lunes, 27 de junio de 2016

Acabando la temporada

Pues como quien no quiere la cosa, ya hemos llegado a la última semana del mes de junio. En mi caso, la semana que suele marcar el fin de la temporada en curso. Cuando entrenaba con Teo, el día 29, con el Cross del Ajo, dábamos por finalizados los entrenamientos, y hasta agosto tocaba hacer deportes alternativos, que en mi caso eran natación y bicicleta. También suele ser una época que aprovecho para hacer un balance de lo que han supuesto para mi estos meses previos entrenando, incluso alguna vez he publicado alguna entrada en el blog intentando analizar la temporada. De todo éso y alguna cosa más me gustaría escribir hoy.

Como comentaba en el párrafo anterior, cuando entrenaba con Teo, corríamos el Cross del Ajo y, a partir de ahí, dejábamos de correr y empezábamos a practicar deportes alternativos. Yo siempre me iba a lo mismo, natación y ciclismo. El tiempo sin correr solía ser de un mínimo de cuatro semanas, aunque el verano de 2012 tengo idea de que llegué a las seis. Pero reconozco que eran unas semanas que se me hacían especialmente largas. No es que me disgustara dar pedales o meterme en una piscina a hacer largos, pero sí debo reconocer que echaba de menos las zapatillas. Ya hace un par de veranos paré solo tres semanas, aunque luego me lesioné y me tocó estar parado entre unas cosas y otras prácticamente otras cuatro, y el pasado verano (coincidiendo con estas fechas) estuve montando en bici durante una semana, donde me di por saciado para el resto del año, pues la cogí con ganas y no se me ocurrió otra cosa que hacer de viernes a viernes (descansando creo recordar que un par de días) 475 kilómetros, descansando un día de por medio. Y la verdad es que la experiencia de correr a partir de ahí durante el resto de semanas en un mes en el que nunca había entrenado de continuo me encantó.

Este año repetiré la experiencia del pasado verano, aunque sin ventilarme los casi 500 kilómetros que me hice sobre los pedales en una semana. Para esta ocasión, la idea es hacer como hice la pasada semana, salir un día en bicicleta, descansar otro y el resto de los días (éso la semana pasada fue relativo) hacer rodajes cómodos. Reconozco que para nada me apetece abandonar las zapatillas durante cuatro semanas, ni si quiera durante una, como el verano pasado, así que probaré a ver qué tal se da la experiencia. Mentalmente creo que puede venirme más o menos bien, porque realmente solía llegar a finales de julio bastante aburrido de montar en bici y de nadar. Puede sonar raro que solo corriendo no me aburra, pero la verdad es que me resulta más entretenido que hacer largos de 50 metros o estar tres horas montando en bici. Ambos deportes me gustan, y mucho, pero siempre con las zapatillas por delante. Si los intercalara los tres, como hacen los triatletas, creo que me resultaría más ameno. Éso lo hice en mis dos primeros veranos como corredor, y la experiencia no fue nada mala.

Otra de las cosas sobre la que me parece interesante recapacitar y valorar es sobre si merece o no la pena volver a entrenar bien. He hablado con varios conocidos sobre este tema. Una de las personas con las que lo he comentado ha sido con Teo. Hablábamos de la posibilidad de no dejar pasar la siguiente temporada e intentar estar lo más delante posible. No puedo quejarme de resultados, porque he tenido alguna actuación bastante interesante, pero viendo como rendí en mi última temporada entrenando con Teo o desde que empecé a preparar El Salvador y gané en Bañobárez en 2014, no he ido tan rápido como sé que entrenando bien puedo ir. No tengo cualidades para estar en la élite del deporte, algo que tampoco es mi objetivo, pero creo que entrenando de manera organizada puedo retomar los ritmos que tocaba cuando gané en Bañobárez. ¿Por qué no? Como siempre digo, ya lo hice una vez, y aun soy joven, por lo que creo que puedo retomar aquellos ritmos si me lo propongo y lucho por ello. Mi problema, más que físico, creo que está en la cabeza. Me cuesta bastante mentalizarme para seguir un plan de entrenamiento, y cuanto veo que tengo un día donde no salen los ritmos de las series, las abandono y vuelvo a mis rodajes.

Al tema de volver es algo en lo que llevo pensando desde el mes de marzo. De hecho, después de hablar con Teo la primera vez, le dije que contara conmigo para la próxima temporada. Creo que me pondré manos a la obra a preparar la próxima temporada para intentar retomar mi nivel. Me comprometí con Teo a que, si no pasaba nada, volvería a correr en los crosses y a preparar alguna carrera que me llame la atención. Lo de comprometerme es, más que nada, para motivarme a entrenar, sabiendo que el club cuenta con un atleta más para ir a las competiciones. No deja de ser algo un tanto simbólico, pero que creo que puede ayudarme para centrarme un poquito más en esto de los entrenamientos. He tenido varios regresos que no han llegado a ningún lado, en gran parte porque tampoco tenía algo que me motivara para seguir. Tengo que dejar de lado algunas “manías” que he cogido durante todo este tiempo sin entrenar de una forma organizada, y empezar a hacerlo con cabeza. A ver si ésta ya es mi vuelta definitiva y puedo verme con ganas de competir y entrenar para ello. ¿Saldrá de esta algo decente?

Centrándome un poco en los entrenamientos, he estado durante un tiempo entrenando sin pulsómetro, por tiempo y por sensaciones. Pero reconozco que me había acostumbrado bastante a entrenar por distancia y sabiendo el pulso, así que he optado por retomar esta forma de entrenar. Los kilómetros son algo relativo, creo que es mejor entrenar por tiempo, pero me he acostumbrado a entrenar así y bueno, no deja de ser otra manera de entrenar. Lo de guiarlos por pulso es una buena manera, porque estos días sin él me ha costado mucho controlarme. Conociendo las pulsaciones que llevo en todo momento, me resulta más fácil hacer sesiones fáciles, así que me pondré de nuevo manos a la obra con él. El sábado comencé de nuevo a entrenar de esta manera. Retomé el hábito ciclista, completando en compañía de mi padre una vuelta por la zona de Castronuevo de los Arcos y Villarrín de Campos, acabando con un total de 85 kilómetros en 3h18'55, a 25.7 km/h de media y 138 pulsaciones medias. El domingo completé la tirada larga semanal, 16 kilómetros progresivos. Fui cogiendo los tiempos cada cuatro kilómetros, pasándolos en 19'10, 16'47, 15'49 y 15'06. En total, 16 kilómetros justos en 1h06'52”, a 4'11 min/km y 169 pulsaciones. En los últimos cuatro kilómetros, los más fuertes, el pulso medio fue de 185 pulsaciones. Para seguir, hoy tocó salir a rodar tranquilito. Así, completé casi 13.2 kilómetros en 1h01'30, a 4'40 min/km y 157 pulsaciones medias.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

martes, 21 de junio de 2016

Deporte y entrenamientos

Me pongo a escribir en esta ocasión con la idea de comentar alguna historia relacionada con los próximos entrenamientos, comentar un poco cómo han ido estas últimas sesiones, qué objetivos tengo y alguna otra cosa que salga según vaya escribiendo. La verdad es que esto ya puede sonar un tanto repetitivo, pero tocar estos temas por lo menos me permite seguir con la escritura, una de mis grandes aficiones.  
Nos encontramos en el mes de junio. Éste, por norma general, no era mi mes favorito. Bueno, por un lado sí, porque ha sido el mes de la temporada en el que mejor me he notado siempre, aunque este año me veo bastante más flojo que otros años, y llegaban dos de mis pruebas favoritas, la Milla de La Horta y el Cross del Ajo. Pero, por otro lado, es el mes que indica que la temporada llega a su fin, y eso nunca me ha gustado, la verdad. Hasta esta temporada,  en junio solo pensaba en que tendría que estar cuatro semanas sin poder correr no por estar lesionado, sino porque tocaba hacer el "descanso" anual, un descanso un tanto relativo, pues precisamente fue un año en este parón de cuatro semanas la primera vez que di la vuelta  a Villalcampo en bicicleta. en un mes donde supuestamente tenía que estar haciendo cosillas suaves. Pero uno tiende a ser cabezón, y, como decía Jim Carrey en una película, "a falta de pan, buenas son las galletas".  Este junio, sin embargo, está siendo un tanto diferente en varios aspectos. En el deportivo, el hecho de que estemos ya tan cerca de julio no me preocupa tanto, sino que en esta ocasión lo veo como algo diferente. Tras la buena experiencia de la pasada temporada, corriendo prácticamente durante todo el mes que en otras temporadas solía utilizar de descanso (a excepción de una semana, donde debía de aburrirme mucho, porque agarré la bicicleta y no se me ocurrió otra cosa que hace 400 kilómetros), para esta ocasión seguiré rodando durante el mes completo, aunque tocará reducir un tanto el pistón.  
Reconozco que lo pasaba muy mal teniendo que salir en bici o teniendo que nadar cuando sabía que nada físico (lesiones, por ejemplo) me impedía hacer mi deporte favorito. La experiencia correteando en julio del año pasado por mis lugares habituales de entrenamiento fue una gozada, así que, como os decía este año repetiré. Evidentemente, lo de seguir a 85-90 kilómetros a la semana también en julio va a ser quizá demasiada tralla para el cuerpo, eso sí es verdad, así que durante estas semanas reduciré un tanto el volumen, rodando por sensaciones, al ritmo que me pidan las piernas. ¿Salir en bicicleta durante este tiempo? Pues me he comprometido a hacer una salida en bicicleta, pero creo que será casi la única que haga. Si os soy sincero, para nada me apetece dar pedales,  asi que, si no surge nada, cumpliré con la salida que tengo en mente solo por el hecho de decir "he salido este año con la bici" y listo. Como entrenamiento cruzado, la verdad es que veo tanto en el ciclismo como a la natación (siempre que lo hagamos con cierto conocimiento, no se trata de dejar un día que las articulaciones recuperen con otro deporte, y nos pongamos a hacer series con la bici, como un servidor hizo alguna vez cuando me lesioné hace un par de años)  un par de muy buenos complementos a la carrera. Sin embargo, no me llaman ni el uno ni el otro, y como aquí no se trata de amargarse uno la vida, sino de disfrutar con lo que hacemos, pues me voy a lo que más me hace disfrutar, que no es otra cosa que la de encadenar zancadas.  
¿Es bueno o malo que no pare? Pues la verdad es que la experiencia de haber corrido en julio de 2015 y luego enganchar con esta temporada me ha parecido bastante positivo. Por un lado, me ha permitido superar mejor un mes que antes solo deseaba que se pasara de una forma bastante más agradable, pero no fue solo eso. Una de mis preocupaciones era la de que esta temporada achacara el no haber apenas parado, lo que para nada ha sido así. No me he visto tan rápido como en otras temporadas, pero debo reconocer que tampoco he entrenado para obtener una mejoría, sino simplemente para disfrutar y pasármelo bien. Luego, me permitió no llegar de cero al mes de agosto. En otras temporadas, aunque sí había hecho trabajo cardio vascular durante el mes que comenzará la próxima semana, montando en bici y nadando, tenía que empezar con mucho cuidado para evitar lesiones, algo que no me salió del todo bien la pasada temporada, cuando me tocó parar prácticamente otro mes extra, aparte de las tres semanas que estuve en julio.  
Una cosa a la que sí le he dado varias vueltas es a la posibilidad de preparar bien la temporada próxima. Me lo planteó Teo hace unos días. En un día en el que estuve viendo entrenar a sus chavales, me planteó la posibilidad de volver a tomarme esto un poco más en serio y volver a por la temporada de cross y pista. No ha sido tampoco la única persona que me lo ha planteado, lo que me ha hecho pararme a pensar si realmente podía intentarlo. ¿Por qué no? Si me paro a pensar, han sido ya muchos regresos frustrados, pero debo reconocer que soy una persona competitiva, que me pico con todo el mundo. Me gusta el tema de los entrenamientos y soy competitivo. ¿Por qué no arrancar e intentar entrenar para competir? Como siempre digo, creo que con constancia puedo recuperar el nivel que he tenido, el cual no ha sido ni mucho menos el de un atleta de élite, pero sí me ha permitido llegar a hacer aquel Cross del Ajo a 3'09 de media. Es una idea que me llama la atención, y que creo voy a intentar para ver qué es lo que sale. Os mantendré informado sobre lo tratado en este párrafo.  
Los entrenamientos de los últimos días están siendo bastante improvisados, la verdad. Sin un plan demasiado definido, estoy corriendo "a la antigua usanza", decidiendo lo que voy a hacer (tanto ruta como tiempo) una vez que ya he arrancado, una manera un tanto peculiar de entrenar, pero es lo que tiene entrenar sin un plan marcado. Por ahora, solo tengo claro que seguiré entrenando por tiempo, por sensaciones y sin pulsómetro. He optado por volver a entrenar por tiempo, porque la distancia no deja de ser algo relativo, unos días te notas bien y puedes correr 14 kilómetros en 58' y otro día te los puedes hacer en 1h05, mientras que el tiempo es lo que es vayas rápido o lento, un motivo que me parece suficiente para retomar este hábito de entrenamiento. Por otro lado, he decidido dejar el pulsómetro porque llegué a un punto en el que dependía demasiado de él, corriendo más atento de no pasarme del pulso que tenía pensado que de mis sensaciones, y creo que ésa no es la manera adecuada de entrenar. Sigo entrenando con el GPS, eso es algo impepinable, pero lo del pulsómetro ya lo dejaré para cuando me haya aburrido de correr por sensaciones o para cuando tenga algún objetivo muy concreto. Por lo demás dentro de este aspecto, poco os tengo que contar. Sigo sumando sesiones de carrera continua, pensando en varias cosas y disfrutando de esto. A lo largo de esta semana tocará elaborar un plan de entrenamiento para los próximos días y ya entrenar con algo marcado. ¿Me marco ahora algún objetivo? La verdad es que competitivamente ahora no tengo por delante ningún objetivo, así que, salvo que encuentre algo interesante, seguiré entrenando por sensaciones y haciendo sesiones de carrera continua.  
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

viernes, 17 de junio de 2016

Escribiendo con nostalgia

Me pongo a escribir hoy con unas sensaciones un tanto extrañas. Tengo la impresión de estar viviendo, en cuanto a temas deportivos se refiere, una etapa que en la que creo haber estado ya. Una época en la que parece que me he subido en una montaña rusa de sensaciones, una montaña que va muy, muy rápido, y tan pronto está en la cumbre como está en la parte más baja. Ésto, claro está, tiene que ver de una forma especial con la motivación que se necesita para preparar una competición o para ponerme a 190 pulsaciones y correr así durante diez kilómetros, mi distancia favorita dentro del mundillo del atletismo. Tan pronto ésta motivación está en la cima de la montaña rusa y me encuentro decidido a volver, como está en la parte más baja y lo único que pide el cuerpo es hacer rodajes. Ésto puede ser algo interesante durante un tiempo, pero, quizá, después de dos años y medio, haya llegado el momento de bajarme de esta montaña rusa y empezar a cambiar el rumbo de las cosas. Quizá me encuentro ante el momento adecuado para cambiar el rumbo que mi carrera deportiva está tomando y volver al camino que abandoné en aquella primera edición de la Subida a Balborraz, a primeros de octubre de 2013.

No es que ahora no esté disfrutando, la verdad es que me lo estoy pasando muy bien haciendo mis rodajes diarios, pero debo reconocer que soy un atleta picón, al que le gusta competir, y que, aparte, quizá ésta no sea la mejor manera de entrenar. Como decía, puedo decir que estoy disfrutando bastante mientras voy rodando, pero creo que no puedo estar toda mi vida sumando kilómetros y kilómetros sin sentido, kilómetros basura que suelen denominarse. Me parece que, como dice mi buen amigo Angel, hay que empezar a meter kilómetros útiles, sesiones de las que realmente podamos sacar provecho. Puede que hoy sí pueda sacarle provecho a una sesión de una hora de carrera continua, pero lo mismo mañana me pueda aprovechar más una sesión de miles que otro rodaje de 55', por ejemplo. Es cuestión de empezar a pensar con algo de lógica y entrenar sabiendo que un día me tocará sufrir con una series y que al día siguiente se trata de hacer lo que me gusta, rodar. Que los inicios son complicados, en esto y en todo, es cierto, todos lo sabemos, pero me parece que, sabiendo que previamente he sido capaz de correr a unos ritmos determinados, de entrenar de una manera organizada y estructura, y sabiendo que, entrenando bien, puedo correr rápido, puedo intentar volver a todo lo que aquel día dejé. Estoy seguro de que si empiezo a ver algún resultado, las ganas de seguir entrenando bien irán en aumento, solo se trata de superar lo mejor posible los primeros meses, algo que, por otro lado, es muy complicado, pero supongo que con paciencia, todo sale.

En estos últimos días he coincidido con varios compañeros vinculados a este mundillo del atletismo hablando precisamente de este tema. Todos coincidían en que lo suyo sería reducir el número de rodajes e introducir semanalmente algún día de calidad, para acostumbrarnos a trabajar a diferentes ritmos. Una de las personas con las que hablaba de esto era con Teo, mi entrenador durante cuatro años. Me habló de la posibilidad de preparar la próxima temporada, y ver qué es lo que podíamos sacar. Una opción bastante interesante, aunque éste no era del todo mi objetivo. Mi idea principal ahora mismo es ponerme de nuevo manos a la obra con la preparación para los 10 kilómetros de León, retomar este proyecto y ver qué aspectos, tanto positivos como negativos, me aporta ésto. A priori, creo que, de poder completar toda la preparación y verme compitiendo en León, podría acabar bastante motivado, independientemente del resultado, pues habría logrado encadenar unas cuantas semanas con una preparación organizada y estructurada, como hice con El Salvador, por ejemplo. Luego, preparar la temporada de cross no es que me llame especialmente, pero no me importaría preparar alguna prueba de asfalto o de pista. Pero bueno, estamos hablando a muy largo plazo, mejor ir por partes.

Creo que éste cambio es bastante necesario. Necesario porque me parece que mi manera actual de entrenar no es la más adecuada. Creo que tengo que ser consciente de que hay otras maneras más lógicas de entrenar, y que algunas de ellas me han ido bien. Sino, ahí están los ejemplo de El Salvador, Bañobárez y mi primera participación en Peñausende. Siempre me remito a ellas como las pruebas donde mejor he ido, y es que creo que así ha sido. Creo que han sido mis mejores actuaciones o, por lo menos, donde mejor me he notado de todas las competiciones de las que he tomado la salida. Ahí me demostré a mi mismo que entrenando bien podía notarme rápido y, a la vez, estar motivado precisamente por verme de nuevo a mi nivel, del cual ahora estoy bastante apartado pues, si bien es cierto que he aumentado mi fondo y que incluso he cumplido uno de mis objetivos deportivos más importantes, correr la Media Maratón de Zamora, aparte de estar también en la de Ávila, he perdido los ritmos a los que solía rodar, bastante más rápidos de los que actualmente toco en los rodajes. Otro motivo interesante sería, quizá, el de aprovechar mis mejores años como deportist, en este caso como corredor.

Pero bueno, tampoco es plan de comerse demasiado la cabeza. Solamente se trata de estructurar un poco los entrenamientos y, sobre todo, ir en busca de mi versión en carreras como las que comentaba antes, Bañobárez o El Salvador. Físicamente creo que entrenando podrían salir resultados interesantes, así que habrá que ponerse manos a la obra. Fácil desde luego no será, pero, por lo menos, podré decir que lo intenté.

Cambiando un poco de tercio, hoy se celebró la Milla de La Horta. Acudí a echar una mano a la organización, para mi, todo un placer. Completada mi labor, estuve viendo la carrera absoluta. Estaba claro que los dos primeros puestos se los disputarían Ángel Nieto y Diego Bravo, como así fue, siendo primero y segundo, respectivamente. Ángel, tras un tiempo apartado, ha vuelto por su cauce, demostrando que tiene en sus piernas mucha calidad para pruebas de medio fondo. Diego Bravo sigue demostrando que también tiene mucha calidad para este deporte. Hace unas semanas hemos podido ver muy buenas actuaciones suyas corriendo en pista pruebas de 1500 y 3000 metros. Hoy volvió a lucir toda su calidad, siendo segundo tras una espectacular carrera. Creo nos encontramos ante dos grandes corredores de medio fondo, que darán muchas alegrías al atletismo zamorano. Personalmente, en esta prueba corrí cuatro años, dos fuera de la Absoluta y otros dos dentro de ella. Los dos primeros años se me dio bastante bien, logrando la victoria a unos ritmos bastante interesantes. Sin embargo, mi primera participación como atleta absoluto fue bastante desastrosa viendo los ritmos que había sido capaz de tocar en algunas sesiones de mil. Aquel año acabé corriendo a un ritmo de 3'20 el mil, que para ser una milla creo que es lento. Sin embargo, el año siguiente tuve un buen progreso, rebajando mi marca en más de 15 segundos, llegando a meta con 4'57, 2'59. Aquella fue mi última participación en esta prueba. No he vuelto a participar en ninguna milla, entre otros motivos porque, al empezar a entrenar de forma autodidacta, opté por dejar de preparar este tipo de pruebas y centrarme más en otras más larga, como es el 10.000. Pese a ello, la verdad es que guardo muy buenos recuerdos de aquella carrera, igual que sucede con la que se celebrará el próximo día 29, el “mítico” Cross del Ajo, donde, quitando mi primera participación, la verdad es que he disfrutado muchísimo compitiendo, hasta el punto de decir que, de todas las carreras que he corrido por aquí, fue mi preferida, y creo que lo sigue siendo, aunque ahora tampoco entre mis objetivos.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

martes, 14 de junio de 2016

Prueba: Garmin Forerunner 310xt

Las tecnologías dentro del mundo del deporte han sido y son espectaculares, Hemos pasado de los relojes de agujas a sofisticados GPS con pulsómetro integrado y que nos ofrecen datos tan llamativos como, por ejemplo, la oscilación de la zancada. Dentro de esta gama de GPS, Garmin es una de las marcas encargadas de comercializar una amplia gama de productos. Entre todos ellos están los Forerunner, posiblemente la gama más vendida de GPS de Garmin, donde están incluidos un montón de modelos diferentes. 

El Garmin Forerunner 310xt, es uno de esos modelos sacados para triatlón. Es uno de los GPS que más he visto en carreras de atletismo, en varios triatletas e incluso en algún ciclista, y la verdad es que es de los que mejores referencias tengo. Es un modelo con unos años de antigüedad (de hecho, creo que ya han sacado un par de GPS por encima), pero, bajo mi punto de vista, es el último donde la marca no aun no ha introducido un número excesivo de "pijadas". Si ahora tuviera que comprarme uno de los modelos superiores a este de Garmin, la verdad es que me lo pensaría mucho, y posiblemente me iría a otras marcas. Digo ésto por el tema de que han incluido algunos parámetros que, para mi gusto, no tienen demasiado que aportar a los entrenamientos, pero bueno, supongo que si los incluyen será por algo. A mi desde luego, los modelos superiores a este reconozco que no me acaban de convencer, y como decía, si se me presentara la ocasión de comprar un modelo por encima, quizá me fuera a otra marca. 

Actualmente, con un par de modelos por encima, creo que es un GPS que, calidad-precio, está genial. Yo lo compré vía Internet sin pulsómetro, pues me servía el del 110, y para nada me arrepiento de su compra. A grandes rasgos es un GPS un tanto más grande respecto al 110. Muchos compañeros me han llegado a comentar que parece ladrillo, pero a nivel personal, para nada me molesta su tamaño.. La correa parece más resistente respecto a la del Garmin 110 y algo muy importante, tiene la posibilidad de cambiarse en caso de rotura, no como sucedía con mi anterior GPS, pues pantalla y correa formaban una única pieza. Los botones son un poco diferentes respecto al 110, sobre todo a la hora de iniciar y parar el cronometro, guardar los entrenos y coger el tiempo por vuelta. Pese a todo, me parece muy fácil de manejar, no tanto lo de configurar el Garmin Express del ordenador. La primera vez que fui a pasar un entreno desde el 310 a la web de Garmin, estuve media hora hasta lograr vincular el GPS al programa y subir el entreno. Como curiosidad, con el 110 pasaba los entrenos con el mismo cable que utilizaba para cagar el GPS; sin embargo, con el 310 el cable solo se utiliza para cargarlo, mientras que para vincularlo al ordenador se utiliza un dispositivo específico. De las cosas que más me han llamado la atención podríamos destacar que permite pasar recorridos y luego seguirlos. Lo de subir una ruta al Garmin la verdad es que me resultó un tanto (bastante) complicado. En mi caso, lo hice desde Wikiloc en una ruta que previamente había creado sobre el mapa, y no miento si os digo que estuve una semana hasta que fui capaz de hacerlo. A la hora de seguir la ruta importada, desconozco si es o no fiable o si funciona o no bien, es algo que no he probado aun.

Una cosa a la que le di bastante importancia es al simple hecho de poder ver en la pantalla el tiempo y los kilómetros de cada vuelta. El 110 permitía coger el tiempo por vuelta de forma manual y automática, igual que este 310, pero, a diferencia de este, no ponía el tiempo que llevabas en cada vuelta, sino el tiempo total del entrenamiento. Éso, a la hora de hacer entrenamientos de series era un problema, porque, para coger las recuperaciones, me tocaba ir con otro reloj. Hablando de su configuración, tiene hasta cuatro pantallas diferentes donde podremos luego configurar hasta cuatro campos de datos diferentes, de los cuales el Garmin da un montón de opciones. Existe la opción de dar ciertos parámetros (velocidad, ritmo, pulso...) a tiempo actual, medio y máximo, y lo mismo, pero por vuelta. A la hora de utilizar este GPS para ciclismo, existe la posibilidad de, aparte del uso de pulsómetro, añadir el medidor de potencia y el medidor de cadencia de pedaleo. Y para cerrar este párrafo, me ha gustado esto de que vibre cuando, por ejemplo, llegas al punto donde tienes programada la vuelta automática, porque no es la primera vez que voy charlando con otro compañero, pasa el kilómetro y no oigo el pitido. Y una de las ventajas respecto al 110 es que éste me permite programarlo previamente para que me guarde el entrenamiento según lo haya hecho corriendo, en bici o nadando.

En cuanto a los satélites, no tarda ni más ni menos respecto a mi anterior 110. Entre edificios le cuesta un tanto, pero cuando, a la hora detectarlos en un lugar abierto, apenas tarda unos segundos. Bueno, éso es por norma general, porque algún día puntual me ha tenido un buen rato esperando a que se cargara. Respecto a su fiabilidad, en la pista nunca me ha marcado bien (por la calle 1,entre 410 y 420 metros), pero en rutas por fuera de la pista, la verdad es que, en rutas que hemos medido también con las bicis, marca los mismos kilómetros, algo que, todo sea dicho de paso, también sucedía con el 110. En las carreras, solo lo he usado en una con distancia homologada, la Media de Zamora, y me salieron en torno a 300 metros extras, A la hora de correr carreras populares sin homologar, la verdad es que acertaba más con la distancia que en la única homologada que he corrido con él, incluso en Becerril me clavó la distancia de la organización. Sobre la batería, sí que he notado la diferencia respecto al 110. Por lo he leído, tiene una autonomía de hasta 20 horas. Del 110 tenía mis dudas sobre que la batería durada el tiempo que se decía. En este caso, tengo mis dudas sobre si llegará o no a las 20 horas, a ojo le calculo que alguna hora menos sí que dura.

En resumidas cuentas, creo que, actualmente, calidad-precio es un GPS muy interesante, pues al haber sacado ya varios modelos por encima, vía Internet lo podemos encontrar bastante bien de precio. Creo que tiene las prestaciones justas para entrenar en bici y corriendo (nadando no lo he utilizado, no puedo dar información, por éso no la he mencionado en todo el artículo). Como decía al principio del artículo, creo que introducir más de lo que tiene, por lo menos para un uso no profesional. Dentro del mundillo del ciclismo ahora está muy de moda entrenar conociendo los datos de la potencia y demás. Para los que entrenéis de una forma muy estricta con los pedales, ésto os vendrá bien, pero, para los que somos más de la "antigua escuela", ésto sí nos sobra un poco.


domingo, 12 de junio de 2016

De pensamientos y triatlones va el asunto

Pues nada. Como quien no quiere la cosa, ya se ha acabado otra semana. La verdad, ésta se me ha pasado muy rápido. Desconozco el motivo de este hecho, pero así ha sido. Deportivamente, ésta semana ha sido, quizá, una semana importante, de cambios dentro de los entrenamientos, unos cambios que se alargarán durante un tiempo indefinido, si no todos, gran parte de ellos. Por otro lado, hemos podido vivir un buen fin de semana deportivo dentro de la capital, con la tercera edición del triatlón "Ciudad de Zamora", celebrado en la tarde ayer en los alrededores de la playa de Los Pelambres y el Puente de los Poetas, y con la quinta edición del cross "Bosque de Valorio", organizado por el Club de Atletismo Mesa de Valorio en uno de mis lugares habituales de entrenamiento. De todo ésto irá la entrada de hoy en el blog. 
Como comentaba, ésta ha sido una semana de cambios. Comencé con una idea un tanto diferente, pero con el paso de los días opté por comenzar a introducir ciertos cambios, y así, el miércoles di por inicio a una forma de entrenar que varía un tanto respecto a lo que inicialmente tenía programado. Por un lado, vuelvo a entrenar por tiempo, algo que había dejado bastante de lado, optando por hacerlo mediante distancia. La verdad es que me di cuenta de que en ocasiones aun me cuesta cambiar el chip y darme cuenta de que ya no corro a 4'00 el mil cuando voy rodando un día normal, sino que voy bastante más lento, y entrenando por distancia éso se veía reflejado en que, para completar un entreno determinado, me tiraba bastantes más minutos que cuando rodaba más ágil. Últimamente veía que, quizá, me sobraban algunos minutos en los rodajes, y que no tenia demasiado sentido salir a completar vueltas que antes completaba en 55-60' y ahora, que suelo rodar a ritmos más cómodos, suelo tardar cinco-diez minutos más, lo que alarga ya bastante el entrenamiento. Éste es el motivo principal por el que me decanto por volver a dar preferencia a los minutos respecto a los kilómetros a la hora de ponerme a rodar. Por otro lado, he optado por dejar de ir controlando el rodaje por pulso, y dejarme ir por las sensaciones. El GPS me permite programar en la pantalla hasta cuatro campos de datos, así que he optado por programar tiempo, distancia, ritmo medio y ritmo instantáneo, dejando de ponerme la banda del pulsómetro. Me parece el pulsómetro nos puede ofrecer unos datos muy importantes a la hora de entrenar, pero, viendo que no tengo ningún objetivo por delante y que últimamente dependía mucho del pulsómetro a la hora de ponerme a rodar, dándole más importancia que a las sensaciones, opto por dejarlo de lado por lo menos hasta que encuentre algún objetivo para preparar con un entrenamiento específico, donde creo que sí me pondría la banda para tener más datos. Y quizá, uno de los cambios más llamativos haya sido el hecho de quitar el rodaje largo de la semana, un rodaje que me encanta (las cosas como son), pero que orgánicamente consume bastante. Por ahora, dejaré pasar unas semanas sin hacer un rodaje largo, aunque creo que tarde o temprano recuperaré la costumbre de hacer una sesión más larga los domingos.

Esta semana comencé con la "nueva" forma de entrenar el miércoles, después de haber completado un rodaje de 13 kilómetros cómodos el lunes y un rodaje de algo menos de 14.5 kilómetros el martes, con caída incluida al intentar esquivar una piedra, que, por cierto, me dejó algún "recuerdo" en en el codo, cadera y la pierna izquierda. Reconozco que al principio tuve alguna duda sobre si me acostumbraría a entrenar de nuevo por distancia, pero la verdad es que la experiencia desde el miércoles me ha gustado bastante, y creo que, salvo que la cosa cambie mucho, seguiré entrenando por tiempo en vez de por distancia. Como curiosidad, cuando mejor he andado en esto del atletismo ha sido cuando he entrenado por tiempo, aunque seguramente el hecho de entrenar de una forma u otra poco tendrá que ver, sino más bien el hecho de hacerlo de una forma organizada. Por ahora, tengo la misma estructura de entrenamiento hasta que encuentre algún objetivo que me motive para prepararlo.

Y hablando de prepara alguna prueba que me motive. Me parece mentira, pero cómo he ido cambiando poco a poco el chip competitivo. ¡Quién me lo iba a decir a mi, con lo que disfruté preparando El Salvador y lo decidido que estaba a volver tras ganar en Bañobárez! Pero las intenciones de volver después de lesionarme aquel mes de agosto han estado cada vez más alejadas, la cabeza ya trabajaba igual a la hora de mentalizarme para seguir un plan de entrenamiento, y la motivación tampoco ha sido la que tuve cuando me puse manos a la obra con aquella edición de El Salvador. Puede ser que si empiezo a preparar una temporada desde septiembre, pueda acabar disfrutando de volver a ver el deporte desde el punto de vista competitivo que me ha caracterizado durante mucho tiempo (los que me conocéis sabéis que soy muy picón, aunque últimamente lleve tanto tiempo en el cual me cuesta bastante colgarme un dorsal y “solo” me conforme con los piques con algún compañero) e incluso pueda volver a tocar algún ritmo de los que tocaba cuando entrenaba de una forma bastante más organizada respecto a como lo hago ahora. Sin embargo, éso ahora mismo no es un reto que me llame en exceso la atención. Lo mismo llega septiembre, me pongo y, como decía, acabo la temporada disfrutando de hacer series y de competir más en serio de lo que lo hago ahora, pero ahora me encuentro en una situación deportiva muy interesante, donde puedo decir que estoy disfrutando del simple hecho de correr, de salir a rodar unos cuantos kilómetros. Y la verdad, éso me cuesta cambiarlo. Seguramente si me veo corriendo rápido en un día de series o viendo que estoy para mejorar mi marca en 10.000 metros, me vea también muy motivado y disfrutando de esto, pero éso, como todos vosotros sabéis, supone hacer un trabajo previo que necesita de una motivación y cierto espíritu competitivo del que yo ahora carezco casi por completo. ¿Volver a competir en serio? “Nunca digas de ese agua no beberé” o “nunca digas nunca” dicen los refranes, y ahí está el ejemplo, dije que no volvería a correr una carrera con la idea de intentar estar y acabé ganando en Bañobárez y estaba completamente decidido de volver la siguiente temporada, la historia después de aquel verano la comentaba hace unas líneas. Algún amigo me ha comentado que si en su día tuve ese afán por competir, tarde o temprano me volverá. Pero que aparece y no, me dedicaré a hace lo que más me gusta dentro de este deporte, que no es otra cosa que hacer carrera continua.

Cambiando un poco de tercio, pero siguiendo con el tema deportivo, ayer pude disfrutar como espectador de la tercera edición del triatlón que se celebra este mes en las inmediaciones de la playa de Los Pelambres y el Puente de los Poetas. La verdad, disfruté de ver a los triatletas compitiendo a velocidades de vértigo encima de la bicicleta o de cómo se disputaban el final en el segmento de carrera a pie. Disfruté también de ver a varios compañeros con los que, tanto en bici como corriendo, he podido disfrutar sumando kilómetros en su compañía. Me llamó bastante la atención el número de mujeres que participaron en este evento, algo que me gusta, pues poco a poco podemos ver chicas, y algunas de ellas con muy buen nivel, corriendo, montando en bici o nadando. De espectadores me encontré con varios conocidos, sobre todo del mundillo del atletismo, aunque este triatlón de Zamora también tuvo como espectador al ciclista profesional Jaime Rosón, con quien tuve el placer de charlar. Respecto a las clasificaciones, las predicciones en el triatlón de más larga distancia se cumplieron, y fue Kevin Viñuela el encargado de llevarse la victoria en la categoría masculina, mientras que Silvia González lo hacía en la categoría femenina. En el triatlón de promoción, Guillermo Sanz y Cristina Fanarraga fueron los encargados de llevarse las victorias.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

sábado, 11 de junio de 2016

Entrevista a Gema Martín Borgas

Hablar de Gema Martín Borgas es hablar de una chica que se encuentra estudiando en la Universidad, pero no solo éso, sino que es capaz de combinar sus estudios universitarios con el atletismo de alto nivel. Nos la podemos encontrar en un montón de pruebas, tanto populares como internacionales, siempre con su sonrisa y amabilidad características. Comenzó en el deporte hace ya unos cuantos años en Barruecopardo (Salamanca), y desde entonces, no ha cesado de correr en todo tipo de pruebas, combinando el asfalto, la pista y el cross, obteniendo unos resultados más que envidiables. De hecho, hace escasos días estuvo compitiendo en Turquía en la Copa de Europa, donde fue novena en los 10.000 metros con un tiempo de 34'18”, siendo además segunda española tras Sonia Bejarano y, por si era poco, logró subir al tercer escalón del podio en la clasificación por equipos, siendo España medalla de bronce.

Me habían hablado muchas veces de Gema, y había leído un montón de noticias relacionadas con sus actuaciones en diferentes competiciones, pero nunca habíamos coincidido en una. La primera vez que nos “dimos cita” fue en mi segunda participación en el Cross de Ávila. Le di caza al primer paso por meta, y tras recuperar un poco, intenté irme por delante. Finalmente, logré ganarla por un único segundo. Como anécdota, os contaré que en la recta de meta todo el mundo aplaudía y aplaudía, y tan raro me parecía me lo hicieran a mi, que miré hacia atrás para ver si venía alguien, y era nada más y nada menos que Gema, así que os podéis imaginar a quién iban dirigidos la mayoría de los aplausos. Ella ganó en su categoría y yo en la mía. El año siguiente volvimos a coincidir en la misma prueba, y me las hizo desear para ganarla, de hecho, en un tramo bastante técnico, se me fue y durante varios metros pensé que esta vez no podría con ella. Tras la entrega de trofeos, me acerqué para pedirle una foto, y su saludo fue: “Hola, Alejandro, ¿qué tal estás?” Lo habitual cuando voy a pedir una foto a un atleta de élite es que sea yo quien llame al deportista por su nombre, y en este caso, fue la atleta de élite quien me llamó por el nombre. Y como última curiosidad, un tema que además tocamos en la entrevista, ella ganó en Bañobárez, logrando además batir el récord femenino de la prueba. En la última edición que se celebró de esta carrera, yo también logré la victoria, batiendo además el récord masculino en esos 10 kilómetros. Anécdotas que suceden en el deporte.


1.- ¿Cómo fueron los inicios de Gema Martín en el mundillo del deporte en general y del atletismo en particular?
Pues empecé muy pequeña, gracias a mi madre que llevaba las actividades extraescolares de Barruecopardo, el pueblo en el que viví hasta los 14 años, y dentro de las actividades estaba la modalidad de atletismo. Recuerdo que desde siempre he sido muy competitiva y el atletismo me ha ayudado a comprender la competitividad desde su punto positivo ya que he crecido con este deporte y me ha enseñado junto a mi madre y las experiencias vividas a gestionarla.

2.- Desde aquellos inicios hasta ahora, ¿en qué distancias has competido y en cuál de todas ellas te has encontrado más cómoda?
He competido desde 800 hasta 10.000 m.l y me encuentro mejor en las distancias largas, desde muy pequeña descubrí que lo que me apasionaba y se me daba mejor eran las pruebas largas, y me centre en ellas desde bien temprano, pero nunca descarto volver a realizar algún 800 o 1500 m.l.

3.- Durante todos tus años de corredora, ¿qué es lo que te ha motivado y te motiva para calzarte las zapatillas y salir cada día a entrenar?
Lo, o los que más me motivan para seguir adelante son mi familia, verles felices y disfrutar con ellos de este deporte es lo más valioso que tengo, por encima de cualquier objetivo, que también, pero si no lo vivo con mi familia pierde interés por mi parte. Llegar a meta y abrazar a mis familiares sea de la talla que sea cualquier carrera es mi mejor premio.

4.- Actualmente compites defendiendo los colores del Club Atletismo Clínica Dental Seoane-Pampín. ¿Qué tal te encuentras en este club?
Como en casa, Fernando, el presidente del Club, es pasión pura por este deporte y nos lo transmite a todas las integrantes consiguiendo que rindamos a nuestro mejor nivel sin darnos casi cuenta. Cuando estas feliz en un equipo se nota en los resultados, por eso, estos dos últimos años han sido mis mejores temporadas.
5.- Y aprovechando la ocasión, ¿recuerdas cuáles han sido tus equipos anteriores al Clínica Dental Clínica Dental Seoane-Pampín?
Empecé en el club de mi pueblo, que pertenecía al colegio y se llamaba C.R.A Pérez Villanueva, de ahí fui al equipo de la Universidad de Salamanca-Sol Power, con el que conseguí mis primeras internacionalidades, después estuve en un gran equipo, El Playas de Castellón, después volví a “casa” con el Club de Atletismo Caja Rural-Atlético Salamanca, para terminar fichando por el Seoane Pampin hace dos temporadas como última parada.

6.- Gema, ¿puedes explicarnos un poco cómo son entrenamientos y por dónde sueles entrenar?
Los entrenamientos suelen variar en función del momento de la temporada en la que me encuentre, pero son 7 días a la semana los 365 días del año, bueno…menos dos semanas al año que descanso un poco y bajo el ritmo, para recuperar valores biológicos y psicológicos.
Entreno en la zona de Aldeatejada, un pueblo a 3 km de Salamanca, donde vivo y disfruto por los caminos que me ofrece su perfil, ya que puedo encontrar cuestas muy pronunciadas pero también largas llanuras.

7.- Vemos que estás compitiendo a un nivel bastante elevado. Pero, dime, ¿es muy complicado ser atleta profesional actualmente en España?
Si, lo es, pero no porque haya que entrenar mucho. Si no, porque hay que compaginarlo con muchas otras actividades que restan en descanso pero que son vitales para que cuando falte el atletismo puedas seguir viviendo, yo no cuento con más ayuda que la de mi club, por lo que muchas veces tengo que trabajar, entrenar y terminar mis estudios de Trabajo Social.

8.- Aparte de entrenar y competir, también eres universitaria. ¿Cómo te las ingenias para estudiar una carrera universitaria y a la vez, entrenar y competir? ¿Eres partidaria de que los deportistas nunca abandonen los estudios, incluso aunque tengan posibilidades de dedicarse profesionalmente a esto?
Creo que para un deportista es vital estudiar, sea cual sea tu nivel, pero todavía más si te dedicas al atletismo de forma profesional, porque te ayudara a gestionar la tensión de conseguir mínimas, te mantendrá distraído/a en algunos momentos de tu día a día aprendiendo cosas nuevas y según se elijan necesarias para mejorar tanto como deportista como persona.
También considero muy importante estudiar porque te ayuda a conocer gente ya que los atletas suelen moverse a diario en los mismos círculos y es bueno ampliar amistades y puntos de vista.
Estudiar te forma intelectualmente y entrenar te forma físicamente, es un complemento perfecto.

9.- De todas las competiciones en las que has corrido, ¿te quedas con alguna en concreto por algún buen recuerdo que te haya dejado?
Me quedo con todas mis carreras realizadas en terreno denominado cross, porque es el terreno en el que más disfruto, y en el que más me entrego.
10.- Supongo que a lo largo de todos los años que llevas compitiendo, has tenido que pelear con un montón de atletas para poder lograr tus objetivos dentro de la competición. ¿Nos darías algunos nombres de las atletas que más guerra te han dado?
Nadie me ha dado guerra, todas han influido de forma positiva en mi carrera deportiva, disfruto mucho viendo a las personas con las que compito que suelen ser siempre las mismas y muchas de ellas se han convertido ya en amigas.
Dentro de las competiciones todas somos rivales, pero no unas de otras, si no de nuestro propio objetivo, y la rivalidad suele ser provocada más por elementos externos que por nosotras mismas.

11.- Hemos coincidido dos años compitiendo en el Cross "Ciudad de Ávila". ¿Qué recuerdos tienes de esta prueba? ¿Eres asidua en las carreras populares?
El recuerdo que tengo de esta prueba es especial, porque esta creado por las personas que organizan la prueba, me siento como en casa y aprecio a muchos de los componentes del Club Ecosport, por eso vuelvo y volveré siempre que pueda, independientemente del puesto que haga.

12.- Mi única victoria absoluta fue en la carrera popular de Bañobárez, sobre 10.000 metros. En aquella edición, además de llevarme la victoria, logré batir el record masculino. Sé que tú también has ganado allí y tienes el récord femenino. ¿Qué recuerdos tienes de aquella carrera? ¿Recuerdas el tiempo que hiciste en los 10 kilómetros?
No recuerdo el tiempo que hice pero si recuerdo el calor que pasamos, en esa edición también corrió mi pareja y muchas personas conocidas, y disfrutamos mucho por los caminos todos juntos, porque recuerdo ir en un grupo grande disfrutando de las cuestas, bajadas y rectas, en un paisaje muy bonito.

13.- ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor que te ha sucedido dentro del mundillo del atletismo y de la competición?
No me ha sucedido nada malo, porque todo lo que te enseña algo en la vida deja de ser malo para convertirse en una lección, asique el atletismo me ha enseñado donde no están mis limites, ya que la mayor lección que he aprendido es que las cosas se superan enfrentándolas, y así pase de corredora de 800 a corredora de fondo. También me ha dado personas maravillosas que me motivan, y me apoyan a veces hasta sin conocerme apenas, lo cual valoro mucho, porque gastan su tiempo, algo que no volverá, en animarme a mí, y ese gesto me ayuda a darle valor a las cosas que realmente lo tienen, olvidando así un poco la presión de conseguir marcas concretas.
14.- ¿Nos podrías contar alguna anécdota que te haya sucedido como corredora?
La verdad es que con todas las carreras que he competido seguro que me ha pasado más de una pero componente y organizador del Cross Ciudad de Ávila, no algo bonito que he vivido en una competición ha sido entrar de la mano en meta con Toño, es una persona con la que tengo una gran amistad y poder compartir ese momento fue genial.

15.- ¿Cómo ves tú la situación actual del atletismo a nivel nacional, en Castilla y León y en tu ciudad, Salamanca?
El atletismo desde mi punto de vista se puede decir que se mantiene, sí que es verdad que hay poco relevo generacional, pero ha gran nivel, ya que a cualquiera de los tres niveles hay atletas que consiguen medallas importantes e incluso este año a nivel nacional están saliendo más mínimas para los Juegos Olímpicos, pero si opino que debe inculcarse este deporte a los más pequeños en las escuelas deportivas, no porque consigan medallas si no por los valores que inculca el atletismo.

16.- De sobra es sabido que el atletismo popular está teniendo un auge impresionante. ¿Qué te parece que cada vez haya más y más gente corriendo y participando en eventos populares?
Es algo que me alegra especialmente, ya que yo entreno a horas muy dispares y antes iba sola por la calle, y de hace unos años a la actualidad, salga a la hora que salga siempre coincido con alguien a quien saludar.
Me alegra que las personas hayan tomado la decisión de atarse las zapatillas y salir a la calle porque es una forma de vivir más intensa, en la que superas tus limites, conoces personas, estas al aire libre y te introduces en una vida más saludable, evidentemente hay que tener cuidado con los excesos y no pasarse, competir una maratón en tus primeros 6 meses de contacto con este deporte me parece que supone muchos riesgos…

17.- Hace poco estuve escuchando una entrevista a Rafa Iglesias, en la que os mencionaba a ti y a Pablo Rodríguez como entrenadores de su club de atletismo. ¿Qué tal esta experiencia como entrenadora?
Tengo titulación para entrenar a personas que se encuentren en iniciación al atletismo, y estoy con ese grupo. Es una experiencia única, me aportan mucho como persona, y ver como el deporte les ayuda a pasar un rato feliz me alegra mucho.

18. ¿Cuáles son tus objetivos deportivos a corto, medio y largo plazo?
Ahora me centro en descansar, estaré presente en carreras populares pero sin presión, disfrutando para más adelante centrarme en el cross.

19.- Llegan los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Danos tu opinión sobre las chicas que irán a competir en las distancias que más te gusten.
Aún no he podido meterme de lleno en las participantes que irán a los Juegos Olímpicos, solo me he centrado en la prueba de maratón, y las tres chicas me parecen dignas de mi admiración, Aless, Paula y Estela, son chicas con las que compito durante la temporada y estoy deseando volver a hacerlo para darles un abrazo y celebrar su clasificación, porque estoy convencida de que lo harán muy bien.
20.- ¿Nos darías algún consejo a los atletas que nos gusta correr y algún día nos gustaría poder correr a tu mismo nivel?
Constancia, una vez leí en alguna red social algo que me parece que puede ser el mejor consejo “el éxito solo está delante del trabajo en el diccionario” por lo que hay que ser consciente de que para ser atleta hay que entrenar, esforzarse y ponerse metas reales ascendentes, o lo que se podría decir ir paso a paso.

21.- ¿Ves reconocido todo tu esfuerzo como corredora en resultados y con la afición?
Sí, me siento muy afortunada de poder contar con gente que me apoya, porque son clave para que me esfuerce, porque creo un vínculo con todas las personas que gastan su tiempo apoyándome e intento agradecérselo esforzándome todo lo que puedo cada día, en ser buena deportista pero también en ser buena persona.

22.- Para cerrar la entrevista, barra libre para que comentes lo que quieras.
Gracias por darme esta oportunidad Alejandro de compartir mi punto de vista sobre estas preguntas, invito a todos a pasarse por tu blog, ya que encontraran variedad deportiva y frescura.

viernes, 10 de junio de 2016

Diferentes pensamientos


Ponerte a escribir cuando careces de ideas para ello es algo realmente complicado, la verdad. El simple hecho de encontrarme así la verdad es que no me gusta nada, pero qué le voy a hacer, uno no siempre encuentra algo interesante para comentar, o alguna forma para poder desarrollarlo. No sé si es o no algo normal, pero supongo tendré que convivir con ello. Hoy, pese a todo, me animo a escribir en el blog por el simple hecho de hacerlo. Como bien sabéis los lectores habituales del blog, escribir es, junto a la lectura y el deporte, una de mis aficiones favoritas. ¿Saldrá algo interesante en esta ocasión?

Nos encontramos inmersos en el mes de junio. Muchos de vosotros os encontraréis ya metidos en las competiciones de pista. Parece mentira que en un espacio relativamente tan pequeño se puedan hacer tantas pruebas atléticas y tan diferentes, como puede ser correr un 10.000 (qué cosa más larga, 25 vueltas a un óvalo de 400 metros) y realizar salto de altura, por poner un par de ejemplos de deportes completamente diferentes dentro de una misma denominación, atletismo. Porque, no nos olvidemos, el la palabra atletismo no solo engloba al hecho de correr, sino que implica otro montón de deportes, como son el mencionado salto de altura, el de longitud, los obstáculos, el disco o el peso. La verdad, posiblemente éste sea el deporte más antiguo y también el más natural de todos, al ser cosas que la especia humana ha realizado prácticamente durante toda su existencia. Tendemos en demasiadas ocasiones a generalizar y hablar de atletas solo cuando nos referimos a corredores, quizá porque, de todas las modalidades, en nuestro país es, para mi gusto, a la que más boom se le da, pero no nos debemos olvidar que, cuando utilizamos ese término, realmente deberíamos designar a la persona que hace atletismo, no a quien realiza una de las muchas modalidades que ofrece el mencionado deporte.

Pero, dejando aparte los temas lingüísticos, vayamos a por la parte deportiva y, en concreto, a las posibilidades que este óvalo de 400 metros nos puede ofrecer en lo que a correr se refiere. Reconozco que nunca he sido muy amigo de la pista para competir. No he sido muy amigo porque me resulta bastante aburrida para competir, aunque “simplemente” sea para correr un 1500, y digo simplemente porque el número de vueltas no es nada excesivo si lo comparamos con un 5000 o un 10.000. Cuando me toca calzarme las zapatillas y colgarme de la camiseta un dorsal, la verdad es que llevo fatal tener que dar varias vueltas a un circuito, y cuanto más corto sea, menos me atrae, y cuando toca correr en pista, otra cosa no habrá, pero vueltas, unas cuantas. Pero, las cosas como son, casi podríamos decir que este óvalo de 400 metros (por cierto, siempre me ha llamado la atención para medir este tipo de circuitos) es la base para cualquier corredor de fondo, igual que sucede con el cross en los meses de invierno. Me parece que la pista es, como dice mi amigo Alex, el único lugar donde podemos ver realmente cuál es nuestro estado de forma, porque nos permite saber con una exactitud impresionante la distancia que hemos recorrido y tener una marca de lo más fiable al haber competido en un circuito del cual sabemos que nos podemos fiar. Pero no es solo eso. Soy de los que piensan que ésto es como construir una casa, no podemos empezar por el tejado. Dentro del mundillo del atletismo, no deberíamos crear fondistas antes de tiempo, sino que, aunque nuestros pupilos tengan claras facultades para competir en pruebas de larga distancia, deberíamos comenzar su formación por pruebas de medio fondo. Dicho de otra forma, para formar a un gran corredor de maratón, deberíamos crear previamente a un gran medio fondista. ¿Por qué creo ésto? Las pruebas de larga distancia requieren entrenamientos más o menos largos, lo que a edades tempranas nos va restar una cualidad física como es la resistencia, algo que vamos a ir ganando con los años, en decrimento del trabajo rápido, una cualidad física con la que sucede todo lo contrario respecto a la resistencia, pues la velocidad se va perdiendo con los años. Pero, como todo, si estamos durante varios años, y más de jóvenes, cuando nuestro organismo es como una esponja, trabajando esa facultad física, creo que lograremos tener una formación más progresiva y bastante más lógica que la de ir directamente a trabajar el fondo. El 1500 es, para mi gusto, la prueba idónea para aquellos corredores que presentan cualidades para correr grandes distancias. A simple vista parece una fácil de recorrer, pero, bajo mi punto de vista, también engaña, y puede hacerse muchísimo más dura de lo que desde fuera puede parecer. Correr un 1500 nos va a suponer estar corriendo muy rápido durante cuatro minutos y medio, cuatro minutos o incluso por debajo de esas marcas en muchos casos, algo que no nos va a castigar demasiado muscularmente, y que, a diferencia de pruebas como una media maratón o una maratón, podremos repetir pocos días después si no hemos logrado nuestros objetivos cronométricos, por ejemplo. Competiciones de este tipo, combinadas con otras pruebas típicas de la pista como el 3000 o incluso el 5000, nos pueden permitir desarrollarnos físicamente como corredores muy rápidos y, con el paso de los años, grandes fondistas. En resumidas cuentas, la pista debería ser la escuela de cualquier maratoniano.

Cambio un tanto el tema del artículo. Van pasando los días y los meses, y nos encontramos a finales de la temporada 2015-2016. A inicios de dicha temporada me plantee volver a competir, de hecho, estuve durante unas cuantas semanas organizando de una forma bastante estructurada, pero con el paso del tiempo, he ido espaciando cada vez más los días de series, hasta encontrarme como me encuentro ahora, con la última sesión de calidad realizada hace tres meses, en un día en el que recuerdo perfectamente que hice un sábado 4x2000 a unos ritmos que en ese momento consideré mediocres, aunque, pensando con lógica, fueron bastante buenos si consideramos que no he sido nada regular en estos entrenamientos de calidad. Durante estos tres meses he estado valorando si realmente podría valer la pena el hecho de ponerme de nuevo a hacer entrenamientos serios, ya evidentemente de cara a la próxima temporada. He tenido bastante tiempo para valorar (tres meses dan para mucho pensar) y tras que si sí que si no, me decanto por el no. Me doy cuenta de que siempre que me pongo con las series acabo más pendiente de hacer caso al cronómetro y al pulsómetro que a mis sensaciones, lo que al final acaba cansándome, y, además, ése sufrimiento que acabas teniendo con ellas (está claro que no es lo mismo ir rodando a 150 pulsaciones que hacer miles a 185) no me acaba de gustar. Aunque parezca mentira, hubo una época en la que ciertos entrenamientos de series me agradaban y cumplía con ellos sin que eso fuese un gran sacrificio y sin que me agobiara la simple idea de sufrir más que en los rodajes. Digo eso de que con ciertos entrenamientos, porque las series cortas no me gustan ni ahora ni cuando entrenaba con Teo, y ésas sí que me suponían cierto esfuerzo, pero cuando se trataba de hacer, por ejemplo, una sesión de 5x1000 recuperando tres minutos, ese “bloqueo”, por llamarlo de alguna manera, no era tan exagerado, y hasta disfrutaba haciendo este tipo de entrenamientos. Sin embargo, ahora mismo no me llaman ni las unas ni las otras, y me da igual que se trate de hacer miles o series de 200, ese “bloqueo” se ha trasladado a las series de las distancias que sean, y cada vez me cuesta más trabajo llevarlas a cabo. Por esto, he decidido que seguiré cumpliendo con entrenamientos de carrera continua, con el único objetivo de disfrutar haciendo lo que ahora me supone la parte más agradable de esto de correr, hacer carrera continua.

¿Estoy haciendo lo correcto? Pues lo más probable es que no. Lo suyo sería que, con mi edad, estuviera corriendo en las pruebas que comentaba antes (15000, 3000 y 5000), alternándolas con el cross en la temporada invernal, más o menos porque suele ser lo habitual, llevar una escala lógica y demás. Sin embargo, he llegado a un punto en el que mis preferencias deportivas se van más hacia entrenar buscando disfrutar y colgarme un dorsal de vez en cuando (mejor dicho, muy de vez en cuando), ya casi más para poder decir que he ido a una carrera que para salir a disputar. Es verdad que estoy dejando pasar mis mejores años como deportista, pero, disfrutando, tampoco creo que sea algo que deba preocuparme en exceso. Y, por ahora, será lo que siga haciendo. No me he puesto objetivos a corto, medio o largo plazo, igual que tampoco he organizado entrenamientos con series. Lo que sí he decidido hacer es introducir algún que otro cambio a la hora de ponerme a rodar. Sigo con mis manías, y he elaborado una pequeña tabla de entrenamiento con rodajes, esta vez guiados de nuevo por tiempo tras bastantes semanas entrenando por distancia. Además, he optado por dejar de entrenar con el pulsómetro. Por ahora, seguiré entrenando así durante un tiempo indefinido. ¿Volver a entrenar para competir? Ahora lo veo muy, muy alejado, aunque no es una opción que creo deba descartar.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.