sábado, 2 de septiembre de 2017

Entrenamientos y Vuelta a España

Se acabó el mes de agosto. Entramos de lleno en septiembre, un mes marcado por el inicio del periodo escolar, de la vuelta de las vacaciones para mucha gente, y también por el inicio de una nueva temporada. Aunque oficialmente no lo es hasta noviembre, el hecho es que una inmensa mayoría de los corredores dan ahora por iniciada la época de entrenamientos para, poco a poco, ir preparando los primeros objetivos de la temporada. No conviene ir deprisa, y aunque las primeras competiciones más series puedan estar, por ejemplo, en la época del campo a través, hay que hacer una buena base para, posteriormente, introducir los entrenamientos de calidad y poder llegar en buenas condiciones a este tipo de pruebas. Precisamente, de todo esto voy a intentar escribir en esta ocasión.

Han pasado unos cuantos días desde la última entrada que publiqué en el blog. A lo largo de este tiempo, y a nivel deportivo, han ido surgiendo diferentes aspectos. En un principio, tenía en mente dar por comenzada la temporada 2017-2018 en el pasado mes de agosto, con ese periodo que los ciclistas denominan “hacer la base”, pero debo reconocer que, finalmente, fue un proyecto que decidí modificar. La verdad es que me apetecía volver un poco “a la antigua usanza” e iniciar la nueva temporada en el mes de septiembre, ya con un plan de entrenamiento establecido, y con la cabeza puesta en volver a competir. Me pareció una idea bastante interesante, así que decidí ir a por ella. Por lo tanto, el mes de agosto lo he superado, en cierta medida, improvisando bastantes entrenamientos, forzando cuando he creído oportuno, y rodando más tranquilo cuando el cuerpo me lo ha pedido. No he tenido un plan demasiado definido, algo que no es demasiado habitual.

Sin embargo, sí que he seguido dándole vueltas, mientras iba sumando kilómetros, a cómo plantear a partir de septiembre los primeros compases de esta nueva temporada. He querido organizar lo mejor posible el comienzo de esta nueva andadura, intentando cometer el menor número posible de errores. Se me ocurrían diversas fórmulas para ir organizando “la base”. De todas ellas, me quedaré con una que creo puede beneficiarme bastante. Se trata de hacer las doce semanas de carrera continua, pero sin dedicarme en exclusiva a rodar, sino incluyendo, al final de algunas de las sesiones de carrera continua, unos cuantos minutos a un ritmo más elevado. Por un lado, creo que puede venirme bien para evitar estar siempre manejándome a unos mismos ritmos y, por otro, me resulta positivo porque, a la hora de retomar las series, cuento con la ventaja de haber hecho unos entrenamientos previos a ciertas intensidades, que si bien puede que no sean a tanta intensidad como en una serie o competición, sí que son tramos donde podríamos decir que estoy trabajando la calidad. La idea es alternar un día donde me dedique tan solo a rodar, con otro donde haga una parte de la sesión a mi ritmo habitual, mientras que la última parte la haga más fuerte. Una vez que haya completado estas doce semanas, mi siguiente objetivo será comenzar con las sesiones de series. La verdad, me apetece bastante volver a competir, pero quiero hacer las cosas bien, más que nada para evitar posibles lesiones. Quiero organizar todo lo mejor posible. Evidentemente, queda aun bastante tiempo para todo ello, pero creo que no está mal tener una pequeña idea de cómo quiero estructurar las semanas. No estaría mal estructurar todo para hacer tres días de calidad alternados con tres de carrera continua y uno de descanso. Y, siguiendo con la norma que tantas veces he leído, hacer tres semanas de más “caña” y una de recuperación, con el objetivo de asimilar todo el trabajo hecho en las tres semanas anteriores.

Sobre objetivos competitivos próximos, la verdad es que, por ahora, no tengo ninguno a la vista. Hoy se celebra la carrera de El Encinar (Salamanca), la última prueba que corrí la pasada temporada antes de lesionarme. No fue una de las carreras que más me gustara, no acabé demasiado contento en la pasada edición, lo que, en gran medida, ha provocado que en esta ocasión no me haya animado a tomar la salida. Recuerdo que lo pasé fatal con el calor, y a pesar de que la distancia me venía bastante bien, el circuito no me gustó en exceso, y la organización creo que pudo ser mejorable en ciertos aspectos. Tenía previsto haber participado en la carrera de La Zarza de Pumareda que lleva el nombre de Vicente Martín, pero me resultó imposible poder tomar allí la salida. Es una de mis pruebas favoritos y me fastidió bastante no poder hacerla, pero no me quedó otra opción. Luego, el día 16 se celebrará una competición en Villarrín de Campos sobre 10.000 metros, una prueba que ya corrí hace un par de años y que no me decepcionó. Aun no sé si finalmente participaré o no en esta prueba, pero es una que no descarto. Y poco más puedo contar. No he mirado tampoco mucho más porque, entre otras cosas, tampoco he tenido demasiado tiempo como para estar haciéndolo, así que tampoco tengo mucho más mirado.

Cambiando un poco de tema, me paso al ciclismo. Estamos en plena disputa de la Vuelta a España. Debo reconocer que no estoy siguiendo en exceso esta edición de la ronda española, pero me gustaría hacer algún comentario o, mejor dicho, escribir sobre algún nombre. El británico nacido en África Chris Froome está demostrando que quiere suplir cuanto antes su espinita con la Vuelta. Ha sido capaz de ganar el Tour de Francia, pero la ronda española se le atraganta, y siempre que ha venido a disputarla se ha encontrado con algún rival que le ha arrebatado su objetivo de subir a lo más alto del podio con el maillot rojo que identifica al líder. Creo que este año está muy, muy bien de forma y está ante una gran oportunidad de lograr esa ansiada victoria en la Vuelta a España. Está claro que no es tarea fácil, éso ya lo sabemos, y que siempre puede tener infortunios como el de ayer, con un par de caídas, pero creo que va por el buen camino para lograr ese tan ansiado triunfo. Me gustaría escribir sobre Alberto Contador. Reconozco que, cuando comenzó la Vuelta, una prueba donde el de Pinto ya sabe lo que siente al ganarla, no tenía nada claro que fuera a estar combativo. Lo pudimos ver en la primera etapa de montaña, una versión que no tenía nada que ver con el Alberto combativo de otras ocasiones. Sin embargo, hemos visto cómo ha ido mejorando con el paso de los días, volviendo a su forma habitual de competir, mostrándose combativo, con ese movimiento tan peculiar cuando la carretera se levanta y toca ponerse de pie sobre los pedales, a altas revoluciones. En su última competición como ciclista profesional, Alberto está tirando los comentarios que muchos hicimos en el pasado Tour, diciendo que debería haber cerrado su etapa como profesional la pasada temporada. Aunque no sea el mismo de hace unos años, aun mantiene viva esas ganas de ganar y nos demuestra que, cuando las cosas le van bien, puede seguir siendo un luchador. Y para acabar, toca hablar de mi paisano Jaime Rosón. El zamorano, tras buenos puestos en carreras previas, se presentaba en la salida de la Vuelta con ganas de güera y seguir demostrando su calidad. Hace pocos días se colaba tercero en una de las etapas, justo por detrás de un grande de este deporte como es José Joaquín Rojas. Jaime dispone aun de unos cuantos días para seguir en busca de esa ansiada victoria de etapa, y estoy seguro de que seguirá peleando para poder lograrla. Desde luego, sus paisanos zamoranos le animaremos.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

No hay comentarios: