domingo, 20 de marzo de 2016

Semana Santa y entrenos

Ya estamos metidos en pleno mes de marzo. Poco a poco van pasando los días. Desde el domingo no había vuelto a publicar nada en el blog. Debo reconocer que hoy lo hago con ganas de escribir, y con alguna idea en la cabeza. A los típicos comentarios que suelo hacer sobre deporte, le uno también la Semana Santa de Zamora. ¿Qué saldrá de esta? ¡Espero que algo bueno!

Zamora se encuentra, como cada año, metida en su Semana Santa, la que es, por muchos, una de las mejores de nuestro país. No voy a entrar en ese tema, pero debo reconocer que, con la llegada de estas fechas, la ciudad cambia, muta. Por unos cuantos días, Zamora pasa a ser una ciudad con un cierto olor a religión y a tradición. Religión porque la Semana Santa es, sobre todo, una celebración cristiana, y tradición, porque la ciudad ahora también huele a aceitadas, rebojos y sopas de ajo, esos alimentos que se han comido en la ciudad y en la provincia, y que, en los últimos años, muchos turistas aprovechan para comprar no solo para ellos, sino también para sus familiares, amigos y conocidos.

En mi caso particular, debo reconocer que soy de ir a ver pocas procesiones, y a las escasas que voy, prácticamente son todos los años las mismas. Busco procesiones que me transmitan el puro sentimiento de la Semana Santa de Zamora. Son muchas las procesiones que lo transmiten, las cosas como son, aunque yo me decanto por algunas en concreto, como puede ser la procesión de las Capas Pardas. No deja de ser una de las más humildes de la ciudad, pero, con todo, me transmite una sensación impresionante. Ver transitar a todos sus cofrades con ese traje tan particular por zonas donde casi podríamos decir que es su propia iluminación la que alumbra el recorrido que hará la cofradía y con un paso tan sencillo pero a la vez que tanto me dice, hace de esta procesión una de mis favoritas. Y aunque no es una procesión como tal, destacaría el Traslado del Mozo de San Frontis, también conocido como el Nazareno de San Frontis. Esa figura me resulta impresionante, la verdad. Desde bien pequeño me ha llamado la atención. Y es que, sin ninguna duda, para mi es, posiblemente, el paso que más sentimientos por segundo me transmite. Y otra de mis favoritas es la del Viernes Santo. Son unos cuantos pasos, pero me encanta acercarme hasta la Catedral para echarles un vistazo a todos ellos. 

Cambiando por completo de tema, esta semana está siendo bastante interesante en cuanto a entrenamientos. Tras la Media Maratón de Zamora, debo reconocer que me he encontrado bastante bien entrenando. Esta semana creo que ha sido muy positiva, entrenando por norma general con muy buenas sensaciones. El lunes, tras correr el domingo los 21 kilómetros, comencé rodando 10 kilómetros a ritmo cómodo, completándolos en 45'33, a 4.33 min/km y 153 pulsaciones medias. El martes me puse manos a la obra con la primera sesión de series de la semana. La idea era hacer 3000-1000-3000, así que, tras el correspondiente calentamiento, con un rodaje de cinco kilómetros y unas progresiones, me puse manos a la obra. De los tiempos, creo poder decir que fueron bastante buenos, tocando ritmos entre 3'20 y 3'30. Los de cada serie fueron: 10'32-3'23, 10'33. Para soltar, otros dos kilómetros suaves. El miércoles nos tocaba rodar de nuevo, así que me puse manos a la obra con una vuelta por la zona de los Tres Árboles y el bosque de Valorio, donde aproveche para ir a subir una de mis cuestas favoritas, completando un total de 16 kilómetros justos en 1h10'11, a 4.23 min/km y 161 pulsaciones medias. Siguiendo con lo marcado en el plan, el miércoles me puse manos a la obra con unas series, aunque casi fue más un rodaje a ritmo controlado que una sesión de series. Tras el correspondiente calentamiento, también de cinco kilómetros, comencé con lo serio. La idea era hacer 3x3000. Eso hice, haciendo los siguientes tiempos: 10'44, 11'02-11'16. Para soltar, un kilómetro suave. El viernes tocó descanso. El sábado me calcé de nuevo las zapatillas para hacer otra sesión de series, en esta ocasión de 2000. Volví a calentar cinco kilómetros para luego completar cuatro series de dos kilómetros. Los tiempos fueron: 6'58, 7'06, 7'18 y 7'23. Para soltar, otros dos kilómetros. Para completar la semana, hoy tocó hacer la tirada larga de esta semana, 19 kilómetros. Tras un par de semanas que no tocaba la vuelta a Cabañales, hoy me animé a hacerla. De no haber sido por una zapatilla, que fue algo floja en los últimos siete-ocho kilómetros, la verdad es que el rodaje hubiera estado de cine. Al final, completé un poquito más de los 19 kilómetros marcados en 1h24'09, a 4.22 min/km y 162 pulsaciones medias.

Con el rodaje de hoy, completo la segunda semana de entrenamientos del plan de entrenamiento. Ahora toca ir a por una tercera semana que se presenta bastante dura, para luego hacer una cuarta bastante suave para recuperar de estas tres semanas previas. Al igual que esta semana, van a ser tres días de calidad, tres de rodaje y uno de descanso. No estaría nada mal tener las mismas buenas sensaciones que he tenido esta semana, en la cual creo no poder quejarme de cómo me he notado. Por lo demás, no tengo, por ahora, demasiados objetivos competitivos a corto plazo, aunque sí tengo alguna carrera en mente en la que me gustaría participar y dar bastante cera.

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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