jueves, 31 de diciembre de 2015

Punto y final

A pesar de encontrarnos en estas fechas, debo reconocer que para nada me apetece escribir sobre temas navideños. Me podía poner manos a la obra sobre la invasión estadounidense en nuestro país a la hora de hacer las celebraciones, el consumismo puro y duro que acompaña a estos días, o incluso ese afán de "yo soy más que tu" que parece aflorar durante las fiestas de Navidad, algo que no acabo de comprender, no sé si porque soy un tipo muy raro (cada día tengo más claro que sí, pero no me importa) o porque realmente esto no va por el camino que debería, pero casi que no voy a expresar todas mis opiniones, y voy a guiar el artículo de hoy a otros temas. Siendo 31 de diciembre, quizá sea un buen momento para hacer un balance de lo que haya supuesto este año para cada uno de nosotros. No voy a entrar en temas que sean demasiado personales, me limitaré a seguir en mi línea, hablando de deporte, que al fin y al cabo es el tema principal de este blog, algo que ocupa gran parte de mi tiempo libre y  una de mis principales aficiones.

Tras varios intentos de vuelta a la competición, comentaba hace unos días que me ponía manos a la obra con la última bala de la recámara. Finamente, doy por perdidas todas mis opciones de vuelta a la competición. Quizá, debo admitir la derrota y ser consciente de que mis opciones de vuelta posiblemente ya se hayan perdido. Mi cabeza ya no quiere seguir pensando en series, ritmos y demás historias, y como me sigue fallando en cada intento de regreso (¿cuántos llevo ya?), prefiero desistir y dedicarme a ver el atletismo de otra forma, a intentar seguir con algo que realmente sé que no voy a poder lograr. No me toca cambiar el chip porque mi cabeza sigue pensando en ver todo esto de una forma popular, así que habrá que ponerse manos a la obra de  nuevo para ir a las competiciones solo pensando en una cosa: disfrutar. Paso de pensar en algún objetivo cronométrico o llegar con los primeros de las carreras, al igual que paso de seguir intentando organizar mis entrenamientos. Ha llegado al momento de dedicarme de nuevo a esto de una forma popular, participando por participar, y dejando de lado el auténtico significado del término "competir", pues creo que realmente no se ha hecho para mi.

Debo reconocer que me siento prácticamente igual que cuando dejé de entrenar con Teo. Bastante desmotivado, aunque en esta ocasión es por no verme capaz de entrenar bien, no porque me vea saturado, como me vi entonces. Sin embargo, voy a recurrir a lo mismo que recurrí en ese momento, a los rodajes como medio para disfrutar de esto, olvidándome de todos los objetivos que tengo en mente. También vuelvo a tomarme las carreras como un entrenamiento más, no como una pura competición. Quizá es una decisión bastante drástica, más viendo mi edad y que, si "antaño" llegué a tocar bastante buenos ritmos en las series (qué tiempos, cuando llegué a hacer 5x1000 a menos de 3'10, o series de 2000 a 3'15), si entreno bien seguro que podría volver a tocarlos, no sé si a mejorarlos, pero sí a igualarlos, pero, bueno, ésto es una afición, se trata de disfrutar, y yo ya he perdido esas ganas que tenía tan fuertes de competir, competir y competir. Ahora, busco poder descubrir el atletismo a nivel popular, forzar cuando el cuerpo me lo pida (cada vez menos) y rodar tranquilo cuando me apetezca (cada vez más). Quizá esté perdiendo la mejor época para competir a buen nivel, pero me da igual. La competición tiene el inconveniente de que o te gusta, o la odias. Yo ahora la odio. Pero bueno, con esto no quiero decir que al que le guste competir no lo haga, solo que a mi ahora ya no me llama nada.

Sí es cierto que me gustaría agradecer a todos los que me habéis apoyado en todos mis intentos de regreso, en especial, por supuesto, a mi familia, que al fin y al cabo son quienes me tienen que aguantar, tarea nada complicada. Luego, no me gustaría olvidarme de Javier y Felipe Castañer. Estos dos hermanos, deportistas con muy buen nivel, uno como ciclista y el otro como atleta, me han echado una buena mano para intentar motivarme, tarea también muy, muy complicada. Pero ahora, toca volver al lugar que he intentado abandonar unas cuantas veces, pero al que siempre acabo volviendo: el atletismo popular.

En el tema de los entrenamientos, me voy a dedicar solo a rodar, como ya he comentado. Sí es cierto que me quería hacer un pequeño plan para arrancar con una idea establecida para cada rodaje, aunque luego será durante el rodaje donde finalmente decida cómo acabar de organizar todo. Éso ya lo hice cuando dejé de entrenar con Teo, siempre salir con una idea establecida, para luego ir adaptándola mientras sumaba los kilómetros. Aun no me he puesto manos a la obra con esto, lo haré antes del domingo, para comenzar el lunes, pero ya tengo en mente el entrenamiento para el fin de semana. Sigo en mi línea de sumar muchos, muchos kilómetros, así que el sábado habrá que ir a por 15 kilómetros, y el domingo, a por 19. Y sobre pruebas... Iré a Ávila y espero poder ir a correr a Valladolid el Cross de San Antón, pero, como decía, para disfrutar, lo de intentar volver ya pasó a la historia.

Nos vemos... haciendo deporte, claro. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

Otra semana

Como quien no quiere la cosa, ya he completado otra más de entrenamientos, una semana que me ha resultado bastante extraña en cuanto a sensaciones y motivación. Pero no siempre vamos a ir bien, y ésta ha sido una de esas ocasiones en las que he tenido que aprender a convivir con momentos regulares. 

Comencé el lunes con un rodaje que tenía que haber sido a ritmo cómodo, pero que, finalmente, acabó siendo más vivo de lo que tenía que haber sido, completando casi 13.6 kilómetros en 1h01'54", a 4.34 min/km y 154 pulsaciones medias. A pesar de que el ritmo medio no fue malo, no me noté demasiado bien. El martes tocó volver a calzarse las zapatillas para hacer un rodaje más largo que el día anterior. Tenía que haber echado unas series, pero reconozco que esta semana me las he saltado. Así, en compañía de mi padre, completé un total de casi 14.3 kilómetros en 1h03'09, a 4.25 min/km y 153 pulsaciones medias. Y la verdad es que, si el lunes me noté bastante regular, el martes me noté bastante cómodo sumando los kilómetros. El miércoles me volví a calzar las zapatillas sumar unos kilómetros por la Valorio, completando otros casi 16.2 kilómetros en 1h08'51", a 4.16 min/km y 164 pulsaciones medias. Tras unos días rodando bastante por debajo de las 160 pulsaciones, el miércoles me descubrí rodando a casi 165, algo que no sé si será bueno o no. El jueves tocó dar la vuelta a Cabañales. Completé un total de 15.10 kilómetros en 1h04'27, a 4.16 min/km y 163 pulsaciones medias. El viernes estaba programado el día de descanso, así que poco hay para contar. para el sábado tenía pensado, al igual que el martes y el jueves, hacer un entrenamiento de calidad, pero me lo volví a saltar, haciendo otro rodaje prácticamente por la misma rutas del miércoles, completando casi 15.5 kilómetros en 1h05'33,  a 4.14 min/km y 160 pulsaciones medias. Ayer acabé algo más contento porque logré cumplir con las pulsaciones que tenía en mente. Para completar, hoy tocó calzarse otra vez las zapatillas para hacer el último rodaje de la semana. Arranqué de nuevo a dar la vuelta a Cabañales, acabando con algo menos de 19 kilómetros en 1h22'29, a 4.20 min/km y 163 pulsaciones medias. Así, he completado otra semana de entrenamientos. 

He estado dando vueltas a volver a preparar una competición popular, como hice hace ya un par de temporadas con El Salvador. Ahora mismo, es algo realmente complicado, no por el tema físico, sino por la cabeza, y la verdad es que es todo un reto hacerlo de nuevo. No sería con esta prueba, pero sí será sobre mi distancia favorita, los 10.000 metros. Iré viendo cómo me voy notando, pero, es un reto que me llama la atención, aunque, como decía, francamente me va a resultar muy complicado lograr hacerlo. En temas de competición, por ahora tengo en mente el Cross de Ávila, al que ya estoy inscrito, aunque he estado mirando y he visto varias competiciones que me han parecido muy interesantes. Una de ellas, también en el mes de enero, en Roales del Pan. No son 10.000 metros, pero la distancia tampoco me disgusta, así que no descarto acercarme a competir allí para hacer un test para ver cómo veo intentando manejar ritmos de 3'20-3'30. También he visto que hay un 5000 en Benavente, donde ya he corrido más veces, en El Caracol, pero debo reconocer que no me llama especialmente correr pruebas de esta distancia, así que lo más probable es que no acuda a correr a esta competición. También me ha llamado la atención el Cross Popular de San Antón, en Valladolid, sobre 8000 metros. Creo que ahí habrá nivel, y no me importaría tampoco participar, aunque no quiero hacer demasiadas competiciones seguidas, así que me tocará decidir entre esa o Roales. Por lo demás, tengo días y días, por eso decía que lo de ponerme un reto puede ser algo francamente complicado, más por el tema mental que por el físico. Como he comentado muchísimas veces, me cuesta centrarme para hacer entrenamientos serios, y está claro que si quiero cumplir el objetivo que tengo en mente solo me queda sufrir durante las sesiones de calidad para poder llegar bien de forma a las competiciones en las que tengo previsto andar bien, que ahora mismo es tocar ritmos de 3'20 en 10.000. Pero bueno, habrá que ir viendo cómo se van desarrollando los acontecimientos. 

Esta mañana, tras completar el rodaje, estuve en la Marcha del Polvorón, que organiza Bicizamora todos los años por estas fechas, rememorando mis inicios en el mundillo del ciclismo popular, junto a muchos compañeros que siguen estando en la asociación, y que para mi era todo un triunfo aguantar en cada salida que hacíamos. Parece mentira, lo enganchado que estaba entonces a la bici, y lo poco que estoy saliendo ahora. Otra cosa que me parece mentira es cómo he ido cambiando desde entonces físicamente. Por entonces, no sé muy bien el motivo, tendía a tirar mucho de desarrollo, era más "rodador" que ahora, donde tiendo a llevar mucha cadencia de pedaleo, a sufrir llaneando y pasarlo mal en las cuestas. Entonces me daba igual que me dieran la paliza del siglo, saltaba por todos los lados, picándome con todo el mundo, algo que creo haber corregido bastante. Parece que, debido a que aun soy bastante joven, queda un poco extraño decir aquello de "eran otros tiempos", pero para mi, así fue, aquellas salidas pertenecen a otros tiempos, los cuales, debido a mi forma de entrenar como atleta, no descarto que vuelvan antes de lo que me gustaría, aunque de una forma un poco diferente a como entonces empecé a practicar ciclismo. Me explico. Después de llevar ya unos años (tampoco gran cosa) metido en el mundillo, he conocido a grupetas de competición, a grupetas de cicloturistas que salen a competir, y a mis compañeros de Bicizamora, que salen a disfrutar de la bicicleta. A mi me gustaría quedarme con algo de cada uno de estos tipos de ciclistas. Soy una persona que me gusta salir en bicicleta para disfrutar, pero debo reconocer que también soy bastante picón y me gustan los temas de preparaciones físicas, por lo que no me importaría, si algún día tuviera que dejar de correr por alguna lesión, pasarme al ciclismo, y comenzar a organizar una temporada con el periodo de acondicionamiento general, el periodo de acondicionamiento específico... Me gustaría muchísimo hacerlo, la verdad, pero antes quiero seguir completando retos atléticos. No sé si me esperan muchos o pocos, debido a que mi forma de entrenar a la larga me va a crear problemas, pero los que me queden los voy a aprovechar a tope. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Las viejas historias de siempre

He estado unos días, para mi gusto demasiados, sin publicar en el blog. Hoy vuelvo a ponerme manos a la obra para escribir sin una idea clara, solo juntar unas letras según me vayan apareciendo las ideas. No sé si saldrá o no algo decente, pero al menos, voy a quitarme el gusanillo escribiendo algo, pues he comentado en más de una ocasión que para mi esto es como correr, me encanta hacerlo y cuando no lo hago, realmente noto que me falta algo.
Junto al ultrafondista José Manso tras un rodaje
de 15 kilómetros donde me dejó hecho polvo.
Me encuentro de nuevo en una situación que, casi por desgracia, tantas veces he visto, y que me niego a que se siga repitiendo. Me explico. Dije que estaba ante mi último asalto a esa vuelta a la competición de la que tantas y tantas veces he hablado. Por ahora, me he saltado un día la semana pasada la jornada de series largas para hacer un rodaje de 15 kilómetros, además de ponerme esta tarde de nuevo con otro rodaje cuando me correspondían unas series de 2000. Y es que, las cosas como son, no voy por el buen camino para volver a la competición al nivel en el que la dejé. Pero, como comentaba, ésta iba a ser mi última oportunidad de intento de regreso, por lo que si veo que la cosa no tiene pinta de ir por donde debería, ya habré gastado esa última bala de la recámara que comentaba hace unos días en el blog, dando por finalizado ese intento de vuelta a la competición. Por ahora, es una opción que veo bastante factible, pero habrá que esperar un tiempo para ver cómo se van desarrollando las cosas. Pero lo que tengo claro es que no voy a estar en un constante arranca-para como estuve la pasada temporada. O series o solo rodar, pero hacer tres semanas alternando ambas cosas y luego mes y medio solo rodando, no. O una cosa o la otra.
Es cierto que el otro día estuve haciendo series a ritmos de 3'30 notándome bastante bien, y sin que el pulso se disparara más de lo habitual (en torno a las 180 pulsaciones), pero debo reconocer que lo más normal es que no me note ni de lejos con la soltura que hace ya varios meses tenía, en aquella etapa en la que cual era capaz de hacer miles a tres minutos, series de 500 a poco más de 1'20 o rodajes por debajo de los 4'00 minutos. Será o no casualidad, pero desde que me lesioné no he vuelto a tener aquella capacidad para hacerlo. Además, me veo ahí anclado a los ritmos de 3'30-3'40 que, aunque están muy bien, cuando venía de llegar a hacer competiciones como aquel Cross del Ajo por debajo de los 3'10, me hace pensar que no estoy, ni de lejos, en mi mejor versión. Sé que por mi forma de organizar los entrenamientos tampoco hay demasiadas posibilidades de volver algún día a tocar aquellos ritmos. Pero, al fin y al cabo, si logro disfrutar de correr, éso me dará un poco igual. Es cierto que los corredores siempre queremos más y más rápido, y para cómo estoy entrenando, creo que puedo darme por satisfecho si soy capaz de ir a un ritmo de 3.30, pero, como me está pasando, sabes que cuando has estado bien de forma has podido tocar ritmos de 3'10 en aquel Cross del Ajo, o viendo los tiempos que hacía entrenando cuando gané en Bañobárez, te das cuenta de que realmente estás compitiendo a unos ritmos a los que antes ibas en un día de series normal. 
Con Víctor García en el Cross de Aranda de Duero en el año 2014.
El tiempo va pasando y me voy dando cuenta de que retomar aquellos ritmos no es algo imposible, pero sí algo muy, muy, muy lejano. Es lejano, principalmente, por mi forma de entrenar. Hasta que me lesioné, incluidos esos primeros meses, cuando comencé a entrenar de forma autodidacta, las sesiones solían ser bastante más cortas (he pasado de hacer 60-70 kilómetros semanales a hacer 90) pero con kilómetros bastante más intensos que los de ahora. Sin embargo, mis entrenamientos actuales los estoy enfocando más hacia la suma de kilómetros, lo que no es del todo beneficioso a la hora de obtener una mejora. En cierta medida, me sigo bloqueando a la hora de meter entrenamientos serios, pero sigo disfrutando de calzarme las zapatillas y perderme por Valorio, algo que realmente engancha. 
El tiempo va pasando y me voy dando cuenta de que retomar aquellos ritmos no es algo imposible, pero sí algo muy, muy, muy lejano. Es lejano, principalmente, por mi forma de entrenar. Hasta que me lesioné, incluidos esos primeros meses, cuando comencé a entrenar de forma autodidacta, las sesiones solían ser bastante más cortas (he pasado de hacer 60-70 kilómetros semanales a hacer 90) pero con kilómetros bastante más intensos que los de ahora. Sin embargo, mis entrenamientos actuales los estoy enfocando más hacia la suma de kilómetros, lo que no es del todo beneficioso a la hora de obtener una mejora. En cierta medida, me sigo bloqueando a la hora de meter entrenamientos serios, pero sigo disfrutando de calzarme las zapatillas y perderme por Valorio, algo que realmente engancha.
 Y debo reconocer que ésto acaba siendo un motivo para preocuparme. ¿Por? Sencillo. Las cosas como son, no veo la salida del túnel para algunas cosas, y el final lo veo muy, muy lejano. Quizá, debería dejarme en paz de historias y dar por perdidas todas mis intenciones de, algún día, volver a ser el que era. No quería, porque creo que aun soy joven y que si viendo que entrenando como he entrenado, he logrado entrar esta temporada en el podio en varias de las competiciones en las que he participado (segundo de la categoría en La Zarza de Pumareda y León, tercer absoluto en Villarrín de Campos y Carbajales), y quizá volviendo a entrenar con cabeza, reduciendo volumen e incrementando intensidad logro volver a hacer miles a tres minutos, pero hay momentos en los que veo que, quizá, ha llegado el momento de plantearme qué es realmente lo que quiero y dejar de buscar cosas que, quizá, deberían pasar a ser meros recuerdos de una época pasada, una época en la que anduve muy, muy bien, pero que, viendo el giro que mi cabeza ha dado y que ésta tampoco está muy por la labor de cambiar en algunos aspectos, lo más probable es que no vuelva y, como decía, todo se quede en recuerdos.
Toda esta parrafada viene tras ir viendo estos días que esa manía que le tengo a las series vaya cada en un aumento progresivo, llegando al mismo punto de siempre, a ese punto en el que decido que no sigo con las series. Entre unas cosas y otras, veo que para esto de ser estricto, ya no soy el de hace cuatro temporadas. Es cierto que estoy disfrutando muchísimo más que hace tiempo de esta forma más tranquila de ver el deporte o, más bien, el atletismo, porque con la bicicleta sigo siendo un picón, pero miro atrás, empiezo a recordar todos aquellos rodajes o series a ritmos endiablados, y no por menos sentir algo de envidia por mi mismo. Pero también me doy cuenta de que acabé bastante harto de todo aquello, que al fin y al cabo quizá fue aquello lo que me llevó a mi situación actual de no ser capaz de centrarme con los entrenos de calidad y solo me apetezca hacer rodajes a ritmo cómodo. Es verdad que soy muy picón, pero, quizá, tras aquella experiencia, debería ser consciente de que mi hueco está en otro tipo de entrenamientos. Lo iremos viendo.

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Seguir, seguir, seguir...

Hoy me vuelvo a poner manos a la obra con el blog. Tengo, como de costumbre, muchas ideas para publicar, pero me sigue costando desarrollarlas. Me gustaría hablar de mis canciones preferidas, por ejemplo, algo que hice una vez en el inicio de un artículo, hablando de algunos de mis temas favoritos de Miguel Ríos, al igual que me gustaría intentar expresar mis opiniones sobre el futuro del ciclismo, y escribir sobre cómo me van los entrenamientos. Por ahora, creo que, de nuevo, me centraré en lo último, aunque intentaré variar los temas para otras entradas...
Con Chema Martínez en la Carrera Popular
de Villalpando.
Poco a poco están pasando los días de entrenamientos, y la verdad es que no puedo sacar conclusiones demasiado negativas, aunque, como todo, las sensaciones en los días de series, al igual que los tiempos que voy haciendo en cada una de ellas, pueden ser mejorables. Aprovechando el puente, tanto el lunes como el martes pude entrenar por la mañana. Comencé la semana con un rodaje a ritmo cómodo de 13 kilómetros. Así, completé un poquito más de esa distancia en 1h01'40, a 4.36 min/km y 152 pulsaciones medias. El martes me volví a poner manos a la obra con las series, tras estr un par de semanas sin hacerlas. Tras el correspondiente calentamiento, tocó ponerse manos a la obra, para completar una buena sesión: 2000-3000-2000. En la primera serie me pasé un poco (bastante) con el ritmo, completándola en 6'40. En la siguiente serie ya fui bastante más justo de fuerzas, completando esos 3000 metros en 10'45. Para acabar, nos tocaba otro 2000, y si el 3000 se me hizo largo, ésta serie se me hizo eterna, completándola en un total de 7'26. Para soltar tocó hacer un kilómetro muy suave. Para seguir, el miércoles tocó volver a rodar. En esta ocasión las sensaciones no acompañaron demasiado, completando un total de 16.10 kilómetros en 1h11'33, a 4.27 min/Km y 156 pulsaciones medias. El jueves volvió a tocar una sesión de calidad, también con unas series. En esta ocasión nos tocó hacer 4x2000 recuperando tres minutos. Los tiempos fueron: 6'54-7'05-7'00-7'03. El jueves no me noté ni bien ni mal, fue uno de esos días en los que cumples el entrenamiento y te marchas para casa sin tener muy claro si qué conclusiones sacar. Ayer tocaba el día de descanso semanal, así que no hay mucho para contar. Para seguir, esta mañana tocó calzarse las zapatillas para completar otra sesión de calidad, en esta ocasión a orillas del Duero, para poder cumplir con las series sobre tierra. Las series planteadas para hoy eran: 1000-2000-3000-2000, recuperando tres minutos. Hoy me puse manos a la obra con la idea de completarlas a ritmos de 3'30. En el mil no me pude contener y lo pasé en 3'21. El resto, pues más o menos cumpliendo con lo marcado: 6'50-10'27-7'02. Lo del último 2000 me fastidió bastante, fui más o menos cumpliendo en en las anteriores, y llegué a ésta y pasé el 1000 (bastante justo de fuerzas) en 3'30, pero debo reconocer que ese segundo kilómetro del 2000 se me hizo un poco más largo de lo esperado, y, aunque solo por dos segundos, me resultó imposible mantener los 3'30. Para soltar, otro kilómetro muy suave y para casa. Aun nos queda el entrenamiento de mañana, mi favorito. Toca hacer la tirada larga, 18 kilómetros por delante. 
Poco a poco voy completando estas primeras sesiones de cara a mi objetivo principal, llegar hasta esos 33 minutos en 10.000 metros. Por ahora, mi mejor tiempo es de 34.40 en Fuentesaúco, en un día que, curiosamente, no me acabé de encontrar cómodo en la carrera. Curiosidades del deporte que no hay quien entienda. Ahora mismo, siendo sincero, no veo demasiado factible lograr hacer esos 33 minutos en los 10 kilómetros, pero tengo varias semanas por delante, hasta finales de junio, para intentar este asalto y romper una barrera que ahora mismo me parece no imposible, pero sí muy complicada. ¿Qué pasará en el caso de acabar la temporada y no lograrla? Pues si al menos he peleado por lograrla, puedo quedar por satisfecho. Si durante estos meses mantengo los entrenos de calidad y logro enfocar mi cabeza para sufrir un poquito más de lo habitual en las competiciones y entrenos exigentes, creo haber logrado ya algo muy importante. Luego, pues si no se logra esta temporada, tocará intentarlo a la siguiente y si tampoco llego a los ansiados 33, pues a por la siguiente temporada. Al fin y al cabo, el plantearme este objetivo en 10.000 viene motivado por el hecho de volver a verme competitivo y entrenando de una forma seria, y si, como decía, por lo menos logro esto, puedo darme por satisfecho. 
Los entrenamientos están programados como de costumbre, tres días de calidad y tres de rodaje, además de uno de descanso por completo. Lo que sí he cambiado es la intensidad de algunos entrenamientos. Tras hacer sábado y domingo con cierta intensidad, el lunes toca comenzar a manejar unas pulsaciones o unos ritmos más cómodos de los habituales, con el objetivo de recuperar de los dos días previos y preparar las piernas para los siguientes días más fuertecicos. Por lo demás, he aumentado algo el volumen de los tres rodajes. Sobre las series, tengo previsto sumar entre 7 y 8 kilómetros solo con la parte de calidad, además del calentamiento previo y el enfriamiento posterior. Todos estos entrenamientos los he estado haciendo y los haré de una forma autodidacta. Tras plantearme de una forma bastante seria si volver o no a entrenar con un entrenador que me echara una mano para elaborar los planes de entrenamiento, he optado por seguir siendo mi propio entrenador en este último intento de vuelta a la competición. Ésto no quiere decir que no me haya rodeado de un buen grupo de personas para que me echen una mano con los entrenamientos exigentes, sobre todo para que no me los salte y me vaya a rodar. 
Para acabar, me gustaría hacerme una pregunta, no muy relacionada con este asalto a los 33 minutos en 10.000, pero sí con el deporte. ¿Volver a montar en bicicleta? Me llama la atención cómo he cambiado en este aspecto. Hace tiempo el ciclismo tenía para mi mucha más importancia que el atletismo. Me explico. No me importaba saltarme algún entrenamiento para irme a hacer unos kilómetros con ella. Sin embargo, he abandonado prácticamente por completo la práctica ciclista (el ejemplo es claro, poco más de 700 kilómetros en 2015 frente a los más de 3500 que llevo corriendo). En ocasiones me encuentro con mis compañeros, tanto del grupo de BTT de Bicizamora, como del grupo de carretera, gente con la que me lo he pasado genial dando pedales, y que me han ayudado para conocer gran parte de la provincia de Zamora a través de la bicicleta, y no puedo por menos que acordarme de las risas (y algún otro batacazo contra el suelo) que nos hemos echado. Sin embargo, ahora estoy corriendo sin demasiadas molestias, y puedo decir que estoy disfrutando de correr otra vez. Por lo tanto, seguiré  más o menos igual que la pasada temporada, prácticamente sin salir en bicicleta. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

La última bala de la recámara

Hace tiempo, unos cuantos, más bien bastantes meses, me ponía las zapatillas con un único pensamiento: competir. Bueno, más bien, tres pensamientos: competir, competir y competir. Aunque nunca he corrido a nivel profesional, reconozco que siempre he tenido ese gusanillo por la competición y que, lo quiera o no, aun se mantiene. Y es que para mi incluso hubo un momento en el cual solo tenía un único concepto del deporte: la competición Los entrenamientos que Teo nos planeaba se fueron centrando cada vez más primero, en el cross, para luego, en teoría, ir cogiendo velocidad para, en algún momento, que para mi nunca llegó, poder llegar a la pista con la suficiente velocidad. Un planteamiento que ahora no voy a entrar en decir si me gustaba o no, pero el hecho es que logró que fuera viendo resultados en las competiciones, tanto por la clasificación como por los datos que me aportaba el GPS. Luego, por circunstancias de las que he hablado en muchísimas ocasiones, un poco me desvinculé de esto y empecé a entrenar por mi cuenta. Aunque desde entonces sí me he tomado alguna competición con mi "antiguo" concepto, como en Bañobárez, Peñausende o Moraleja del Vino, es cierto que mi cabeza ni mis entrenamientos pensaban tanto en competir, más bien en simplemente poder ir sumando kilómetros semanales y de vez en cuando, ponerme un dorsal, pero para competir por sensaciones. Durante este tiempo, he tenido ciertos momentos de mucha motivación, donde estaba convencidísimo de que iba a volver a la competición. De hecho, tras ganar en Bañobárez, me convencí de que la pasada temporada sería la de mi regreso, aunque, tras la lesión, estuve un tiempo bastante desmotivado para luego, decir unas cuantas veces que esta temporada volvería. El hecho es que la comencé relativamente bien, pero, como de costumbre, me vine abajo.
Sin embargo, me he decidido a gastar la última bala de la recámara. El otro día estuve leyendo el blog "Pedaladas contra el cierzo" de Javier Castañer una publicación bastante interesante, donde me encontré un primer párrafo bastante motivante. Javier compitió a un nivel mucho más alto en ciclismo del que tengo yo en atletismo, pero, aun así, en ese primer párrafo me vi un poco reflejado. Tras leerlo, debo reconoce que me empezaron a asaltar varias preguntas sobre mi frustrada (porque la de veces que he dicho que vuelvo y tal, y al final me quedo como estoy) vuelta a la competición. Y debo reconocer que, tras comentarle a Javier las sensaciones que me produjo su publicación y algún consejo por su parte, vi una buena oportunidad de, por una vez, intentar centrarme y ponerme manos a la obra con la preparación para un 10.000, y qué mejor manera que buscando esos ansiados 33 minutos. 
Debo reconocer que, por un lado, me apetece darme cera, pero, por otro, tengo muchas dudas. Muchas dudas porque he tenido otros intentos de vuelta que al final han acabado mal, pues en el primer intento me lesioné y en el resto, siempre he acabado dejándolo y volviendo a centrarme solo en los rodajes. Éso es precisamente lo que me preocupa, recaer en esto. La historia, por lo tanto, no será tanto entrenar al cuerpo, sino preparar a la cabeza, que ha sido y es mi principal problema. Habrá que ir viendo cómo me responde e intentar corregirla cuando no quiera hacer las series marcadas y me tente para hacer solo rodajes. En este aspecto, tengo ya una pequeña batalla... para mañana mismo. Están programadas unas cuantas series largas, y la verdad es que la cabeza me pone un poco en duda este entrenamiento. ¿Rodar o series largas? Pues en el plan pone que series largas, así que habrá que hacerlas, me guste o no. Éso sí, ya que me pongo con ellas, espero que no me vuelva a pasar como aquel día, donde casqué todo el entrenamiento por contar mal en las vueltas a la pista haciendo series de 2000.... Éso me revienta. 
Vamos, en definitiva, vamos a gastar la última bala que tengo en la recámara, mi último intento de vuelta a la competición. Como decía, la idea será acercarme a los 33 minutos en 10.000. ¿Factible? Pues habrá que verlo. Tengo varias competiciones en mente para hacer sobre esa distancia, así que no queda otra que ir analizando y viendo a ver cómo va saliendo la cosa. Por ahora, espero poder volver a correr en Venta de Baños, pero esta vez de popular. El día 19 se hará un cross popular previo al Cross Internacional del día siguiente, y tocará plantarse en la línea de salida del 10.000 para sufrir un poquito y ver qué sale. Luego, ya estoy inscrito al Cross de Ávila, una prueba donde no miraré el crono, pero sí la clasificación, así que a sufrir igual. No me importaría ir a alguna prueba por la provincia de Zamora, pero, mirando fechas, creo que lo tendré algo complicado. 
Poco más tengo para contar... Me espera un largo camino de regreso a un lugar que, quizá, no debí abandonar, aunque las experiencias vividas durante estos dos años han sido impresionantes y no las cambiaría por nada. Ahora, nos tocará sufrir, nos tocará pelear, pero, ante todo, nos tocará disfrutar de lo que llevamos en la sangre: la competición. Vamos a ver cómo acaba este nuevo proyecto de regreso.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Otra semana más


Una vez más, me pongo a escribir en el blog con el objetivo de comentar un poco cómo van los entrenamientos semanales, qué objetivos tengo a corto o largo plazo y alguna otra cosilla que vaya surgiendo mientras escribo. Vamos a ver qué sale.
Esta semana creo poder sacar, en líneas generales, unas conclusiones bastante generales en cuanto a sensaciones. Salvo en alguna excepción, me he notado bastante bien entrenando, especialmente en los rodajes de ayer y hoy. Han sido unos días donde me he notado a gusto mientras sumaba kilómetros, y en un deporte como es el atletismo, poder juntar unos pocos de días buenos es bastante motivante, la verdad. Además, he podido sumar tanto ayer como hoy los kilómetros en compañía de mi padre, que me ha acompañado ambos días con la bici. Entrenar en compañía, y más en la de mi padre, se hace más ameno.
El lunes comencé la semana con poco más de 13.20 kilómetros en 58'52, a 4.27 min/km y 152 pulsaciones medias. La idea para este rodaje era guiarlo por ritmo y no por pulsaciones, aunque a última hora cambié de opinión y lo hice por pulsaciones, así que fui con la idea de rodar entre 150 y 155 pulsaciones. Objetivo cumplido. El martes volví a calzarme las zapatillas para volver a rodar. Tenía en mente intentar mantener los 4'20 durante toda la sesión, algo que al final no salió, aunque por poco, completando un total de 14 kilómetros justos en 1h01'50, a 4.25 min/km y 152 pulsaciones medias (casualidades de la vida, lunes y martes acabo con el mismo pulso medio). El miércoles tocaba volver a rodar para hacer un poquito más que en los dos días previos. Haciendo una de mis rutas favoritas, completé un total de casi 16.10 kilómetros en 1h10'08, a 4.22 min/Km y 160 pulsaciones medias. Para seguir, el jueves me volví a poner manos a la obra con las sesiones de carrera continua, en esta ocasión por la zona del Puente de los Poetas y alrededores, acabando con poco más de 14 kilómetros en 1h03'09, a 4.30 min/km y de nuevo 152 pulsaciones medias. Tras estos rodajes, el viernes tocó descanso. Ayer de nuevo me volví a calzar las zapatilas, en esta ocasión en compañía de mi padre, que se vino en bici, para completar otro rodaje por la zona de la Aldehuela y el bosque de Valorio. En un día en el que me noté especialmente bien, para mi, el día que mejor me he encontrado de toda la semana, completé poco más de 15.10 kilómetros en 1h05'44, a 4.21 min/km y 160 pulsaciones medias. Y para acabar la semana, y de nuevo en compañía de mi padre, nos fuimos a dar la vuelta a Cabañales. En un día, al igual que ayer, con mucha niebla, algo ya habitual en Zamora, acabamos con un total de poco más de 19.10 kilómetros en 1h21'54, a 4.17 min/km. Los datos del pulsómetro del rodaje de esta mañana no los puedo aportar, tuve un pequeño problemilla con él...
Rodaje del lunes.
Durante estas sesiones, se me ha pasado en varias ocasiones si decidirme a dar el paso y volver a competir, o quedarme como estoy. Creo que, al menos por ahora, me voy a quedar como estoy, aunque debo reconocer que mi buen amigo Javier Castañer me ha dado unos consejos de lo más motivadores para un posible regreso. Su experiencia deportiva ha servido para detectar a la perfección mi problema, y en base a esto me ha aportado una serie de consejos que, como decía, creo me pueden venir muy bien. Y es que la historia está en lo de siempre. Estoy pasándomelo genial rodando a ritmos que no me resulten demasiado exigentes, y siempre, siempre por sensaciones. Si un día ruedo a 4.15 genial, y si al siguiente ruedo a 4.40, pues genial. Creo que sí volveré a competir y, por lo tanto, a hacer entrenamientos serios, aunque no será esta temporada. Quizá ya estamos demasiado dentro de ella como para intentar coger forma, pero mi sí tengo en mente tanto volver a tener licencia, por supuesto con mis compañeros del Club Atletismo Zamora, de cara a la próxima temporada, e intentar dar mi asalto de nuevo a las competiciones. Una cosa muy importante será evitar lesiones, he dicho muchas veces que tuve una y no me quedaron ganas de tener más, así que será importante evitarlas. Y en lo que respecta a los entrenamientos... pues a seguir rodando por sensaciones. 
Entre mis próximos objetivos a nivel de competición está el Cross "Ciudad de Ávila"-Memorial José Soriano, al cual ya estoy inscrito, aunque tampoco descarto participar en alguna otra prueba de 10.000 o similar previamente. He estado mirando el calendario y alguna carrera que me ha llamado bastante la intención, y a las cuales me gustaría participar. A ver si logro acercarme a alguna de ellas.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

martes, 1 de diciembre de 2015

Escribiendo de contradicciones

Llegado el mes de noviembre, las primeras nieblas hicieron acto de presencia en Zamora, aunque debo reconocer que, por norma general, ha sido un mes bastante agradable para entrenar, pudiendo hacerlo en más de una ocasión incluso con las mallas cortas. Sin embargo, al llegar a diciembre, han aparecido los primeros días invernales, con sus correspondientes nieblas y bajadas de temperatura, lo que se junta con la disminución del tiempo con luz. Todo ésto nos puede limitar a la hora de entrenar, pero, como suele decirse, sarna con gusto no pica, así que nos tocará pasar algo más de frío y seguir sumando kilómetros, en muchas ocasiones prácticamente de noche.
En mi caso, aquí sigo, intentando sumar todos los kilómetros que puedo, algo que me está viniendo bastante bien. Digo esto porque todos los kilómetros que estoy haciendo intento utilizarlos para reflexionar sobre varios temas o intentar dar respuestas a algunas preguntas que se me pasan por la cabeza. Una de las cosas en las que pienso mientras entreno es, por supuesto, sobre correr. Y ésto me ha servido para darme cuenta de varias cosas. He visto que, con el paso de los meses, he perdido parte de la capacidad que tenía para centrarme a la hora de entrenar de una manera relativamente seria. No es que haya sido atleta de élite, ni haya entrenado como ellos, pero sí es creo poder considerarme un atleta que, en su día, fue relativamente estricto con sus entrenamientos. Las series llegaron a ser parte de mis sesiones de entrenamiento, e incluso llegué a darles mucha importancia, por un motivo muy sencillo: logré mentalizarme de su importancia si quería correr cada vez más rápido, tanto en carreras de campo a través como en populares, porque, no lo olvidemos, “antaño” para mi no había distinciones, solo había una forma de entender las pruebas: darlo todo para llegar lo mejor posicionado posible. Esas sesiones fuertes, organizadas por Teo de las Heras, me sirvieron en su día para llegar incluso a competir en un Cross del Ajo a un ritmo de 3.10 min/km, o a hacer alguna sesión de miles tocando ritmos de 3.07-3.09. Pero, como decía, éso lo logré de una sola manera: centrándome en mis objetivos y sabiendo que las series eran una parte fundamental para poder lograr esa mejora.
 Pero las cosas cambian, unas veces para bien, y otras para mal. En mi caso, no lo tengo nada claro. He pasado de ser un atleta capaz de hacer rodajes a ritmos entre 3.50 y 4.00 min/km y de hacer las series a los ritmos que comentaba arriba, a ser un atleta incapaz de centrarme con las sesiones de calidad y bastante más lento que “en mis años buenos”. ¿Me arrepiento de este cambio? Pues la verdad es que puedo decir que en su día disfruté de competir y de entrenar como entrenaba, salvo en los primeros días de la temporada en la que empecé a entrenar por mi cuenta, pero también debo reconocer que ha sido a partir del momento en el cual decidí entrenar de una forma autodidacta cuando realmente he empezado a conocerme más a fondo, aparte de empezar a hacer amistades, en parte gracias a que comencé a bajar algún día con los compañeros de Valorio los fines de semana. Incluso ahora, un par de años después, sigo aprendiendo a conocerme. Y a pesar de todo, no me arrepiento de haber empezado a entrenar por mi cuenta. He hecho unas cuantas burradas, pero me lo he pasado, y me lo sigo pasando genial, y puedo decir que, a pesar de todo, estoy disfrutando de correr. Poquito a poquito voy sabiendo cómo me lo paso mejor y cómo me lo paso peor. En ocasiones, tengo estar viviendo algo que ya he vivido en otras ocasiones. Las sensaciones que ahora tengo entrenando, me da la impresión de que ya las he experimentado durante los primeros meses de la temporada en la que dejé de entrenar con Teo, algo así como una libertad para entrenar como quiera, y disfrutando cada día un poquito más.
Pero en estas sesiones para pensar mientras sumo kilómetros, también tengo tiempo para acordarme de mi lado más competitivo. Aunque ahora tenga más fondo, he perdido gran parte de la velocidad que tenía, lo que muchas veces me limita cuando salgo en algún grupo y la cosa se pone seria con los piques, o cuando me pongo un dorsal y me sale esa venilla competitiva. Pese a esto, de vez en cuando también me pongo a reflexionar sobre este tema, y pienso en si sería o no buena idea plantearme un reto competitivo que me motive e intentar pelear por él. Físicamente creo que puedo ser capaz de pelear por algunos de los que se me pasan por la cabeza. Mi problema, como bien sabéis, sigue siendo mi cabeza, a quien le cuesta mentalizarse de que, para poder competir un poco en serio, nos va a tocar reacostumbrarnos a meter sesiones de calidad, y que algún día semanal tendremos que sufrir. El hecho de ver que me pongo a meter entrenamientos de calidad y no aguanto más de cuatro semanas seguidas me suele echar bastante para atrás ahora mismo, y si a eso le sumo que me lo estoy pasando genial haciendo solo rodajes, al final la idea de volver a competir a ritmos de 3.15-3.20 no lo veo nada factible. El otro día un compañero, hablando de este tema, me comentaba que, bajo su opinión, ya no era capaz de centrarme. Tiene toda la razón, las cosas como son. No sé si en alguna ocasión volveré o no a entrenar de una manera más seria, pero me parece que la cosa se quedará tal cual está ahora. Tras un último amago de vuelta a principios de esta temporada, uno de los muchos que he tenido, y que, por cierto, han durado entre tres y cuatro semanas, creo que, por ahora, seguiré como hasta ahora, haciendo rodajes.
Y bueno, hoy que me puse a escribir por escribir, me sale otra entrada para el blog un poco larga, pero hablando de lo de siempre, al fin y al cabo. No me querría aburrir, pero me gusta compartir esto con todos vosotros, por el simple hecho de hacerlo.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.