domingo, 11 de marzo de 2018

Lesionado de nuevo

Después de muchas semanas sin publicar nada en el blog, hoy por fin me vuelvo a sentra frente a frente con el ordenador para juntar unas cuantas líneas. La verdad, debo reconocer que tenía muchas, pero muchas ganas de poder volver a publicar algo en el blog. “Echaba” de menos esto de escribir, así que me pondré un rato manos a la obra. Para esta ocasión, como suele ser habitual, volveré a escribir sobre atletismo, en este caso, otra vez sobre lesiones. Pero también me gustaría hacerlo sobre la Media Maratón “Ciudad de Zamroa”.

El pasado lunes, después de completar una hora de carrera continua, me vi obligado a tener que tomarme unos días de descanso obligado. Llevaba desde el verano arrastrando unas molestias en el tobillo izquierdo, las cuales desaparecieron cuando estuve mes y medio parado por la lesión de costilla. Sin embargo, a la semana de volver a correr, dichas molestias decidieron volver a hacer acto de presencia, de una manera algo más intensa que en la vez anterior y, en un momento dado, habiendo una zona del talón con una ligerísima inflamación. Tras acudir al médico, me diagnostica una inflamación en la insercción del tendón. Ésto fue un viernes. El sábado, tras haber aplicado las medidas marcadas por el médico y un día de descanso de por medio, observo que las molestias han desaparecido. La inflamación se había reducido considerablemente unos días antes de acudir al médico. He seguido entrenando sin problema aparente hasta hace más o menos una semana, cuando empiezo a notar una molestia entre la zona de los lumbares y el glúteo, en la misma zona donde ya tuve una sobrecarga en el verano de 2014, que me tuvo corriendo de manera intermitente y alternándolo con sesiones de bicicleta y natación durante un mes, hasta que tuve que parar cuatro días por completo. El tobillo volvió a dar algo de guerra. El hecho es que era calentar y desaparecía, pero el domingo ya me dio cierta guerra, aunque también acabó desapareciendo. Sin embargo, el lunes el cuerpo me dijo “hasta aquí hemos llegado, majete”. Llegué a casa con el tobillo bastante dolorido y la contractura de la espalda dando bastante guerra. Me paro a analizar. Quizá, si fuerzo mucho la zancada y la pisada pudiera aguantar otros dos días corriendo, pero el final hubiera sido lo mismo, tener que hacer reposo, y posiblemente mucho más dolorido y cabreado porque no hubiera podido correr cómodo. Como no es plan de forzar algo que ya está muy tocado, al final ha tocado igualmente parar durante unos cuantos días.

La verdad, me fastidia mucho tener que volver a parar solo tres meses después de haber empezado a entrenar tras la fractura de costilla. Mi estado de forma ahora la verdad es que no era para tirar demasiados cohetes, pero poco a poco he ido mejorando y encontrando mejores sensaciones en los entrenamientos. Sin embargo, toca volver a parar por lesión. ¿Cuánto tiempo parado? No me he puesto una fecha límite, solamente ir analizando las molestias que tengo cada día. Cuando éstas hayan desaparecido del todo, volveré a correr otra vez. Una semana después, la verdad es que he notado bastante mejoría y las molestias se han reducido de una manera más que considerable, pero aun me tocará seguir unos días más sin encadenar zancadas. El reposo me tocará hacerlo por completo. Cuando tuve la molestia en la espalda hace tres años y medio, estuve alternando bicicleta y natación con alguna sesión de carrera continua cuando la molestia disminuía, pero al final me tocó parar del todo durante cuatro días cuando llevaba así ya casi un mes.

Con todo esto, me tocará modificar las próximas competiciones. Tenía previsto participar el próximo domingo en la Media de Zamora, con el único objetivo de salir a disfrutar de los 21 kilómetros y poder corretear por lugares por los que habitualmente no suelo ir por la cantidad de tráfico o de semáforos. Me fastidia bastante perderme esta prueba. Luego, el próximo día 8 de abril son los 10 kilómetros de Fuentesaúco. No sé si estaré recuperado para entonces, o en qué estado de forma llegaré si ya estoy entrenando, pero creo que también me la perderé. En abril también nos encontramos con la carrera de Peñausende, en la que he participado en un par de ocasiones, logrando ser cuarto en ambas. He corrido las ediciones de 2014 y 2015. Este año la tenía muy en duda, pero con este nuevo parón, se reduce aun más la posibilidad de participar. Para el mes de mayo espero poder llevar ya unos cuantos días entrenando y, aunque no sea en mi mejor estado de forma, espero poder participar en alguna prueba. Si se celebra, me gustaría participar en la carrera que organiza la asociación cultural Argusino Vive, que el año pasado se celebró en las inmediaciones de la ermita de Argusino.

Cambiando de tema, el próximo domingo se celebrará en Zamora la vigésimo primera edición de la media maratón que lleva el nombre de la Ciudad del Románico. Sobre un recorrido de 21097 metros homologados por la RFEA, los participantes podrán competir por las zonas más céntricas de Zamora, en un circuito bastante favorable para correr, aunque tiene alguna que otra subida. Habrá avituallamiento en los puntos kilométricos 5, 10, 15 y 20. Desde el pasado 5 de marzo hasta el día de cierre de inscripciones, el próximo jueves 15 de marzo. La retirada de dorsales y del chip será el día 17 de marzo de 12:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas, y el día de la prueba, de 8:00 a 10:00 horas, en la Sala de Psicomotricidad de la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora. Desde la organización se pide no esperar a última hora para recoger los dorsales. La salida de la prueba será a las 11:00 horas de la Plaza Mayor, mientras que la meta estará ubicada en la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora, y se cerrará 2h15’ después de la salida. También, se cerrará el paso de la calzada cuando se lleve 1h11’ en el kilómetro 10 y 1h46’ en el kilómetro 15, y los premios se entregarán una vez que finalice la prueba.

La verdad es que la media maratón siempre ha sido una prueba que me ha llamado mucho la atención. Cuando comencé a correr con Teo y me empecé a meter en el mundillo, sentía mucha curiosidad por saber cuándo iba yo a poder correr una prueba de tan larga distancia, algo que en ese momento me parecía muy, muy complicado. Teo siempre me decía que debía esperarme hasta tener, como mínimo, 17 años. A mi en ese momento me parecía una edad bastante lejana. Con el paso de los años, fui dejando de lado la idea de correr la Media Maratón de Zamora, pues mi interés por otro tipo de pruebas fue en aumento. Sin embargo, tras correr un Cross de Ávila me mandaron un correo comunicándome que, por el puesto en el que había quedado en dicha prueba de campo a través, me había tocado una inscripción para los 21 kilómetros de Ávila. Ahí retomé la idea de completar la prueba de Zamora. Sin embargo, se me planteaba una cosa con la que no contaba. Siempre decía que, cuando fuera a debutar en estas carreras tan largas, la competición marcada sería la de casa, pero la de Ávila era en octubre de 2015 y la de Zamora en 2016, así que debutaría en la abulense, donde logré una marca de 1h30’06. En marzo de 2016 me presenté en la de media de casa habiendo hecho ya previamente aquel día 21 kilómetros, por lo que no partía desde el desconocimiento. Sin embargo, arranqué desde demasiado atrás, lo que provocó que durante el primer kilómetro, y en especial en los primeros metros nada más pasar de la Plaza Mayor me pillara ese pequeño “tapón” que se forma debido a la estrechez de la salida. Por lo demás, no fue del todo mal, corrí guiándome por lo que me iba diciendo el cuerpo. Finalmente, logré llegar a meta con una marca de 1h30’54.

La verdad es que la Media de Zamora es una prueba que, personalmente, sí recomiendo. Atrás han quedado aquellas ediciones en las que el circuito tuvo tantas quejas por su monotonía y poco atractivo, pues, desde hace cuatro años, se ha vuelto a hacer un circuito por el carril bici y las calles más céntricas de la capital. Este nuevo recorrido tiene bajada y llano hasta el kilómetro nueve, donde aparecen dos subidas relativamente seguidas, que nos llevarán hasta el kilómetro diez. Desde ahí, tendremos tramos llanos hasta llegar más o menos al kilómetro trece, donde tendremos que atravesar el Puente de los Poetas, que tiene la mitad en subida un poco engañosa, mientras que la otra mitad, lógicamente, es en bajada. En cuanto salimos de este puente, nos tocará hacer un par de giros a la derecha y, mientras llegamos al kilómetro 14, nos toca hacer otra subida, con la que, bajo mi punto de vista, hay que tener cierto cuidado. En los años que he corrido la prueba ya en este circuito, bien para completarla entera, bien para hacer unos cuantos kilómetros, he visto que algunos participantes que no han dosificado bien sus fuerzas en los kilómetros anteriores, han dado un bajón considerable en este tramo cuesta arriba. Seguimos y tenemos unos cuantos kilómetros en bajada y llanos, casi hasta el dieciocho, donde nos volveremos a encontrar con el Puente de los Poetas, que volveremos a atravesar, pero en sentido contrario al primer paso. Una vez completada esta zona, nos tocará atravesar la zona de Trascastillo para llegar a la Ciudad Deportiva. Este último tramo es todo llano e incluso en ligera bajada, como sucede en los metros previos para entrar a las pistas de atletismo.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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