viernes, 27 de mayo de 2016

Juntar letras de música y deporte

Qué complicado es intentar escribir cuando cadeces de ideas para ello. Me gusta escribir, pero el simple hecho de hacerlo sin un tema me desquicia… En fin, prefiero no pensar cómo periodistas y escritores de novelas no se desquician más a menudo… En esta ocasión me pongo manos a la ora con el único objetivo de escribir. Sin más. A ver qué es lo que sale en esta ocasión.

Me gusta bastante escuchar música, pero soy un tanto especial a la hora de elegir temas, grupos y músicos. Si se da el caso de que escucho un tema de alguien concreto y no me gusta, le tacho de inmediato y me niego a volver a escucharle, aunque luego tenga otros temas que sean impresionantes. Sin embargo, como escuche a alguien que me gusta, puedo estar días y días buscando temas suyos. Esto último me ha pasado con un grupo selecto de músicos que, por diferentes motivos, me han llamado la atención. Los dos casos más exagerados son los de Miguel Ríos y Queen, aunque también me llaman la atención algunos temas de Los Payasos de la Tele.

Para mi gusto, y creo que el de muchos más aficionados, Miguel Ríos es el maestro del rock en español. ¡Qué grande era y es Miguel! Me parece que todo lo que él hizo por el rock fue fundamental para el futuro de este estilo musical en nuestro país, y lo logro, ¡vaya si lo logró! Pero, desde luego, el camino no fue nada fácil. Miguel marchó de Granada a Madrid con apenas 17 años, solo con ganas de triunfar en el rock, y estuvo casi 50 años cantando. Mi cantante favorito, sin ninguna duda. ¿Y qué decir de Queen? ¡Vaya cuarteto! Brian, Roger, John y Freddie, el que seguramente más alto llevó al grupo gracias a su voz, capaz de cantar temas tan diferentes como Bohemian Rhapsody y el tema Barcelona, compuesto para los Juegos Olímpicos de la ciudad catalana y el cual interpretó junto a Montserrat Caballé. Debo reconocer que me cuesta destacarme por alguno de los cuatro, simplemente porque me gustan todos, aunque, en caso de tener que elegir, me quedo con Brian May. Me encanta su forma de tocar la guitarra y aunque su voz no es la de Freddie ni mucho menos, pues es muy complicado encontrar a alguien con su facilidad para cantar, Brian ha demostrado que es capaz de defenderse cantando cuando le ha tocado hacerlo, con una forma muy peculiar de expresar unos sentimientos a través de la voz.

Y aunque suene extraño, hay varios temas de Los Payasos de la Tele que me gustan. No es muy normal que a alguien e mi edad le guste esta clase de música, pero, aparte del tono humorístico típico de la familia Aragón, me gusta centrarme en los mensajes de algunos de sus mensajes. Me gusta esa forma de educar mediante la música y el humor, y ellos lo han logrado hacer con un humor puro y, en ocasiones con una inocencia que da un punto distinto a las canciones. Me resulta impresionante los amplios conocimientos musicales de todos ellos. Hace poco escuchaba unas entrevista a varios de los Payasos, y todos coincidían en que habían dado muchísima importancia a la formación musical, pues consideraban que la música era algo fundamental para las actuaciones circenses. Debo reconocer que para mi, han sido y son unos personajes dignos de admirar, aparte de por todo el tema musical, por esa imagen que lograron crear del payaso y su forma de entender todo el espectáculo del circo. Todo, en conjunto, les llevó a lograr esa fama que aun hoy dura.

Cambio de tercio y me voy al deporte. En vísperas de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, siguen apareciendo movidas con el dopaje, ahora también entre deportistas populares. ¿A qué aspiramos? No es demasiado complicado que, a pripio, a dos cosas: a jugar con la salud y, por otro lado, a manchar el deporte. Hablar de dopaje, lo he dicho siempre que lo hago sobre este tema, me resulta complicado porque es algo muy ambiguo. Por un lado, debemos ser conscients de que el dopaje no va a quitar todo el sacrificio que uno tiene que hacer para llegar a la élite, y que los que están ahí tienen unas cualidades físicas para estar, como mínimo, corriendo a nivel profesional (ya pueden darme a mi toda la EPO que quieran, que nunca seré capaz de correr un 10.000 con las marcas de Chema Martínez, o de subir el Tourmalet al ritmo de Indurain), pero debemos también tener en cuenta que el deportista dopado es un tramposo, pues está tomando sustancias prohibidas para ir más rápido o, por lo menos, no descolgarse. Yo he llegado, en los casos más extremos, a escuchar comentarios sobre algunos equipos donde amenazaban con dos opciones: doparse o no renovar al acabar la temporada. No sé qué tendrá éso de cierto, pero el hecho es que hasta eso he escuchado. Pero debemos pensar también que nos encontramos con un deportista que estado consumiendo sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento, por lo que me parece que habría que establecer un castigo. Me parece que la sanción de dos años está muy bien, pero habría que añadir una sanción económica, teniendo que devolver todos los premios económicos que haya ganado el deportista hasta el momento en el que ha sido pillado. Hechas ambas cosas, creo que podría permitirse volver a competir al deportista, pero en el caso de que sea reincidente, sanción de por vida.

Van pasando los días y ya estamos a menos de una semana para acabar el mes de mayo. ¡Qué rápidas se me están pasando la semanas! Me parece que era ayer cuando estaba acabando los exámanes del módulo, y ya ha pasado un año. Desde entonces, ésto ha cambiado bastante a nivel académico. Hice las prácticas en el hospital, me puse manos a la obra con un curso de Celador Sanitario, vuelta al hospital a hacer más prácticas y, al acabar estas últimas, comienzo a preparar las oposiciones, ¿y todo esto en un año! La verdad, el tiempo vuela, ¡vaya si vuela! Pero, al fin y al cabo, lo importante es aprovecharlo. Ahora se me hace muy extraño pasar tantas horas en casa, pues estaba acostumbrado a ir a clase, volver, comer, estudiar, entrenar, ducha, cenar, estudiar y a dormir, así desde que comencé la ESO. Ahora, a pesar de seguir estudiando, se me hace raro no tener ese movimiento.

Deportivamente, sigo aprendiendo y conociéndome. Una de las ventajas de ser mi propio entrenador es que puedo acoplar todo a mis sensaciones y a las ganas de castigarme, lo que me permite seguir disfrutando de correr, que es lo importante. Muchos conocidos me preguntan que si no me aburro rodando tanto y por qué no hacer algún día series o cambios de ritmo para variar algo las sesiones. La verdad es que me lo paso genial sumando kilómetros de carrera continua, es lo que me gusta. Sin embargo, me llama cada vez más la opción de volver a correr bajo las órdenes de un plan, organizar una temporada de inicio a fin y valorar la experiencia. Lo quiera o no reconocer, llevo la competición en la sangre, y creo que tarde o temprano acabaré volviendo a las series. Pero ese regreso no quiero que sea algo forzado, sino algo “natural”, como cuando volví a las series poco antes de correr en Bañobárez.

Tengo una serie de proyectos en la cabeza, pero debo valorar todo muy seriamente antes de comenzarlos. Me gustaría preparar los 10 kilómetros de León, lo que me llevaría a entrenar en los meses de julio, agosto y septiembre con sesiones de calidad, no solo a base de rodajes, como hice este verano pasado. Habría que medir muy bienlos esfueros para que luego la temporada próxima no se haga demasiado larga, por lo que creo que no es algo sencillo. Aun no he organizado los entrenamientos, pero lo suyo sería hacer unas semanas previas muy suaves, con la idea de llegar frescos a los entrenos enfocados a León, y una vez completadas todas las semanas para ese objetivo, hacer otro par de ellas muy suaves antes de empezar a preparar la temporada de cross. Y es que, si la cosa no cambia, la próxima temporada la idea es federarme con el Atletismo Zamora para correr esas pruebas de campo a través. Las semanas previas a las programadas para preparar León creo que deberían ser, como decía, cómodas, con días para rodar entre 10 y 13 kilómetros suaves, a excepción del domingo, donde tocaría hacer la tirada larga de la semana, sin forzar lo más mínimo, algo para lo que ya habrá tiempomás adelante. Pero no hay nada programado aun, solo ideas, y únicamente el tiempo nos dirá si finalmente me decanto por ponerme manos a la obra con León.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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