dopados casi como enemigos. Arriba comentaba que soy partidario de la sanción como vía de castigo para los deportistas que han dado positivo. Yo he coincidido con atletas que han tenido problemas de dopaje. He competido con ellos, y, aunque me han ganado, he intentado no sospechar de ellos a pesar de haber cumplido su sanción y he querido creer que iban limpios, pero la verdad es que, tras saber que un deportista se ha dopado, cuesta mirarle con otros ojos, las cosas como son, y muchas veces cuesta no pensar que, a pesar de que solo dio positivo una vez y ya ha cumplido sus dos años de sanción, puede que te haya ganado tomando alguna sustancia y que, simplemente, aun no le hayan pillado. A mi no me gustaría que, como deportista, se me mirara así, me gustaría que el resto de los deportistas me miraran como a uno más, que entrena a diario para intentar lograr sus objetivos a través del entrenamiento. Creo que ése es un motivo más que suficiente para no recurrir al dopaje. Por lo menos, a mi me lo parece. 
Entre todos, vamos a luchar por un deporte sin dopaje, donde la base de los triunfos sean los entrenamientos diarios sin ayudas externas prohibidas, vamos a luchar porque nuestros peques puedan tener buenos ejemplos a seguir en los atletas y ciclistas de élite, porque el atletismo y el ciclismo sean deportes que demuestren estar limpios, sin tramposos. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

martes, 20 de octubre de 2015

Cuando se pasa de afición a profesión

En el atletismo hay dos tipos de deportistas, los élite y los populares. Los primeros son deportistas profesionales que se dedican a entrenar y competir, mientras que los segundos corren cuando pueden, unos de una forma más seria, otros de una forma menos seria, unos con plan, otros sin plan, unos todos los días, y otros un día a la semana, pero con el único objetivo de pasárselo bien, disfrutar con lo que se hace y sabiendo que nuestra vida durante unos años no va a depender del atletismo, sino de un trabajo, que puede o no estar vinculado con el deporte, pero no con competir y ganar carreras. 
Los élite, como todos sabemos, se dedican de forma profesional a esto, con sus entrenamientos y sus entrenadores, enfocando todo a estar lo más adelante posible en carreras de cierto prestigio, o con el objetivo de lograr una mínima que les lleve a correr, por ejemplo, un Nacional o un Europeo. Estamos hablando de gente a la que unos pocos segundos o un puesto más arriba o más abajo les da o les quita la gloria, como suele decirse. Para ello, igual que otros trabajadores para sus respectivos trabajos, tienen que entrenar bajo una presión bastante interesante, pues es muy impotante para ellos ir cumpliendo a diario con todos los entrenamientos y ver que llegan a los objetivos más importantes en un buen estado de forma para lograr sus objetivos y seguir ganándose un sueldo como deportistas profesionales. 
Dentro del mundo de los populares, hay muchas variaciones respecto a los profesionales. Dentro de este grupo tan amplio vamos a encontrar a atletas que entrenan uno o dos días a la semana junto a otros que entrenan seis días semanales, con un plan de entrenamiento determinado para poder lograr unos objetivos cronométricos en 10.000, media o maratón, por ejemplo. Pero, seamos de un grupo o de otro, resulta que nosotros, por muchos planes de entrenamientos que tengamos, tenemos una diferencia de lo más importante con los élite: no nos ganamos la vida con esto. Nosotros peleamos por unos objetivos, vale, pero somos conscientes de que si estamos preparando una media para hacer 1h35' y llegamos al día de la prueba y en vez de hacer la marca que queríamos hacer, nos topamos con que el crono dicce que 1h38'49 no vamos a tener que rendir cuentas a nadie, igual que tampoco nuestro sueldo va a depender de que nosotros hagamos o no 1h35 en media. Hablo de medias, pero lo mismo sucede con las carreras de 5000, 10000 o maratón. Es cierto que es un rollo preparar una maratón con el objetivo de hacer 2h45" y llegar a meta con 2h58", pero, al no depender nuestra economía de ésto, sabemos hasta qué punto ésto es algo negativo. Nosotros seguramente no logramos un objetivo y al día siguiente ya estamos tan contentos, pero cuando nos ganamos el sueldo con esto, seguramente el día siguiente no estemos demasiado contentos.
Toda esta parrafada anterior sobre populares y élites tiene algún motivo. El primero, pues que me apetecía hablar sobre las diferencias que suelo hacer entre élites y populares. La segunda, y quizá la que más me ha llamado para escribir esto, es una pequeña conversación que tuve hoy con Teo tras completar el entrenamiento que tenía programado. Esta conversación me ha servido para darme cuenta de varias cosas... aunque quizá no en el sentido en el que Teo me lo quería decir. 
Comencé en esto del atletismo hace seis años, y la verdad es que me costaba bastante correr rápido. No tenía problemas para rodar, pero las series y sobre todo los cambios de ritmo me hacían sufrir más de lo que yo me imaginaba, aunque es cierto que noté mejoría en un tiempo relativamente corto, y cada temporada, hasta la cuarta, fui en progresión, hasta llegar a hacer rodajes a ritmos de 4.00 min/km teniendo la sensación de ir rodando. También he hecho miles a 3.10-3.15 con facilidad, e incluso más de una vez he bajado hasta los 3.00-3.05, y puedo decir que he llegado a competir a ritmos de 3.10-3.15. Las cosas como son, reconozco que disfruté de aquella época de entrenamientos, éso no lo voy a negar. Pero igual que no niego éso, tampoco puedo negar que acabé saturado de entrenamientos y competiciones cuando decidí empezar a entrenar por muy cuenta. Me veía mentalmente cansado y físicamente tampoco estaba con la frescura de años anteriores. Decidí hacer un paréntesis, el cual no sabría cuánto iba a durar. Ahora, un par de años después, tengo varios temas bastante más claros y no me veo tan saturado de atletismo como llegué a estar.
Lo primero, o mejor dicho, lo que más me ha cambiado ha sido la mentalidad. He pasado de salir en las carreras a competir para hacerlo disfrutando. Ya no me planteo salir con una única idea, la de ganar. Ahora prefiero salir, primero, para disfrutar, y luego, para lo que salga. Éso me ha permitido que ya no haya llegado a mentener las 200 pulsaciones durante la competición, como llegué a hacer, por lo que no he vuelto a experimentar ese sufrimiento agónico que me llegó a suponer competir, algo que he agradecido especialmente, porque no es lo mismo ir a 185  pulsaciones que a 200... El hecho de comenzar a ser mi propio entrenado también empezó a aportarme bastantes beneficios. Por un lado, al comenzar a hacer solo rodajes, me despejé bastante de toda esa carga que tenía y que me había hecho modificar los entrenos. Más adelante, al comenzar a hacer series, comencé a conocerme más a mi mismo y, aunque ahora me cuesta centrarme con esos entrenos de calidad, sigo disfrutando de poder entrenar seis días semanales. 
Ahora, también es verdad, he comenzado a tener los problemas que tenemos los atletas de fondo que entrenamos a lo bruto. y es el de tener alguna que otra molestia por el cuerpo. ¿Preocuparme? Bueno, no llego ni a 20 años, y yo sigo empeñado en que la vejez deportiva me ha llegado antes de tiempo, pero, si os digo la verdad, ésto me da un poco igual. Estoy disfrutando del atletismo, que es de lo que se trata. Puede que ya no sea capaz de competir a 3.20 o de hacer miles a 3.00 minutos, pero puedo decir algo que un día no pude: disfruto. Es verdad que soy bastante bruto entrenando, que no entiendo nada de organizar entrenamientos y tal, las cosas como son, y que seguramente no llegue ni a los 25 años haciendo deporte. Pero bueno, el día que me toque dejarlo, supongo que hasta arriba de lesiones, al menos sé que he disfrutado. 
¿Creo que tengo cualidades para estar delante en las carreras? Pues he corrido bastante rapidillo, pero no creo tener tanta calidad deportiva como mucha gente me ha dicho. Tampoco he tenido cabeza suficiente como para plantearme objetivos serios, creo que siempre he sido más de ir viendo las carreras según iban llegando a ir a correrlas, sin más, y luego, según la época, ir con una mentalidad u otra, pero nunca con el objetivo, por ejemplo, de clasificarme para correr una gran prueba o de lograr una mínima. Físicamente creo que hay atletas que están mucho mejor preparados que yo para ir delante en las competiciones, es más, creo que a mi se puede aplicar eso de que yo era el último de los buenos y el primero de los malos. No me gusta aplicar la palabra de malos, pero quizá esa frase sírve para dar a entender lo que quiero decir. Ahora, a una edad en la que seguramente tendría que empezar a "estallar" como atleta me encuentro en un momento en el que los rodajes normales me salen a ritmos de 4.30 y las series más rápidas a 3.20, cuando antes las normales eran a esos ritmos. Pero, disfrutando como lo estoy haciendo ahora del atletismo, no me importa en exceso.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

lunes, 19 de octubre de 2015

Cabezonería

Los tiempos van cambiando a velocidades de vértigo. Aunque no nos lo parezca, las cosas se van modificando de una forma impresionante. Un simple cambio, por muy pequeño que sea, puede provocar grandes cambios en otros aspectos. En mi caso, estoy viendo que una simple modificación hace unos meses ha modificado por completo mi forma de entrenar, competir y pensar, enfocándolo hacia una forma de entender el atletismo en la que, quizá, "antaño" no hubiera querido estar, pero que, sin embargo, he tenido que acabar aceptando que he acabado siendo lo que no me habría gustado ser. Pero, ¿qué le voy a hacer?
Me doy cuenta de que, quizá, por mucho que quiera, ya no voy a poder ser el que un día fui. Me fallan algunos aspectos que nunca antes me habían fallado, y ésto luego repercute todo en el tema físico. El principal problema es, una vez más, el de la cabeza. Me doy cuenta de que he pasado de ser capaz de cumplir unos planes y de sufrir en competición sin ningún problema a tener que empezar a sufrir con solo pensar en las series. No sé si ésto es o no normal, ya paso de pensar en éso. He llegado a un momento en el que prefiero pensar que hago ésto porque me gusta, sin más, y que no me pagan por correr. Pero, claro, al no entrenar de una forma más o menos organizada, me veo rodando cada vez a ritmos más lentos y, claro, luego el día de competir me doy el palo, como me pasó en León. Decía que no me pagan por correr, así que quizá tampoco tendría demasiado motivo para llevarme un disgusto, más sabiendo que no he hecho los suficientes entrenos de series para ir delante, pero los que somos atletas tendemos a ser un poco especiales y tendemos a hacer ciertas locuras, como querer bajar marca sin haber hecho entrenos serios. Yo de lo que me he dado cuenta de una cosa, y es que he llegado a un momento en el que estoy decantándome cada vez más por rodar, y menos por las series.
Hoy tocaba comenzar un plan de entrenamiento. He logrado cumplir con el primer entrenamiento de la tabla, pero reconozco que solo llevo un día hecho y ya me anda rondando por la cabeza la idea de no hacer mañana los 400 que tocan. Me cuesta, y mucho, centrarme para hacer las series. Ésto me hace pensar si tengo que replantearme objetivos para esta temporada y para las siguientes. Quizá, viendo que no logro cambiar mi mentalidad, toca empezar a plantearse que tengo que dejar de intentar seguir un plan de entrenamiento y dedicarme, como ya hice hace un par de años, solo a rodar, a rodar y a rodar, y olvidarme de intentos (muchos de ellos frutrados) de intentar volver, primero, a entrenar en serio y segundo, a ir entre los primeros puestos de las competiciones o a intentar mejorar mi marca en 10.000 metros. Ahora mismo, físicamente no me veo capaz de intentar muchos de los objetivos que me he marcado para esta temporada. Y es que, comparando entrenamientos (algo que me han dicho miles de veces que no se debe hacer, pero bueno...) me doy cuenta de todo lo que he perdido físicamente. He pasado de ser capaz de competir a 3'20 a hacerlo a 3.40 y sufriendo. He pasado de rodar fácil a 4.00 min/km a hacerlo entre 4.30-4.40 los rodajes más normales, salvo alguna excepción muy puntual, como el rodaje del sábado, que me salió a poco más de 4.20, aunque debo reconocer que era un entreno de calidad. Los miles ya no es que me cueste hacerlos a 3.10, es que viendo cómo estoy ahora, casi es un milagro hacerlos por debajo de 3.28, 3.30... Y pensar que llegué a correr los mil metros entrenando en tres minutos justos... Nostalgia de unos tiempos que, como decía la canción de Queen, ya no volverán. 
Como comentaba más arriba,  esta tarde he dado por comenzado un plan de entrenamiento. ¿Qué espectativas tengo? Pues creo que con todo lo comentado arriba hay razones más que suficientes para ver que me costará muchísimo ser capaz de cumplir con todo lo marcado. Tengo un montón de dudas sobre si completaré todas las semanas o no. No he hecho este plan para preparar una competición ni nada por el estilo. El único objetivo que tiene es el de tener algo para cumplir cada día. Voy a darle mucha importancia a las primeras semanas, más menos las tres o cuatro primeras, para ver si voy o no cumpliendo con los entrenamientos marcados. Sobre el papel todo es muy fácil, la historia es ver cómo reacciono, o, mejor dicho, cómo me reacciona la cabeza a la hora de ponerme serio en los días marcados para sufrir. Estas primeras semanas, como decía, serán decisivas. Completado este primer mes, tocará hacer un balance de sensaciones y de entrenamientos, y ver si he logrado cumplir con los objetivos o no. 
Por ahora, hoy logré cumplir con la primera sesión de la semana. Tras un fin de semana con bastantes kilómetros, tocaba hacer una sesión de rodaje a ritmo cómodo con el objetivo de que las piernas se relajaran un poco de cara a las series de mañana. Así, completé un total de poco más de 10.20 kilómetros en 48'02", a 4.42 min/km y 155 pulsaciones. Hoy las piernas estaban algo tocadas tras las cuestas del sábado y la tirada larga del domingo. La idea de hoy con los ritmos era ir como muy rápido a 4.45 min/km. Al final no cumplí con el objetivo y el rodaje salió un poquitín más rápido de lo pensado. 
Para acabar el artículo, un último párrafo. Esta temporada se presenta completamente diferente en algunos aspectos. Uno de ellos, en el tipo de competiciones en las que participaré. El año pasado competí en algún cross federado, pero muy pocos, solo Atapuerca, Aranda, Venta de Baños y Valladolid. Sin embargo, para esta temporada he tomado la decisión de no formar parte de ninguna de ellas. El motivo principal es que no renovaré mi licencia. Ésto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo, aunque posiblemente más inconvenientes que ventajas. No sé cómo estará mi cuerpo en temas cardiovasculares, por ejemplo, pero si sé que muscularmente está bastante tocado y que, a pesar de que ahora puedo decir que corro sin molestias, algún día ésto empezará a resquebrajarse y me empezaré a ir por todos los lados. No sé si pro estar federado tengo acceso a fisios o demás historias con el fin de arreglarme, pero, la verdad, como para entonces no será solo una avería, sino unas tras otro y acabaré amargado por no poder correr por enganchar lesión tras lesión, prefiero no renovarme y preparar la cabeza para el momento en el que me toque parar por completo y no poder volver a correr. Soy consciente de que mis entrenamientos no están bien organizados y que lo acabaré pagando. Quizá el día que me la prepare pueda volver si acudo, por ejemplo, a un fisio, pero estoy plenamente convencido de que será un palo tras otro, y que seguramente lo mejor sea tener que parar por completo y demás cosas que todos los locos del deporte conocemos. Por ahora, me dedicaré a disfrutar del deporte popular, de correr y de hacer mis barbaridades, ya tendré tiempo, más tarde o más temprano, de tener que llevar una vida más sedentaria.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

domingo, 18 de octubre de 2015

Tirada larga

Los días de entrenamientos van pasando, y como quien no quiere la cosa, hoy se acaba otra semana que, en líneas generales, no ha estado mal, aunque siempre hay cosillas para corregir de cara a seguir mejorando para los siguientes objetivos. 
Hoy tocó calzarse las zapatillas para completar la tirada larga de la semana. Tenía que pensar bien la ruta a realizar porque también hoy se celebraba la Carrera Popular "Mucho X Vivir", y según dónde fuera lo mismo me encontraba con alguna calle cortada. Como a la hora a la que salí aun no era demasiado tarde para encontrarme con los atletas (hora y media antes), decidí ir a dar la vuelta a Cabañales, una ruta a la que, tras bastante tiempo sin ir, la cogí con cariño en primavera y desde entonces la he transitado en unas cuantas ocasiones. Los primeros kilómetros fueron a ritmo cómodo para ir entrando en calor, algo que hoy se hacía con cierta facilidad, ya que la mañana no estaba demasiado fresca y a esas horas aun no llovía. Poco a poco fui entrando en calor y subiendo algo la velocidad, hasta quedarme en rondando los 4'20-4'25 por kilómetro. Los últimos kilómetros los completé a orillas del Duero y las calles que bordean a las pistas de atletismo, y, la verdad, los últimos metros tuvieron su historia. Según pasaba me pareció que no había demasiada gente por la acera y la carretera, así que me decidí a acabar los últimos metros por el párking y Candelaria, y la verdad es que estaba equivocado, y me tocó hacer un montón de eses hasta que conseguí salir del mogollón. Pasada esa parte, el Garmin marcó el fin del rodaje, así que parada, caminar un poquito y a ver la salida de la competición. Así, he completado un total de 18 kilómetros en 1h19'47", a 4.26 min/km y 162 pulsaciones medias. Como no podía ser de otra forma, he acabado muy contento con el rodaje de esta mañana. Y es que, como he comentado en más ocasiones, le tengo un cariño especial a las tiradas largas de los domingos, me encantan porque me permiten airearme y organizar el resto de la semana. Básicamente, es un rato que dedico a organizar mi cabeza. 
Una vez completado el rodaje, aproveché para ver la salida de la competición y, una vez duchado y demás, mezclarme con los atletas y compañeros para ver cómo les había ido la competición. La victoria fue para el zamorano del Atletismo La Bañeza Jorge Rodríguez, que entró de la mano junto a Diego Bravo (Atletismo Zamora). En tercera posición entró el ultrafondista José Manso (Bikila), completando así un podio de lujo para la competición. En mujeres, fue la zamorana del Vaillant Racing Alma de las Heras la encargada de llevarse la victoria, seguida de Lara Arias y Sandra Márquez. Mirando por allí, me encontré con un montón de conocidos, compañeros y, además, atletas que llevan corriendo toda su vida, algunos que han vuelto tras un parón y otros que, tras muchos años de práctica, siguen ahí, subiendo al podio. Y mientras veía la competición, estuve recordando mis participaciones en ella. Cuando yo la corrí no se hacía el circuito de ahora, el de entonces era por la zona de los Tres Árboles y la Aldehuela, completando un circuito de unos 4800 metros. El primer año gané en la categoría y entré bastante bien colocado, con una marca de 17'21, la única de la que me acuerdo sin tener que mirar la agenda donde anoto todos los entrenamientos. Aquel año ganó el portugués Rui Muga. Mi segunda participación allí fue la peor de todas, llegué con muchísimas ganas de competir tras un mes sin poder entrenar y bastante más sin competir, y pagué el esfuerzo. La siguiente fue mi última participación como atleta, y también en la que más anduve. Montamos una pequeña escapada Rabadán, Josico, Raúl y el que escribe, un grupo que poco a poco se fue deshaciendo, aunque las distancias eran bastante cortas entre unos y otros. El primero en quedarse fue Rabadán y luego Josico, así que nos quedamos Raúl y yo para ver quién reventaba primero. Ahí comenzó para mi la parte más dura de la carrera, con unos cuantos palos. Al final fue Raúl quien cogió unos metros de ventaja y se llevó la victoria, entrando un tal Alejandro Vicente segundo, José Ángel Rabadán tercero y José Manso cuarto. De esa carrera quedó como anécdota el porrazo que me di a falta de 300 metros para la meta, según entrábamos a la pista, cuando quise esquivar un bordillo... y me lo llevé de pleno. ¡Vaya porrazo!
Siguiendo con el tema de los entrenamientos, la próxima semana tocará competir el domingo en Carbajales de Alba, así que los entrenamientos de esta semana los haré teniendo en cuenta que el domingo tocará sufrir para llegar delante, por lo que habrá que llegar bastante fresco. Habrá que controlar sobre todo los ritmos de los rodajes, aunque últimamente me estoy controlando bastante con ellos. Precisamente, ésa era una cuenta pendiente que tenía, controlarme un poco con los ritmos de los rodajes, y poco a poco lo voy consiguiendo. Habrá dos días bastante suaves, lunes y sábado, donde solo están programados 10 kilómetros y unas progresiones. La idea es rondar ritmos de 4.45 min/km en ambos rodajes. Para mañana, el objetivo será recuperar de un fin de semana bastante fuertecico, mientras que el sábado lo único que busco es mover algo las piernas tras el día de descanso del viernes y antes del día de la competición. El resto de los días, pues una semana más, el martes en un principio series de 400, el miércoles un rodaje de 15 kilómetros y el jueves unas series largas. 
La idea para Carbajales de Alba es sencilla. El objetivo que me he puesto es mantenerme en el grupo de cabeza el máximo tiempo posible, arrancar con ellos y hasta que reviente. Son ocho kilómetros, así que habrá tiempo suficiente para sufrir, reventar, recuperar y volver a reventar. No me pongo un objetivo cronométrico, más bien me centraré en ver cuánto logro aguantar con los primeros. Habrá alguna liebre que a buen seguro dará mucha guerra y correrá muy, muy rápido. Yo, hasta que el cuerpo aguante y luego, a sufrir. Por la zona en la que es, no creo que el circuito sea demasiado plano, más bien tendrá repechos que complicarán algo la competición, así que un punto extra a la hora de sufrir. Pero sarna con gusto no pica. Mirando en la web de SmartChip, veo que el circuito será mixto, por tierra y asfalto. Para competir, la verdad es que prefiero el asfalto, porque encontrar caminos como los que nos pusieron en Bañobárez o en La Zarza de Pumareda, por los que daba gusto competir, es bastante complicado. Recuerdo cuando competí en Villarrín o en Moraleja, en algunos tramos había que estar muy atento para no hacerse daño. Pero bueno, no dejan de ser circunstancias de carrera, un añadido más. Mientras no nos lesionemos, que nos metan por donde quieran.
Y bueno, poco más tengo que contar. Mañana daré por comenzada una nueva semana de entrenamientos, una nueva semana dentro de un plan con un objetivo claro, lograr mejorar todo lo que se pueda para bajar de marca personal en los 10.000 metros. La semana se presenta pues interesante, como ya os comentaba en otro párrafo, ahora solo queda ir cumpliendo día a día para luego ir analizando cómo han sido esos entrenamientos y poco a poco, seguir conociendo a mi cuerpo y, ya paso, intentando organizar algunas ideas.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

sábado, 17 de octubre de 2015

El otoño

Van pasando los días, y como quien no quiere la cosa, nos hemos metido de pleno en el otoño, la estación que, según se dice, es la preferida de los atletas para practicar su deporte favorito. Los motivos son diversos. El paisaje está precioso ahora, resultando una gozada poder correr por lugares como Valorio o la orilla del Duero. También, supongo, algo tendrá que ver la temperatura, porque, aunque no hace ya calor y toca empezar a corretear con algo de ropa larga, algo de ropa larga, aun no hace un frío excesivo, y la verdad es que se corre bastante cómodo. El problema es que ahora el tiempo no irá a mejor, sino a peor, y supongo que con el paso de los días las temperaturas irán bajando y las lluvias apareciendo. A mi me ha tocado ya darme alguna calada interesante durante algún rodaje, pero, como suele decirse, sarna con gusto no pica. 
Los días de entrenamientos van pasando y las sensaciones, por suerte, van siendo cada día un poquito mejores, aunque esto va más lento de lo que yo pensaba. Bueno, no voy a decir que me quiera poner a correr a 3.20 de un día para otro, pero sí es cierto que tenía previsto poder correr a ritmos de 3.30 más o menos fácil. La cosa no va como yo pensaba y me está costando ir a los ritmos que tenía previsto ir fácil. ¿Cómo afecta esto a mi estado de ánimo? Pues, si os soy sincero, parece que la cosa no va mal en este aspecto, y las ganas de seguir corriendo se mantienen e incluso van aumentando con los días que voy completando.  El hecho de no verme como me gustaría parece que está provocando un efecto que no me esperaba, animándome a seguir entrenando para poder llegar a tocar los ansiados 3'20. Cada día voy intentando completar el entrenamiento marcado para ese día, sean series o rodajes, y poco a poco el animo aumenta. Las ganas de competir también están en aumento. ¿Voy por el buen camino? Espero que sí. 
Me pongo a pensar, y me doy cuenta de todos los cambios que ha habido dentro de mi vida deportiva. Cuando entrenaba con Teo creo que era un atleta bastante serio con los entrenamientos, aunque debo reconocer que en las dos primeras temporadas también pedaleaba bastante e iba alternando ambos deportes, y fue a partir de la tercera cuando estuve más centrado en el atletismo, dejando cada vez más de lado el deporte de las dos ruedas. Durante la última temporada que entrené junto a mis compañeros del Atletismo Zamora la verdad es que llegué a andar bastante bien. Llegué a competir a ritmos de 3.10 el kilómetro, a hacer series a 3.00 e incluso he llegado a hacer rodajes a ritmos de 3.50 min/km. Sin embargo, ahora veo que todo aquello se me queda muy, muy lejos. Sí que he hecho algún mil a ritmos de 3.23-3.25, pero solo uno suelto, sin más. Compitiendo, me veo bien a ritmos de 3.40 y sufriendo mucho, a ritmos de 3.35, pero bajar de ahí ya sí que me resulta prácticamente imposible. Y sobre los rodajes, he pasado de ser capaz de hacerlos incluso por debajo de los famosos 4.00 minutos, a hacerlos incluso a ritmos de casi 4.50, aunque los normales suelen rondar los 4'20-4.30 el mil. La verdad es que vaya diferencia de unas épocas a otras. También debo reconocer que ahora enfoco los entrenamientos más hacia el volumen, y que ya no hago pruebas de 4, 5 ó 6 kilómetros o millas, como hacía antes, y eso a la hora de coger chispa no es que se note algo, es que se nota muchísimo, y supongo que, junto a algunos cambios en los entrenamientos, habrá provocado que ya no sea capaz de tocar esos ritmos tan altos a los que antes sí era capaz de corretear.  
El hecho es que ahora me encuentro en una etapa completamtente diferente a la que me encontraba hace unos cuantos, más bien varios meses. ¿Me arrepiento de haber cambiado de forma de entrenar y competir? Pues no. No me arrepiento porque he disfrutado de cada kilómetro y de cada entrenamiento. Cuando comencé esta nueva etapa me encontraba muy saturado de entrenamientos, competiciones... Eso, por suerte, poco a poco van cambiando, llegando a la situación actual, donde el cuerpo vuelve a pedirme cera en los entrenamientos y en las competiciones. Ahora, de nuevo, me comienzo a plantear objetivos competitivos y tablas de entrenamiento que, poco a poco, voy logrando que se cumplan. Quizá ahora sí me encuentro en el camino correcto para volver a competir, no sé si a mi nivel, pero sí, por lo menos, a plantarme en la línea de salida con ganas de dar guerra, mucha guerra.  
Para esta temporada que ya ha dado inicio, mis objetivos son varios, pero muy diferentes a los que he tenido en otras ocasiones. Si bien cuando entrenaba con Teo nuestros principales objetivos se centraban únicamente en el cross y luego, completados los meses del campo a través, en las populares como, por ejemplo, el Cross de Valorio, organizado por los compañeros del Mesa de Valorio, la carrera de El Salvador en La Bañeza, la Carrera de la Guardia Civil y Mucho X Vivir, por ejemplo, ahora los objetivos estarán centrados desde un principio en las populares, pero de fondo. Aunque no haré precisamente muchas medias maratones (para esta temporada únicamente he planeado Ávila y Zamora, y no tengo intención de completar muchas más) sí tengo en mente hacer varias pruebas de 10.000 metros. Ésa será, precisamente, la distancia "reina" para la temporada que ya hemos comenzado. 
¿Y por qué no volver al deporte federado? Podría hacerlo, al fin y al cabo el cross me gusta, debo reconocerlo. Sin embargo, desde que he descubierto el atletismo como deporte popular, me he enamorado de él y me he dado cuenta de que disfruto un montón con los atletas populares, para mi el ambiente es completamente diferente al de las pruebas federadas. Cada uno va a correr según sus objetivos, que para unos será acabar la prueba, para otros una marca determinada, para otros simplemente disfrutar... Dentro del atletismo popular tiene sitio todo el mundo. Sin embargo, soy de los que piensan que las pruebas federadas solo permiten salir a ganar o a por un puesto determinado dentro del grupo de delante. Por eso, esta temporada he decidido que no renovaré mi licencia como atleta. Llevo compitiendo con ella desde que comencé a correr, pero bueno, para todo hay una primera vez, y esta temporada tocará entrenar y competir por primera vez sin licencia.  
Y bueno, poco tengo que contar. Hoy me he puesto a escribir en el blog por escribir, sin más, no sé si esto que ha salido será algo interesante o no, pero bueno, al menos alguna letra he conseguido juntar. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.