viernes, 8 de julio de 2016

Reflexiones y Vuelta a Zamora

Hoy me vuelve a apetecer ponerme a escribir, así que me pondré manos a la obra. Reconozco que no sé de qué voy a escribir hoy, y no será porque no haya temas para hacerlo. Una vez más, voy a improvisar la entrada en el blog, algo a lo que ya me estoy acostumbrando y que, a fin de cuentas, tampoco resulta tan desagradable, pues, al final, acabo tocando algunos temas de los que a lo mejor de otra manera nunca hubiera escrito.

Voy a comenzar escribiendo sobre los entrenamientos. Comencé la semana con unas ideas a la hora de entrenar, pero a última hora decidí modificar por completo todo lo que tenía pensado, y empezar a organizar de una manera diferente las sesiones. En un principio, mi idea era la de entrenar basándome en el pulso, tras estar unos días de nuevo usándolo tanto en los rodajes como en las dos salidas que he hecho en bicicleta, pero el lunes me decidí a dejar de utilizarlo hasta que acabe este mes. No sé si es o no lo más adecuado, pero durante estas cuatro semanas prefiero correr por sensaciones en vez de hacerlo entrenar a unas pulsaciones determinadas. Así, dejo que sea mi cuerpo y no un aparato quien decida cómo debo ir mientras voy rodando. Físicamente puede que me beneficie, pero creo que lo más positivo viene a nivel mental, porque no tengo que estar constantemente mirando el reloj para ver si me estoy pasando de pulso o voy por debajo de lo que tenía previsto rodar, así corro como me apetece, sin depender de unos datos determinados. Sí que tengo previsto volver a entrenar con pulsómetro, pero será a partir de agosto, cuando ya empiece a meter poco a poco entrenamientos más específicos, con la idea de preparar la nueva temporada. Éste ha sido el cambio quizá más llamativo. Tenía pensado hacer rutas lo más llanas posibles, para poder rodar sin matarme demasiado, pero reconozco que se me hacía un tanto pensado limitarme a rodar por el carril bici y poco más, porque por casi todos los recorridos que suelo hacer suelo meter alguna subida para variar un poco, así que finalmente he optado por seguir haciendo mis recorridos habituales, aunque me toque subir alguna cuesta. Por lo demás, la cosa sigue igual. Me he decidido a volver a entrenar por tiempo, y creo que seguiré así durante la próxima temporada, una vez que me he acostumbrado a entrenar otra vez de esta manera, la verdad es que para nada me decepciona, así que en un principio seguiré utilizando esta metodología en los planes.

Esta semana, en cuanto a los rodajes, están siendo sesiones bastante parecidas. Quizá el día un poco más diferente haya sido el lunes, donde aun usé el pulsómetro para entrenar. Salvo ahí, el resto de los días apenas se diferencian unos de otros. Comencé la semana con un rodaje a ritmo cómodo, con la idea de rodar entre 160 y 165 pulsaciones, acabando con un total de casi 13.4 kilómetros en una hora justa, a 4'29 min/km y 162 pulsaciones medias. El martes, ya sin pulsómetro, completé un total de casi 14.7 kilómetros en 1h02'09, a 4'14 min/km. El miércoles me animé a calzarme las zapatillas para hacer un rodaje por los Tres Árboles y Valorio, acabando con un total de 14.3 kilómetros en 1h01'15, a 4'17 min/km. El jueves me fui a rodar al carril bici y el Puente de los Poetas, para acabar con un total de casi 14.2 kilómetros en 1h00'22, a 4'16 min/km. Esta semana me ha tocado cambiar el día de descanso, así que esta mañana me volví a calzar las zapatillas, completando 14.4 kilómetros en 1h02'30, a 4'20 min/km, con bastantes buenas sensaciones. El día de descanso lo he cambiado para mañana, mientras que el domingo tocará volver a calzarse las zapatillas. En un principio este domingo no haré tirada larga.

Cambio un poco de tercio. Con la llegada del mes de julio, llega también la Vuelta a Zamora, para las categorías Elite y Sub-23. Éste año se celebrará del 13 al 16, donde los ciclistas tendrán que sumar unos cuantos kilómetros por las carreteras zamoranas. El primer día de competición será una jornada con dos sectores. El primero será una etapa en linea de 77 kilómetros entre Villafáfila y Villardeciervos, mientras que por la tarde, los corredores se tendrán que enfrentar a una crono por equipos de treinta kilómetros entre Villaralbo y la Bóveda de Toro. La siguiente etapa será entre Sejas de Aliste y Trabazos, con cinco altos de montaña puntuables. La tercera etapa saldrá de Porto para llegar al Alto de Chanos tras 81.6 kilómetros. Los corredores tendrán que ir a Vilavella, Pereiro y A Mezquita, para luego entrar en la provincia de Zamora y pasar por el alto de San Ciprián, Castrelos, Lubián, Alto de Chanos, Lubián y Chanos. La última etapa de la Vuelta saldrá de Monfarracinos y llegará a Zamora tras completar 77.6 kilómetros, pasando por Molacillos, Coreses, Villalazán, Madridanos, Moraleja del Vino, Cazurra, El Perdigón, Entrala y Tardobipo, para acabar en el Parque de La Marina de Zamora, donde los ciclistas tendrán que completar un total de cinco vueltas a un circuito urbano. Desde luego, una edición de la Vuelta a Zamora que se presenta muy intersante.

No hay comentarios: