miércoles, 12 de octubre de 2016

De marchas cicloturistas va el asunto

Nos encontramos en una época de lo más peculiar dentro del deporte a nivel popular. Estamos viendo cómo cada vez hay más y más carreras de atletismo a nivel popular, mientras que, al parecer, el número de atletas con licencia federativa disminuye, o cómo cada vez hay más inscritos en este tipo de eventos, que se celebran por motivos, bien sean para celebrar las fiestas de un pueblo, ciudad o barrio, por un motivo benéfico, o simplemente porque cuatro locos del mundillo de las zapatillas se juntan, buscan unos patrocinadores y deciden montar una competición popular de una distancia determinada. Por otro lado, vemos que también el cicloturismo está en aumento, aunque aquí, a diferencia de lo que está sucediendo en el atletismo popular, no hay un aumento tan exagerado de marchas, por lo menos si hablamos de las de carretera, porque creo que de BTT sí hay un pequeño (repito, pequeño) aumento. Precisamente, de todo esto me gustaría escribir hoy, aprovechando el artículo para expresar mi punto de vista sobre algunas situaciones que estamos viviendo, como, por ejemplo, la filosofía que tienen muchos de tomarse las marchas cicloturistas. Esto, para los que sois lectores antiguos del blog, os resultará ya conocido, porque he escrito sobre ello varias veces, pero, siendo sinceros, me veo con ganas de volver a hacerlo no para reprender a nadie por sus actos, sino por el simple hecho de expresar mi opinión y todo lo que siento al respecto una vez más. 

Comenzaré por el cicloturismo. Podríamos afirmar que actualmente hay dos tipos de cicloturismo. Por un lado nos encontramos a aquellos ciclistas que se deciden a coger unas alforjas y una bicicleta y que se marchan a recorrer rutas como, por ejemplo, el Camino de Santiago. Quizá, ese sea el cicloturismo más puro, porque realmente tenemos un equilibrio entre lo físico y lo cultural. Por otro lado, nos encontramos con otra "versión" más centrada en el plano deportivo, y que en muchas ocasiones suele dejar el lado cultural o "de turisteo" para, normalmente, después de haber completado unos cuantos kilómetros. Es lo que solemos denominar como marchas cicloturistas, donde nos desplazamos hasta un pueblo o ciudad para completar unos cuantos kilómetros por una ruta que no conocemos, dentro de un gran grupo (que puede variar de entre unos 100 participantes hasta unos 8000) y donde se suele dejar algún o algunos tramos libres para que, en un momento dado, el personal se quite la carbonilla. O así debería ser, porque, siendo sinceros, cada vez hay menos marchas cicloturistas como tal, y más "carreras cicloturistas" dentro de las llamadas marchas. Resulta que muchos ciclistas, al verse con un dorsal puesto en el maillot, están dispuestos a machacarse hasta que el participante que va a su rueda reviente y así poder ganar un puesto, o incluso los hay que se lo toman tan, tan en serio que van a por una "victoria" en tal o cual marcha, para luego poder presumir de trofeo como primer clasificado.  

Personalmente, nunca he comprendido esta actitud en un evento cicloturista cuya denominación no es "competición", sino "marcha". Creo que cuando se juntan varios ciclistas en este tipo de eventos deportivos es para pasar la mañana dando una vuelta por un sitio que o bien no se conoce o que, por lejanía de nuestro lugar de residencia, no solemos transitar demasiado, y para hacerlo en un grupo que nos va a permitir hacer amistades, o por el simple hecho de juntarnos con nuestros compañeros e irnos a dar una vuelta junto a otros ciclistas que no conocemos de nada. Sin embargo, estamos convirtiendo este tipo de eventos en carreras ciclistas. No es algo que venga de ahora, pues ya es algo bastante antiguo. Yo entiendo que en un puerto, por ejemplo, o en un repecho largo, se haga un tramo libre y cada uno que suba a su ritmo, pero arriba o al final del tramo libre, parada, reagrupamiento, a tirar de nuevo todos juntitos. Me parece que salir a competir cadece por completo de sentido porque para ello hay carreras más serias, dentro de la categoría Master, donde realmente podremos probarnos. Porque, siendo sinceros, si nosotros seguimos planes de entrenamiento específicos para competir, no tiene ningún mérito ganar a un cicloturista que sale un par de días o tres y darse una vuelta sin más pretensiones que hacer algo de deporte. Si queremos tener resultados, lo suyo sería meternos en un pelotón donde todos los participantes tienen nuestro mismo objetivo. Para mi, tiene mucho más mérito una victoria en una carrera Master que una "victoria" en una marcha, por dos motivos. El primero, el que llevo un rato diciendo, que no son carreras, y el segundo, el que comentaba hace poco, estamos compitiendo con gente que pasa por completo de ello. 

¿Culpables? ¿Soluciones? Podríamos decir que, en cierta medida, ambas cosas van juntas. Está claro que los cicloturistas que salen a competir son un punto fundamental para que estas cicloturistas hayan dejado de serlo para pasar a ser competiciones encubiertas, pero no son los únicos. En parte, podríamos decir también que ese afán tan competitivo puede aparecer también por parte de la organización, al poner clasificaciones, chips y premios para el ganador de la prueba, o primer clasificado, como queráis llamarlo. Creo que en una marcha se pongan el puesto en el que hemos quedado no tiene demasiado sentido. Sí se lo puedo encontrar en unt ramo libre dentro de un puerto, por ejemplo, pues esas partes delimitadas son zonas para quitarse la carbonilla y picarnos con nuestros colegas de grupeta o con la gente que hemos ido conociendo a lo largo de los kilómetros, pero a la hora de hacer una general, me parece que es fomentar la competición en un sitio donde no se está compitiendo. Si realmente queremos organizar una competición para cicloturistas, creo que deberíamos replantearnos la idea de organizar “carreras cicloturistas”. Bajo ese nombre, yo sería el primero en decir que el que quiera que compita, y el que no, que vaya de cicloturista. Viendo cómo está el tema de las marchas, donde cada vez quedan menos cicloturistas como la Bilbao-Bilbao, la “Ciudad de Valladolid” o la que se hizo hace pocos días en Toro, y más competiciones encubiertas, de las que creo que muchos no son nada partidarios, todo sea dicho, creo que deberíamos plantearnos hacer como en el atletismo, organizar una carrera popular para cicloturistas. Pero mientras se sigan llamando marchas cicloturistas, defenderé formatos como el que utilizan en la Bilbao-Bilbao, Valladolid o Toro, con tramos donde poder quitarnos la carbonilla. Y por no hablar de los premios, donde si bien es cierto que veo bien que se den al club más numeroso o al participante más veterano o más joven, no entiendo que dentro de una reunión de amigos para montar en bici se de premio al primer clasificado.

En resumidas cuentas, no veo compatible marchas cicloturistas y carreras ciclistas. Para lograr un resultado competitivo, creo que lo suyo sería ir a competir en Master, mientras que si lo que queremos es disfrutar de una agradable mañana dando pedales conociendo nuevas rutas y en compañía de otros no sé cuántos ciclistas con nuestras mismas pretensiones, lo suyo sería hacer una marcha cicloturista. Y si lo que queremos es que los cicloturistas a los que les gusta competir se mezclen con los cicloturistas de verdad, se copie al atletismo y se organicen “carreras cicloturistas”.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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