domingo, 5 de junio de 2016

Reprogramación

Pues otra semana que se ha pasado. La verdad, últimamente no estoy publicando demasiado en el blog, no hay más que ver que mis últimas entradas casi van de domingo en domingo. No me gusta demasiado que pase tanto tiempo entre entrada y entrada, pero bueno, ya habrá épocas de poner más publicaciones en el blog. Para hoy, me gustaría hacer alguna reflexión sobre los futuros entrenamientos como motivo principal, aunque si surge algún otro tema interesante, también haré algún comentario sobre ese tema determinado. Vamos a ver qué sale.

Van pasando los días y ya nos encontramos en el mes de junio. Me parece que es momento de empezar a darle vueltas al proyecto de preparar los 10 kilómetros de León. Finalmente, tras aprovechar los rodajes de esta semana para recapacitar sobre ello, me decanto por no empezar la preparación marcada para esta prueba. La verdad, debo reconocer que, una vez que me he puesto a pensar en serio en este tema, me he dado cuenta de que mi filosofía sobre este tema ha cambiado por completo. Si bien es cierto que estoy disfrutando de los entrenos una barbaridad, el hecho de apuntarme a una competición cada vez me cuesta más, y más aun me cuesta seguir un plan de entrenamiento para preparar alguna prueba determinada. Esta temporada, donde las sesiones de calidad desde el mes de noviembre han sido tirando a escasas (aunque alguna sí que ha habido desde entonces, pero, como decía, escasas), me he dado cuenta de que, quizá, mi filosofía actual del deporte no encaja exactamente dentro de lo que es el deporte de competición, de seguir un plan para una carrera o marcarme un objetivo en una distancia ( y entrenar un poco organizado para lograr mejorar mi marca personal en la distancia. Voy en busca de disfrutar sin sufrir demasiado, lo que viene a ser sumar kilómetros de carrera continua, donde puedo adaptar el ritmo a mis sensaciones y los días que me apetece darme cera tenso y si otro día me apetece rodar más suave, pues lo hago. Es cierto que cuando me decido a correr una prueba, acabo picándome, pero reconozco que cada vez me cuesta más colgarme un dorsal, porque sé que, como decía, me voy a acabar picando y éso va a desembocar en una situación que me ha pasado varias veces, querer correr por encima de mis posibilidades, lo que luego me deja muy tocado físicamente, costándome muchísimo recuperarme.

Por lo tanto, y como podéis ver, por ahora no tengo en mente preparar ninguna carrera, simplemente dedicarme a hacer lo que más me gusta, correr por correr y por pasármelo bien. No es algo que preocupe especialmente, porque puedo decir que disfruto, y éso es, al fin y al cabo, lo que importa. Es cierto que, como muchos amigos me dicen, estoy desperdiciando los mejores años deportivos para competir, pero yo tampoco lo veo exactamente así. Competir está bien cuando te llama la atención, y a mi ahora mismo pues como que no me llama, y como tampoco me voy a ganar la vida corriendo, sino con los estudios, pues no me importa demasiado hacer solo a utilizar el deporte como medio de escape de los estudios o cuando me veo muy cargado por algo, y, una vez completado el rodaje, seguir con mis estudios o trabajando. No voy a negar que el deporte de competición da ciertos valores muy importantes, unos hábitos muy importantes que luego se puede transportar a cualquier ámbito de nuestra vida, pero también pienso que tampoco hay que ser exactamente deportista de élite. Creo que ser un deportista popular, con el único objetivo de disfrutar, que ya es bastante, puede aportarnos también unos valores muy importantes. Personalmente, el simple hecho de buscar el disfrute mientras voy corriendo me ha ayudado a intentar buscar disfrutar con todo lo que hago fuera del deporte, y la verdad, es algo que he agradecido bastante y que me parece muy positivo.

Para los próximos meses tengo en mente algo sencillo y, como habéis podido leer, evidente: seguir rodando. No tengo ningún objetivo a corto, medio o largo plazo, así que me dedicaré a sumar kilómetros de carrera continua por sensaciones. Sí debo reconocer que tengo una pequeña estructura en la cabeza, porque tengo el problema de que me gusta sumar muchos, muchos kilómetros y tengo que controlarme para evitar pasarme de vueltas. Me he intentando organizar un poco el volumen de los rodajes para evitar precisamente eso, meter un excesivo kilometraje semanal.

Otro cambio que tengo previsto es hacer lo mismo que hice el verano pasado, seguir rodando en el mes de julio. La verdad es que fue una experiencia que me encantó, poder rodar por la playa, algo que nunca había hecho, poder irme a rodar a Navalmoral el día de su marcha de la Ruta de las Callejas, o simplemente poder irme a Valorio en un mes en el que antes me vestía de ciclista y dejaba de correr. No es que no me guste montar en bicicleta, de hecho un año no corrí la carrera de La Rosca por irme a dar una vuelta con la bici de montaña, pero ahora mismo me lo paso mejor corriendo que montando en bicicleta, aunque tengo muy claro que con el paso de los años, las lesiones me apartarán de las zancadas, y, si la cosa no pinta muy mal, será el momento de pasarme de nuevo al ciclismo.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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