domingo, 29 de mayo de 2016

Entrenamientos y ciclismo, cuando las noticias son un palo

Pues nada, ya estamos de nuevo a domingo. Hoy me gustaría aprovechar para hacer un balance de los entrenos, pensar en nuevos proyectos y recordar a un ciclista profesional que nos dejaba ayer en la Marcha de los Puertos de Ribagorza, David Cañada. 

Ésta no ha sido una semana de granes ritmos, aunque algún día suelto haya tocado ritmos más rápidos que los que podríamos considerar habituales por norma general para estos últimos días. Tras la tirada del pasado domingo, el lunes comencé rodando 13.2 kilómetros en 56'56, a 4'19 min/km y 161 pulsaciones medias. El martes arranqué con la idea de rodar 14 kilómetros a ritmo cómodo, pero, como tiendo a ser un poco malo a la hora de calcular las distancias de las rutas, acabé completando medio kilómetro más de lo pensado al arrancar en 1h03'19, a 4'22 min/km y 161 pulsaciones medias. El miércoles tocaba hacer un rodaje algo más largo, acabando con 16 kilómetros justos en 1h11'29, a 4'28 min/km y 162 pulsaciones medias. El jueves opté por hacer la misma ruta del lunes, completando casi 13.2 kilómetros en una hora justa, a 4'33 min/km y 157 pulsaciones. El viernes descansé. El sábado me puse manos a la obra con otro rodaje, en el cual mejor me he notado de toda la semana. Haciendo la misma ruta del martes, completé un total de 14.5 kilómetros en 4'22 min/km y 161 pulsaciones medias. Y para acabar la semana, hoy opté por hacer la tirada larga. Tras varias tiradas dando la vuelta a Cabañales, hoy decidí cambiar la vuelta, tirando a la zona de los Tres Árboles y Valorio, completando un total de 19.3 kilómetros en 1h25'51, a 4'26 min/km y 162 pulsaciones medias. Así, he completado otra semana más. La verdad es que no me he notado tan bien como en otras semanas previas, pero no siempre podemos ir bien, y ya habrá días de ir mejor. 

Me pongo a pensar. Quizá debo dejar de dar vueltas a la preparación para León, e ir directamente a por ella, hacer un poco como dice Chema Martínez, "no lo pienses, corre". Mi problema es la cabeza, algo muy evidente, así que, por una vez, me parece que no le haré demasiado caso e intentaré ir directamente a por la acción, sin más. ¿Por qué no? Seguramente me venga bien poner mente en blanco y tirara a por lo que esté marcado. No debe ser tampoco demasiado complicado. Me gusta la idea de a por una carrera, y creo que León es una buena opción. Me he propuesto hacer 33', lo que viene a ser correr sobre 3'20, algo muy complicado, pero quien no lucha por un objetivo nunca sabrá si realmente hay posibilidades de lograrlo. 

Volveré a mi metodología de entrenamiento. Esto de entrenar tiene las letras gordas, y muchas veces lo hacemos más complicado de lo que realmente es. Mi idea es entrenar seis días distribuidos de la forma siguiente: un rodaje regenerativo los lunes, otros dos algo más largos los miércoles y domingos, y luego, tres días de calidad, que serán martes, jueves y sábado. Físicamente el plan puedo hacerlo, porque las sesiones de fondo no son más largas que las que estoy haciendo ahora, y las sesiones de calidad ya las he hecho en otras ocasiones, así que tampoco debería tener problema. Pero, ya se sabe, ésto no es una ciencia exacta, y es muy común que lo que hoy hacemos, dentro de dos días puede ser un calvario.

Antes de decidirme si finalmente me pongo manos a la obra con León, haré algún cambio en los entrenamientos de las semanas previas. Seguiré rodando, pero intentando mantener ritmos más o menos cómodos, y en un principio, durante estas cuatro semanas no haré tirada larga. La tirada es mi entrenamiento favorito, pero no deja de ser un desgaste orgánico elevado, y ya solo quitando de ahí cuatro-cinco kilómetros, estoy seguro que el cuerpo lo agradecerá. Durante estas cuatro semanas seguiré metiendo varios kilómetros.

Hace pocos días publiqué una foto en mi muro de Facebook con Gema Martín en la carrera de la USAL del sábado pasado, donde ella logró la victoria. Casualidades, ella tiene el récord de la carrera de Bañobárez en categoría femenina, mientras que yo lo tengo en la categoría masculina. Además, en la carrera de la USAL también corrieron Serafín y Ricardo, segundo y tercero respectivamente cuando gané allí. Sobre esa foto, los compañeros del Piratas Road Running Club la compartieron en su cuenta de esta red social con el siguiente comentario: "El sábado pasado se juntaron en Zamora las dos personas que más rápido corrieron los 10 km de la carrera de Bañobárez tanto en femenino como en masculino (Gema Martín y Alejandro Vicente). Una pena que ya no se dispute nuestra carrera, en la cual intentamos mimar a todos los atletas lo máximo posible". Supongo que el hecho de que yo ganara o dejara de ganar en Bañobárez no tiene una relevancia mundial, pero personalmente significó mucho para mi, pues, hasta la fecha, ha sido mi única victoria en la categoría Absoluta, y además, logrando batir el récord de la prueba. Ésto me permitió verme aun competitivo, y me demostró que, entrenando con un poco de cabeza, puedo estar muy delante en las carreras. Y ahora, un par de años después, ver un comentario así por parte de la organización es algo realmente bonito. y precisamente, ésta carrera ahora es uno de los puntos que me animan a volver a intentar asaltar una prueba de 10.000 metros. 

Para cerrar, ayer nos llevábamos un palo deportivo. El ex ciclista profesional David Cañada nos dejaba tras un accidente en la Marcha de los Puertos de Ribagorza. David fue un luchador, llegó a correr con los mejores equipos dentro del pelotón profesional, y a pesar de las lesiones, demostró que tenía cualidades para estar entre los mejores profesionales. Una de sus lesiones más graves fue un cáncer de piel (melanoma). En enero de 2010 anunciaba su retirada a la vez que comunicaba estar completamente curado de su enfermedad. Y tras un montón de kilómetros realizados sobre su bicicleta dentro del pelotón profesional, ayer nos abandonaba durante la disputa de la citada marcha cicloturista. Deja un hueco muy importante dentro del mundo de las dos ruedas. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

viernes, 27 de mayo de 2016

Juntar letras de música y deporte

Qué complicado es intentar escribir cuando cadeces de ideas para ello. Me gusta escribir, pero el simple hecho de hacerlo sin un tema me desquicia… En fin, prefiero no pensar cómo periodistas y escritores de novelas no se desquician más a menudo… En esta ocasión me pongo manos a la ora con el único objetivo de escribir. Sin más. A ver qué es lo que sale en esta ocasión.

Me gusta bastante escuchar música, pero soy un tanto especial a la hora de elegir temas, grupos y músicos. Si se da el caso de que escucho un tema de alguien concreto y no me gusta, le tacho de inmediato y me niego a volver a escucharle, aunque luego tenga otros temas que sean impresionantes. Sin embargo, como escuche a alguien que me gusta, puedo estar días y días buscando temas suyos. Esto último me ha pasado con un grupo selecto de músicos que, por diferentes motivos, me han llamado la atención. Los dos casos más exagerados son los de Miguel Ríos y Queen, aunque también me llaman la atención algunos temas de Los Payasos de la Tele.

Para mi gusto, y creo que el de muchos más aficionados, Miguel Ríos es el maestro del rock en español. ¡Qué grande era y es Miguel! Me parece que todo lo que él hizo por el rock fue fundamental para el futuro de este estilo musical en nuestro país, y lo logro, ¡vaya si lo logró! Pero, desde luego, el camino no fue nada fácil. Miguel marchó de Granada a Madrid con apenas 17 años, solo con ganas de triunfar en el rock, y estuvo casi 50 años cantando. Mi cantante favorito, sin ninguna duda. ¿Y qué decir de Queen? ¡Vaya cuarteto! Brian, Roger, John y Freddie, el que seguramente más alto llevó al grupo gracias a su voz, capaz de cantar temas tan diferentes como Bohemian Rhapsody y el tema Barcelona, compuesto para los Juegos Olímpicos de la ciudad catalana y el cual interpretó junto a Montserrat Caballé. Debo reconocer que me cuesta destacarme por alguno de los cuatro, simplemente porque me gustan todos, aunque, en caso de tener que elegir, me quedo con Brian May. Me encanta su forma de tocar la guitarra y aunque su voz no es la de Freddie ni mucho menos, pues es muy complicado encontrar a alguien con su facilidad para cantar, Brian ha demostrado que es capaz de defenderse cantando cuando le ha tocado hacerlo, con una forma muy peculiar de expresar unos sentimientos a través de la voz.

Y aunque suene extraño, hay varios temas de Los Payasos de la Tele que me gustan. No es muy normal que a alguien e mi edad le guste esta clase de música, pero, aparte del tono humorístico típico de la familia Aragón, me gusta centrarme en los mensajes de algunos de sus mensajes. Me gusta esa forma de educar mediante la música y el humor, y ellos lo han logrado hacer con un humor puro y, en ocasiones con una inocencia que da un punto distinto a las canciones. Me resulta impresionante los amplios conocimientos musicales de todos ellos. Hace poco escuchaba unas entrevista a varios de los Payasos, y todos coincidían en que habían dado muchísima importancia a la formación musical, pues consideraban que la música era algo fundamental para las actuaciones circenses. Debo reconocer que para mi, han sido y son unos personajes dignos de admirar, aparte de por todo el tema musical, por esa imagen que lograron crear del payaso y su forma de entender todo el espectáculo del circo. Todo, en conjunto, les llevó a lograr esa fama que aun hoy dura.

Cambio de tercio y me voy al deporte. En vísperas de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, siguen apareciendo movidas con el dopaje, ahora también entre deportistas populares. ¿A qué aspiramos? No es demasiado complicado que, a pripio, a dos cosas: a jugar con la salud y, por otro lado, a manchar el deporte. Hablar de dopaje, lo he dicho siempre que lo hago sobre este tema, me resulta complicado porque es algo muy ambiguo. Por un lado, debemos ser conscients de que el dopaje no va a quitar todo el sacrificio que uno tiene que hacer para llegar a la élite, y que los que están ahí tienen unas cualidades físicas para estar, como mínimo, corriendo a nivel profesional (ya pueden darme a mi toda la EPO que quieran, que nunca seré capaz de correr un 10.000 con las marcas de Chema Martínez, o de subir el Tourmalet al ritmo de Indurain), pero debemos también tener en cuenta que el deportista dopado es un tramposo, pues está tomando sustancias prohibidas para ir más rápido o, por lo menos, no descolgarse. Yo he llegado, en los casos más extremos, a escuchar comentarios sobre algunos equipos donde amenazaban con dos opciones: doparse o no renovar al acabar la temporada. No sé qué tendrá éso de cierto, pero el hecho es que hasta eso he escuchado. Pero debemos pensar también que nos encontramos con un deportista que estado consumiendo sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento, por lo que me parece que habría que establecer un castigo. Me parece que la sanción de dos años está muy bien, pero habría que añadir una sanción económica, teniendo que devolver todos los premios económicos que haya ganado el deportista hasta el momento en el que ha sido pillado. Hechas ambas cosas, creo que podría permitirse volver a competir al deportista, pero en el caso de que sea reincidente, sanción de por vida.

Van pasando los días y ya estamos a menos de una semana para acabar el mes de mayo. ¡Qué rápidas se me están pasando la semanas! Me parece que era ayer cuando estaba acabando los exámanes del módulo, y ya ha pasado un año. Desde entonces, ésto ha cambiado bastante a nivel académico. Hice las prácticas en el hospital, me puse manos a la obra con un curso de Celador Sanitario, vuelta al hospital a hacer más prácticas y, al acabar estas últimas, comienzo a preparar las oposiciones, ¿y todo esto en un año! La verdad, el tiempo vuela, ¡vaya si vuela! Pero, al fin y al cabo, lo importante es aprovecharlo. Ahora se me hace muy extraño pasar tantas horas en casa, pues estaba acostumbrado a ir a clase, volver, comer, estudiar, entrenar, ducha, cenar, estudiar y a dormir, así desde que comencé la ESO. Ahora, a pesar de seguir estudiando, se me hace raro no tener ese movimiento.

Deportivamente, sigo aprendiendo y conociéndome. Una de las ventajas de ser mi propio entrenador es que puedo acoplar todo a mis sensaciones y a las ganas de castigarme, lo que me permite seguir disfrutando de correr, que es lo importante. Muchos conocidos me preguntan que si no me aburro rodando tanto y por qué no hacer algún día series o cambios de ritmo para variar algo las sesiones. La verdad es que me lo paso genial sumando kilómetros de carrera continua, es lo que me gusta. Sin embargo, me llama cada vez más la opción de volver a correr bajo las órdenes de un plan, organizar una temporada de inicio a fin y valorar la experiencia. Lo quiera o no reconocer, llevo la competición en la sangre, y creo que tarde o temprano acabaré volviendo a las series. Pero ese regreso no quiero que sea algo forzado, sino algo “natural”, como cuando volví a las series poco antes de correr en Bañobárez.

Tengo una serie de proyectos en la cabeza, pero debo valorar todo muy seriamente antes de comenzarlos. Me gustaría preparar los 10 kilómetros de León, lo que me llevaría a entrenar en los meses de julio, agosto y septiembre con sesiones de calidad, no solo a base de rodajes, como hice este verano pasado. Habría que medir muy bienlos esfueros para que luego la temporada próxima no se haga demasiado larga, por lo que creo que no es algo sencillo. Aun no he organizado los entrenamientos, pero lo suyo sería hacer unas semanas previas muy suaves, con la idea de llegar frescos a los entrenos enfocados a León, y una vez completadas todas las semanas para ese objetivo, hacer otro par de ellas muy suaves antes de empezar a preparar la temporada de cross. Y es que, si la cosa no cambia, la próxima temporada la idea es federarme con el Atletismo Zamora para correr esas pruebas de campo a través. Las semanas previas a las programadas para preparar León creo que deberían ser, como decía, cómodas, con días para rodar entre 10 y 13 kilómetros suaves, a excepción del domingo, donde tocaría hacer la tirada larga de la semana, sin forzar lo más mínimo, algo para lo que ya habrá tiempomás adelante. Pero no hay nada programado aun, solo ideas, y únicamente el tiempo nos dirá si finalmente me decanto por ponerme manos a la obra con León.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

domingo, 22 de mayo de 2016

Completamos semana

Hoy me pongo a escribir con la idea de comentar cómo han sido estos últimos entrenamientos y, de paso, aprovechar para hacer alguna otra reflexión deportiva. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, no todo va a ser hablar de mis entrenamientos y competiciones, de ser así, ésto sería demasiado aburrido, y lo que no quiero es precisamente eso, aburrir. 

Comentaba en mi última entrada del blog que este sábado había ciertas posibilidades de ponerme a hacer las series de nuevo. Valorando cómo había sido esta semana en cuanto a volumen de kilómetros, me di cuenta de que no había bajado ningún día de 14 kilómetros y a unos ritmos bastante interesantes, así que finalmente me decanté por salir a trotar un rato, recuperar un poco de tantos días voluminosos, y ya dejar las series para la próxima semana. Así, me fui a rodar por la zona de los Tres Árboles y Olivares, completando algo más de 13.3 kilómetros en una hora justa, a 4.30 min/km el 159 pulsaciones medias. Decidí guiar el rodaje por tiempo, haciendo los primeros 20 minutos a un ritmo muy cómodo, de calentamiento, y haciendo los 40 restantes a 160-163 pulsaciones, sin forzar en exceso. Ayer al salir noté el día un poco extraño, con calor un tanto pegajoso. Completados los primeros minutos, ésto creo que me empezó a hacer mella, y es que en días con ese calor tan extraño, no corro nada cómodo, y éso que siempre he dicho que soy un corredor que rindo bien con temperaturas altas. Para completar la semana, esta mañana tenía previsto hacer la tirada larga. Tenía en duda entre si hacer 19 o 20 kilómetros, así que arranqué para irme a dar la vuelta a Cabañales, la cual me tocó modificar en la última para evitar encontrarme con los participantes del Decabike, e ir valorando según me fuera encontrando. La verdad es que no me noté nada mal, y las sensaciones fueron bastante interesantes, pero, aun así, opté por completar los 19 kilómetros de todos los domingos, los cuales completé en 1h22'53, a 4.21 min/km y 164 pulsaciones medias. 

Esta semana, aunque menos rápida que otras previas, la verdad es que me ha permitido disfrutar bastante de los entrenamientos. Por lo menos, creo poder decir que, salvo ayer, donde el calor me pasó algo de factura, no he tenido malas sensaciones, y éso, todos lo sabemos, es algo que a todos nos motiva bastante. El mejor día, sin ninguna duda, fue el jueves, con ese rodaje progresivo de una hora, completando los últimos 20 minutos a 3'38 de ritmo medio. Pero creo que de todos los días puedo sacar conclusiones positivas, hasta de ayer, pues aprendí que en días donde hay previsiones de temperaturas altas, mejor salir a rodar un poco antes. De cara a los próximos entrenamientos, debo reconocer que aun no me he puesto a organizarlos. Espero que esta tarde acabe con ellos y ya tenga un plan de entrenamiento para seguir. En un principio, reduciré un poco el kilometraje de alguna sesión y aumentaré la del rodaje largo, de 19 a 20 kilómetros. La idea es reducir el volumen semanal de kilómetros, algo que tampoco es tan complicado, pues reduciendo, por ejemplo, de 13 a 10 kilómetros los lunes, y los miércoles de 16 a 14, ya bajo de los 90 semanales que estoy haciendo actualmente a unos 85, que eran los kilómetros que hacía a la semana durante el mes de agosto y septiembre, en los que estuve siguiendo un plan de entrenamiento. Os comentaré en entradas próximas como quedan finalmente los entrenamientos.

Recuerdo que hubo una temporada, coincidiendo con una de las que más he andado (ese año corrí el Cross del Ajo a 3'09) en la que estuve saliendo bastante en bicicleta, sobre todo de carretera. Salía, me hacía unos kilómetros junto a mis compañeros de Bicizamora, y supongo que me venía bien para no sobrecargar las articulaciones. La siguiente temporada seguí saliendo algo en bicicleta, más o menos hasta finales de abril. Desde entonces, abril-mayo de 2014. Entonces, ya hubo un preámbulo de lo que ahora está sucediendo. Dejé de montar en bicicleta hasta julio, donde salí tres semanas, alternando bicicleta con natación. Luego, por lesión, me tocó retomar el hábito durante un mes. Y después de ese preámbulo en el mes de mayo y junio, sin tocar nada la bicicleta (y saliendo en julio casi por obligación, para recuperar de la temporada), empezó la pasada temporada y decidí que la tocaría lo justo y necesario. Salí un par de días antes del verano, seis días en julio, y un día en septiembre. Nada más. Desde septiembre, no he vuelto a tocar nada la bicicleta, aunque estaba entre los planes la posibilidad de haber salido ayer. No hecho de menos nada la bicicleta y, como he comentado en alguna ocasión, apenas estoy siguiendo los últimos tres o cuatro kilómetros de las carreras ciclistas profesionales, o apenas leo ya noticias sobre el ciclismo a nivel amateur, cuando hasta no hace tanto tenía relativamente controlados a los ciclistas aficionados. En fin, supongo que en alguna ocasión retomaré el hábito de salir en bicicleta.

Este fin de semana en Zamora ha estado bastante vinculado al atletismo. Ayer se celebró en la zona del Campus Viriato la prueba correspondiente del Circuito de Carreras Populares organizado por la USAL, con victoria para Daniel Sanz y Gema Martín. Me acerqué por allí para echar un vistazo y, de paso, aprovechar a sacar algunas fotos, que publiqué ayer. Para mi fue una tarde diferente, viendo correr y charlando con algunos amigos y conocidos. Disfruté bastante de la carrera desde otro punto de vista, que últimamente se ha vuelto más común de lo habitual (esta semana ha sido la segunda vez que voy a ver una prueba de atletismo como espectador), pero también  muy entretenido. Hablaba con unos y con otros sobre las posibilidades de los atletas para lograr la victoria o sobre qué atletas podrían estar muy delante. Los ganadores, Gema y Daniel, cumplieron los pronósticos de todos, y la verdad es que fueron los nombres más repetidos en todas las quinielas. Y siguiendo con las carreras, esta mañana se celebró en Villalpando uno de las carreras de 10 kilómetros más conocidas de la provincia, la que lleva el nombre del gran fondista español Chema Martínez. Como suele ser habitual, pudimos ver a los tres hermanos Martínez compitiendo en la carrera del más conocido de ellos. Francisco Javier Martínez se llevó la victoria en el 10.000 con un tiempo de 31'40, a 3.10 min/km. Segundo fue Francisco Javier de la Casa, mientras que en tercer llegó David Rodríguez. Chema Martínez llegó en quinta posición, con un crono de 33'25, entrando un puesto después que su hermano David Martínez, cuarto con el mismo puesto que Chema. Como curiosidad, con David coincidí en el 5000 de la segunda edición de esta misma carrera, donde logré entrar en el podio comos segundo clasificado, haciendo mi mejor marca en 5000. Para esta ocasión, la organización daría un premio económico a aquel atleta que bajara de 32' en la distancia de los 10 kilómetros. Debo reconocer que estaba plenamente convencido de que sería el propio Chema el que se llevaría ese premio en metálico, pero, en un gesto que le honra y que demuestra que es un campeón, prefirió hacer de liebre de su hermano. Está claro, o yo por lo menos lo tenía y lo tengo muy claro, que este gran fondista podría haberse llevado ese premio de haberlo intentado, pero no quedaría demasiado bien que un atleta que ha estado corriendo en la élite hasta ayer mismo como quien dice y encima, en la carrera que lleva su nombre, se llevara ese premio. Lo mismo realmente él no se vio para lograr esos 32', pero sabiendo que otros años ha ganado esta prueba al hermano que hoy ganó la prueba, me parece que era uno de los favoritos a conseguirlo.

jueves, 19 de mayo de 2016

Rodaje progresivo

Ya estamos a jueves, día de entrenamiento previo al día de descanso semanal. ese que tanto odiamos los corredores. Y quizá por eso, no lo sé, me parece una buena idea hacer un balance de lo que hasta ahora han sido las sesiones de rodaje que he hecho en estos cuatro días, algunas de las cuales, como la de esta mañana, me han llamado bastante la atención. Por otro lado, me gustaría escribir sobre las competiciones y, si se tercia, algún otro tema que aparezca, siempre vinculado al deporte o a la música. 
Intentando una quimera: seguir a Diego
Bravo en un 3000 en las pistas de Zamora.
Esta semana debo reconocer que está siendo un tanto peculiar en lo que a entrenamientos se refiere. ¿El motivo? Hacía bastante que no acumulaba tantos rodajes improvisados, y es que los cuatro que llevo completados hasta ahora así han sido. Arrancaba con una idea determinada, para luego hacer algo completamente distinto de lo que tenía pensado. El lunes comencé la semana con un entreno guiado por tiempo. En un principio, la idea era la de rodar 13 kilómetros a ritmo cómodo, y de hecho, así organicé la vuelta por el carril bici, 6.5 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta por el mismo trazado. Pero, al llegar al punto donde unos kilómetros antes había comenzado a rodar, me veía con ganas de algo más, y viendo que me faltaban solo cuatro minutos hasta completar la hora, me decidí por llegar hasta ese tiempo. Así, en una mañana de lo más agradable para rodar, acabé con 14 kilómetros en 1h00'56, a 4.21 min/km. El martes me calcé las zapatillas con la idea de rodar otros 14, por lo que opté por irme a dar la vuelta a Cabañales. Tenía en mente callejear a la vuelta para que me saliera la misma ruta que hice otro día con la distancia justa que quería, pero me puse a pensar en otras historias y me pasé por completo la calle que tenia que coger para recortar la distancia, así que opté por continuar recto y ya acabar donde había empezado, lo que me llevaría a alargar la ruta más de medio kilómetro. Así, en un día con sensaciones regulares, he completado un total de casi 14.8 kilómetros en 1h04'59, a 4.23 min/km. El entreno del miércoles ha sido, quizá, el que menos he improvisado. Me animé a dar de nuevo la vuelta a Cabañales, en esta ocasión incluyendo la subida al Alto de San Isidro. Tenía en duda si rodar 15 ó 16 kilómetros, así que dejé que fueran mis piernas las indicadas para marcar el entrenamiento. Al final, acabé completando los 16 kilómetros en 1h11'33, a 4'28 min/km y 163 pulsaciones medias. Éste fue el primer rodaje en unos días que volví a hacer con el pulsómetro. Para continuar, esta mañana tenía previsto hacer un rodaje cómodo de 13 kilómetros. Y, para no perder la costumbre... acabé improvisando de nuevo. Opté por hacer un rodaje de 60' progresivos distribuidos en tres bloques de 20 minutos cada uno, controlando el pulso en cada parte. En los primeros 20 minutos opté por ir a ritmo de calentamiento, para luego seguir con otros 20 tocando pulsos de entre 160 y 175 pulsaciones, acabando los últimos 20 entre 175 y 185 pulsaciones. Así, en un día que he tenido unas sensaciones buenísimas, he completado un total de 14.7 kilómetros en una hora justa. 
Gráficas con desnivel, ritmo y pulso del rodaje progresivo de esta mañana.
La verdad es que es una gozada encontrarse con rodajes como el de hoy, al fin y al cabo son las sesiones que te animan a continuar sumando kilómetros en busca de nuevos objetivos. Lástima que días como el de hoy salgan uno de cada cinco meses. Completados estos rodajes, mañana nos toca el día de descanso deportivo. Para el fin de semana, solo tengo programado de fijo el domingo, que nos tocará hacer la tirada larga, mi entreno favorito. Para el sábado, no tengo claro si esperar a la semana que viene para hacer series, o decantarme por empezar ya el sábado con ellas. Iré viendo cómo me noto, pero no descarto esta posibilidad, un día antes o un día después no creo que nos afecte demasiado, pero, como digo, iré valorando para ver qué es finalmente lo que sale.
Con Jaime Rosón en la Vuelta a Zamora.
Con todo ésto, me pongo a pensar de nuevo en si realmente dejar de entrenar con Teo fue la decisión más acertada. Aun hoy, tanto tiempo después, le sigo dando vueltas. La verdad es que en el momento en el que empecé a entrenar por mi cuenta me veia muy cansado de todo lo relacionado con las series y, sobre todo, con las competiciones. Por ese lado no me arrepiento, porque he conocido nuevas formas de entrenar, me he conocido más y, sobre todo, he conocido a varios atletas con los que quizá, de otra forma, hubiera tardado más en conocer, igual que con los nuevos circuitos que he aprendido para entrenar. Pero, quizá, de no haber dejado de entrenar con él, no hubiera tenido todos estos regresos sin fruto y hubiéramos comenzado a ir a por los objetivos que Teo tenía en mente desde que comencé a entrenar con él. Pero bueno, lo que tenemos hecho, hecho está, y ahora nos toca pelear por unos objetivos diferentes, pero que me motivan un montón.

Nos vemos... haciendo deporte, claro.